En el marco del cierre, el secretario de Cultura, Daniel Vleminchx, sostuvo que “el protagonista fue sin duda el pueblo y por sobre todas las cosas se ha visto mucha participación de jóvenes. Fue la feria del libro de los jóvenes y de la familia, sin ninguna duda” con lo cual señaló que desde las políticas culturales de la gestión seguirán profundizando ese camino. Con respecto a la participación de hacedores culturales de la región, el secretario destacó que estuvo toda la Patagonia representada con autores, narradores, cuentistas, editores y fondos editoriales; “la verdad que fue una fiesta de la Patagonia, con más de 170 actividades relacionadas con nuestra gente” y expresó además que es un orgullo comodorense que  haya sido declarada de interés nacional por el Senado. 

Por su parte, el intendente Carlos Linares se mostró feliz y satisfecho por el resultado de la feria: “fue muy importante y superó todas las expectativas que teníamos. La gente se apoderó de esta feria y me parece que Comodoro da un salto de calidad teniendo este tipo de eventos que sean populares, gratuitos, para toda la gente”. El mandatario municipal destacó el trabajo de Daniel Vleminchx y todo el personal de la Secretaría de Cultura, quienes estuvieron a cargo de la organización, asimismo también agradeció a la Universidad y empresas privadas que aportaron para que la feria fuera posible.  

Así, la Feria del Libro se instituye como un evento de importancia dentro de la agenda cultural comodorense, junto con el aniversario de la ciudad y el carnaval de murgas, y también con lo que fue este año el festejo por el bicentenario de la independencia. “Comodoro está haciendo cosas importantes, me parece que esta ciudad entendió que tenemos capacidad organizativa, gente que nos permite hacer, y con esfuerzo y unidos tirando para el mismo lado vamos a seguir consiguiendo cosas como estas” expuso el intendente quien para finalizar destacó que “la gente se fue contenta y esperamos el año que viene poder hacer algo superior a esto”.

Propuestas para todos los gustos 

Las propuestas fueron variadas: ficción, investigación, novelas, poesía, historieta, filosofía, historia y ciencias se mezclaron durante las seis jornadas. Por el encuentro pasaron exponentes de la literatura, artistas visuales, periodistas y otras figuras de la cultura, que brindaron charlas, talleres y presentaron sus obras. 

Las propuestas más esperadas por el público fueron la emisión radial de “La venganza será terrible” de Alejandro Dolina, la charla “¿Para qué sirve la filosofía?” de Darío Sztajnszrajber y la conferencia de Víctor Hugo Morales “Mentir a diario”, que en todos los casos superaron la capacidad de las salas. Los artistas regionales y locales tuvieron distintos espacios de participación, stands para la venta de ejemplares, recitales de poesía y presentaciones de sus obras. Los niños pudieron disfrutar de narración, cuentacuentos y shows pensados para ellos; además se destacó la cantidad de talleres y disertantes que cautivaron al público juvenil. 

El último día las figuras centrales fueron Alejandro Grimson quien brindó la charla “Mitomanías Argentinas. Cómo hablamos de nosotros mismos” y el escritor Juan Sasturain que presentó su obra “El versero”. El cierre protocolar se realizó en el Centro Cultural con los shows musicales de “Energía del mar” y “Mestizo Dúo”.

Espacio de encuentro y fomento de la lectura 

Los expositores que ofrecieron sus productos en los stands coincidieron en la buena concurrencia del evento, el interés del público que en algunos casos esperaba encontrar un libro o tema en especial, y en otros recorría las mesas en búsqueda de obras y escritores nuevos. Esto último ocurrió por ejemplo con los stands de editoriales independientes.

Por otro lado, los vendedores también destacaron que en este tipo de eventos el público está compuesto por todo tipo de personas, incluso algunas que no frecuentan libreras, con lo cual la feria se constituye como un núcleo de fomento del libro y la literatura. En este sentido Diana, de la librería Real, señala que si bien la venta de libros ha disminuido, siempre se sostiene; “la venta de libros es como la venta de zapatillas y leche: la gente que estaba acostumbrada a comprar tres libros al mes, ahora compra uno” dice; y asimismo destaca que la feria atrae a otro tipo de público: “la gente viene aquí y termina comprando algún libro, que de lo contrario no lo compraría porque a la librería no iría”. 

En esta misma línea opina Marcelo Silveyra, un joven que recorre ferias de todo el país vendiendo libros de las editoriales Godot, Gourmet musical, Mar dulce, Mil botellas y El elefante blanco. En su caso explicó: “a veces llegar a las librerías del interior es más difícil y en la feria hay un público que no siempre es habitué de librerías, entonces es una forma de acercar los libros a ese otro público que no tiene un acceso a los libros de manera tan habitual”.