El gran ausente

El gran ausente
Desde un par de días antes se sabía ya de la incomodidad que al Presidente del Partido Justicialista de Corrientes le generaba la visita presidencial.
Ni el protocolo presidencial, ni el del Gobierno, o el de la Municipalidad lo contemplaba en un lugar acorde a quien hasta ayer aspiraba a disputar la candidatura mayor del kirchnerismo.

Se suponía, con razón, que Cristina terminaría definiendo la puja abierta dentro del justicialismo, y así fue. No quedaron dudas de que el elegido para correr con los colores presidenciales es el actual Intendente de la Capital.

Finalmente Ríos no llegó a Itatí. Para muchos, un error de cálculo considerando la importancia del acto. Algunos especularon con que habría habido una insinuación de la Casa Rosada para que el exponente mayor de la Cooperativa del PJ se ausentara. Otros aseguran que se debió a una determinación personal que apuntó a evitar la incomodidad de quedar notoriamente relegado en el protocolo presidencial.

Los que se inclinaban por esta variante recordaron el mal trago que debió pasar en Goya hace unos meses, con motivo de la visita de Amado Boudou durante la Fiesta del Surubí. En esa oportunidad Camau le aplicó las jinetas y lo dejó en tierra cuando abordó, junto al Vicepresidente, la embarcación con la que pasó frente al numeroso público mientras Ríos permanecía visiblemente descolocado a la vera del río.

Ayer, los lugartenientes del Presidente del PJ no coincidían en la razón de su ausencia. El Intendente de Mantilla habló de una indisposición de salud. El diputado, Ramírez Forte, de un viaje al exterior; lo cierto es que la ausencia de ayer puede ser considerada como el abandono de sus pretensiones de pelear la candidatura mayor del peronismo.

En ámbitos partidarios se especula, desde hace tiempo, con que Ríos se resignó a ceder el espacio a Camau y que sólo quiere asegurarse la sibilinas de ir en la boleta como candidato a sucederlo en la Capital.

Juega en contra de Ríos, en este aspecto, que quien lo sucede como diputado nacional es un hombre que no es del justicialismo. La dirigencia del partido nunca consideró válida la estrategia de ceder posicionamiento como se hizo en la última elección.

En tanto, en esferas del camausismo no se descarta aún la posibilidad de anticipar para el 10 de marzo la elección de la Capital, y que sea el propio Camau quien vaya por su reelección como forma de legitimar un liderazgo en el principal distrito y hacerse fuerte hacia adentro y hacia afuera el PJ, si finalmente decide ir por la Gobernación cinco meses después.

Los que evalúan esta alternativa señalan que un triunfo seguro como el que marcan las encuestas le significará un fuerte impulso a sus aspiraciones mayores, generando una expectativa muy fuerte en la sociedad.

Contribuye a esta estrategia el hecho de que el Gobierno no tiene candidato para contraponerlo en una elección desdoblada.

De esta forma, además evita el tener que compartir boleta en agosto con un candidato a Intendente que accione hacia atrás la boleta, perjudicando sus propias posibilidades. Es que con las elecciones unificadas, al no ser Camau candidato podrían anotarse postulantes que hagan sombra al delfín de Espínola, descompensando la boleta en perjuicio de la candidatura mayor.

Algunos sondeos disponibles lo ubican a Braillard Poccard y a Mario Bofill por sobre la candidatura a Intendente de Ríos, lo cual -de darse- terminaría traccionando al revés la boleta de Gobernador.

Ayer, en Itatí la puja dentro del justicialismo pareció definitivamente zanjada. Fuentes vinculadas al poder presidencial señalaron que causó malestar la recurrente referencia a la interna, como si se pretendiera desconocer el rol de gran elector de Cristina.

En este aspecto, es sabido desde hace tiempo que el ingeniero Ríos perdió los favores de la Casa Rosada, lo cual ya se evidenció en la última elección a Gobernador de 2009.

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