Alemania quedó más cerca de tener que formar una nueva gran coalición de gobierno. Tras el fracaso de las negociaciones entre la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel y el partido de los Verdes, una alianza "negro-roja", entre conservadores y socialdemócratas del SPD, se presenta ahora como la única opción posible para la canciller.

Así, Merkel sigue con paso firme hacia su objetivo: la formación de un gobierno federal sólido y con una mayoría estable que le permita gobernar Alemania y seguir adelante con su política europea. La canciller prometió una definición concreta "para el fin de semana".

La segunda ronda de consultas entre la CDU, los socialcristianos de la CSU (partido hermano de la CDU en Baviera) y los Verdes se cerró luego de que los líderes de la formación ecologista admitieran que no había "una base sólida" para construir una coalición.

Los Verdes, que hace dos años sorprendían en las encuestas, en las últimas elecciones federales sólo obtuvieron el 8,4% de los votos.

Aunque Merkel logró el 41,5%, se quedó sin socios de coalición: los liberales del FDP, hasta ayer socios minoritarios en el gobierno, fueron excluidos del Parlamento después de 60 años, al no alcanzar el 5% de los votos necesarios. Por eso la canciller está obligada a buscar un acuerdo con uno de los tres partidos del ala de izquierda del Parlamento.

La coalición entre la CDU y los Verdes no tenía precedentes, salvo algún experimento a nivel local. Sin embargo, gozaba de cierto consenso entre algunos analistas políticos. La derrota en las urnas dejó a los Verdes en estado de caos y sus más altos dirigentes, debilitados, optaron por no arriesgarse, aunque dejaron las puertas abiertas para experimentos de este tipo en el futuro.

Fueron consultas "abiertas y constructivas", dijo Claudia Roth, presidenta de los Verdes, al salir del encuentro con dirigentes de la CDU.

Ahora, las negociaciones para formar una coalición vuelven a ser entre la CDU y el SPD, que hoy se reunirán para una última ronda de consultas, que podría ser decisiva.

Hay una experiencia reciente de un gobierno de este tipo, entre 2005 y 2009, considerada dramática en las filas del SPD, que en las elecciones de 2009 obtuvo su peor resultado.

Los líderes partidarios decidieron, por lo tanto, vincular la posibilidad de formar un gobierno junto con Merkel a una votación interna. Según sondeos de la televisión pública Ard, el 60% de los electores del partido está a favor del acuerdo.

De fracasar también las negociaciones de hoy es probable que Merkel ofrezca a los Verdes volver a las consultas. De no lograr un acuerdo con ninguna de las formaciones, se abriría una posibilidad para una coalición de izquierda, aunque los analistas lo consideran improbable.

En última instancia, la locomotora europea podría volver a elecciones..