Por su gran deterioro, definen el traslado del Centro de Salud N° 2

Por su gran deterioro, definen el traslado del Centro de Salud N° 2

Los consultorios externos funcionarían en la sede del SOIP. Y la guardia podría alojarse en consultorios de la obra social de los empleados de comercio.

El secretario de Salud, Gustavo Blanco, tiene tres certezas sobre el Centro de Salud N° 2. La primera es que no puede seguir funcionando en el estado en que está. La segunda, que hay que construirlo en otro lugar. Y la tercera, que mientras se consiguen los fondos y se ejecuta la construcción hay que trasladarlo a otros puntos de la zona del puerto.

En eso está trabajando el nuevo equipo de Salud. “La gente no quiere que cerremos el centro. Por eso no lo vamos a cerrar, lo vamos a trasladar”, confió ayer Blanco a LA CAPITAL.

En estas horas la cartera sanitaria procura definir cuál o cuáles serán los lugares donde funcionará. La premisa de la búsqueda es que sea cerca de su sede, Guanahani 4546, para que el traslado no genere dificultades entre los habitantes de los barrios linderos.

La opción más firme, según contó Blanco, es que los consultorios externos sean derivados a la sede del Sindicato Unico de la Industria del Pescado (SOIP), en 12 de Octubre 4445. “Funcionarios de la Secretaría ya hablaron con los encargados y nos parece que no va a haber problemas. Ahora tenemos que hablar el doctor Arroyo y yo para definir los términos del acuerdo”, comentó Blanco.

La intención es que, a su vez, la guardia pueda abrir en otro sitio. Podría ser la sede portuense de la obra social de los empleados de comercio, en Cerrito y Soler. “Es una posibilidad, pero no está definido. Tenemos que hablar con los dueños del lugar”, avisó el secretario.

El 27 de enero, cuando presentó los objetivos de la Secretaría de Salud, Blanco aseguró que el centro 2 está “en condiciones muy precarias para la gente que consulta y para el empleado que trabaja ahí”. El martes, el defensor del pueblo Walter Rodríguez reforzó su postura. “Es imposible seguir trabajando allí”, dijo tras realizar una recorrida por el edificio. Y amplió: “Las cloacas se desbordan en días de lluvia, en los techos se filtra humedad y se hace muy difícil que el personal que hace guardias las 24 horas pueda descansar”.

Mientras funcione en lugares alternativos, el municipio intentará gestionar fondos ante el gobierno nacional para construir el centro de nuevo. “En el lugar que está no puede funcionar más. Es inviable. No se puede reformar, no podemos gastar plata en algo que no tiene sentido. Hay que hacerlo de vuelta y en otro lugar porque las calles se inundan”, aseguró ayer Blanco.

“Se va a hacer con dinero de Nación. La que abarca es un área muy voluminosa y las personas que se atienden allí en esa zona no tienen nada cerca, por lo que hay que ponerlo bien, con una buena guardia, con rayos, laboratorio, como si fuera un hospital chiquito pero sin internación”, agregó.

El secretario estimó que la construcción puede demorar “dos años”. De ahí la importancia de que los sitios alternativos sean confortables y accesibles.

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