La gran estafa: Nicolás Quarenta, concejal de PRO, engañó hasta al Papa Francisco y estalló la furia

Nicolás Quarenta Montaiuti es un concejal PRO de la ciudad de Luján, que se hizo conocido por haber acompañado a Julio de Vido y José López a las misas que se oficiaban en el tristemente célebre convento de General Rodríguez. Ahora volvió a ser noticia, pero por otra vergonzosa razón: ha completado un increíble raíd de engaños para poder sacarse una foto con el Papa Francisco, que también cayó en la volteada.

El objetivo del concejal del PRO era, a la vez, simple y repetido hasta el hartazgo en un año electoral: viajar a Roma y conseguir una foto con el Papa Francisco. Entonces comenzó su plan. Se acercó a la agrupación “Negrito Manuel” -una asociación civil sin fines de lucro, cuya personería aun está en trámite- integrada por vecinos que tratan la canonización del esclavo que cuidaba la imagen de la Virgen de Luján en la época de la colonia. Sin comentarle a nadie, se llevó una estatuilla del beato para poder mostrársela al Papa.

Con la estatuilla robada en un bolso, se presentó en la sociedad italiana de Mercedes asegurando ser representante de la sociedad italiana de Luján, lo cual es una absoluta mentira. Engañó a Ernesto Horacio Rissola, presidente de la institución, y lo convenció de que llamase al doctor Claudio Zin, reconocido médico y diputado italiano en la Argentina, para que le pague los pasajes.

Así engañó también a Zin, quien abonó los costos aéreos del peligroso estafador que, asegurando ser el representante de la sociedad italiana de Luján y representante de la agrupación “Negrito Manuel”, se subió a un avión rumbo a Roma.

Al llegar, la cosa se puso peor. Consiguió una visita al Papa Francisco, a quien también engañó presentándose como presidente del concejo deliberante de Luján, cargo al que había renunciado meses atrás, envuelto en un escándalo de polleras, manejo de fondos y contratos de personal no idóneo. De este modo, y luego de una innumerable cadena de engaños y mentiras, Nicolás Quarenta Montaiuti logró su cometido.

Cuando llegó al país la prensa local -a la que Quarenta mantiene bien abastecida- le hizo entrevistas en las que el concejal se ufanó de la extensa charla que tuvo con la máxima autoridad de la Iglesia Católica. Sus mentiras, sin embargo, tuvieron poco alcance porque los engañados alzaron su indignado grito y pronto la verdadera trama quedó en evidencia.

Desde la sede provincial de Cambiemos se agarran la cabeza, sus vecinos lo denuncian en los medios de comunicación y no sería raro que en poco tiempo alguien produzca un documental sobre su insólito viaje a Roma. Un buen título sería: Nicolás Quarenta Montaiuti, el estafador de Luján. 

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