Al principio saluda amable y cordial, aunque con pocas palabras. Hasta parece un poco tímida. Pero cuando a Graciela Corvalán le toca exponer sobre su trabajo, despliega todo un arsenal de conocimientos y explica con datos, detalles y estadísticas el accionar de su área de gobierno sin recurrir a más apuntes que el de su memoria. La economista que tiene a su cargo la Secretaría de Estado de San Luis Logística recibió a El Diario en una de las oficinas de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) en Villa Mercedes para hacer un balance sobre las políticas que la Provincia implementa para potenciar la producción industrial y agropecuaria. Además, la ex diputada contó los proyectos con los que buscan reactivar el ferrocarril como el principal transporte de cargas, apostar al traslado de mercadería a través de aviones y de los bitrenes, y convertir a San Luis en una plataforma logística en sí misma para la región, el país y el mundo entero.

 

—¿Qué es la logística?

 

—El pensador Alvin Toffler plantea que el siglo XX fue el siglo del conocimiento, mientras que el XXI es el de la logística. De manera que la logística es el paso superior a la era industrial, en la que el objetivo era generar procesos de producción más competitivos con la mayor cantidad de productos en el menor tiempo posible. Hoy nos preguntamos de qué manera ese producto llega a las manos de los consumidores en el menor tiempo posible y en el mejor estado posible. En esa cadena de valor es donde interviene esto que se denomina la logística. Y en esto cumple un papel importante el Estado, que tiene la responsabilidad de dotar a esa producción de la mejor infraestructura y del servicio de transporte ideal para que no le quiten eficiencia al producto. El Estado hace esto porque hablar de producción significa hablar de empleo.

 

—¿Cómo ha trabajado la Provincia en materia de logística?

 

—San Luis es una provincia que ya vivió la era industrial, que tiene importantísimos polos de producción, empresas industriales y agroindustriales, establecimientos agropecuarios con una tecnología importante y una producción de gran volumen y calidad. El Estado provincial tiene la responsabilidad de cuidar todo esto para que siga creciendo y siga siendo competitivo. Creo que cuando uno piensa una política para la industria y para el campo, necesariamente piensa en la logística. La Provincia se dedicó a la industria de manera particular con infraestructura, no sólo en el lugar en el que iba a estar la planta, sino llevando la energía, la luz, el gas, las escuelas para los operarios o gerentes, los mejores centros de salud, etcétera.

 

Hoy ya tenemos la producción. Entonces ahora nuestro papel es planificar cómo hacer para que estos setecientos u ochocientos kilómetros que quedan desde nuestra producción a los centros de consumo sean tan eficientes y competitivos para que la producción de San Luis siga siendo elegida. Entonces me parece que la logística tiene una importancia total para defender cada fuente de trabajo de la industria.

 

San Luis comenzó esta política de manera institucional en 2009 pero que ya venía pergeñándose desde años anteriores. Una muestra cabal de este pensamiento logístico en la década del noventa es precisamente la construcción de la Autopista de las Serranías Puntanas, que es el corredor bioceánico más importante de la Argentina y son 212 kilómetros que fueron pensados, además de para una mayor seguridad vial, para posicionar a San Luis como un corredor franco logístico que sirviera de nodo de conexión principal al comercio interior y exterior de la producción en su salida al Pacífico, al Atlántico o hacia países limítrofes. De modo que San Luis viene valorando su posición geográfica para poder ser un nodo logístico.

 

Hacia eso vamos avanzando con este proyecto que es San Luis Logística y, con un poco de alegría, pero por otro lado con pena. Seguimos siendo la única provincia con una política en materia de logística, sigue siendo la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), instalada en Villa Mercedes, la única plataforma multimodal de carga en el interior del país. Y continuamos siendo la única provincia que le está dando al ferrocarril la valoración que tiene para la carga de la producción, la única que hizo muchas inversiones propias para la rehabilitación de las vías y para tratar de tener su propio parque ferroviario, que consiste en una locomotora y una cantidad de vagones industrializados.

 

—¿De qué manera atiende San Luis Logística al comercio exterior e interior?

 

—Las exportaciones e importaciones se realizan en las zonas primarias aduaneras. En San Luis contamos con tres de estas zonas en las que se prestan servicios para operar en la salida y en el ingreso de todo tipo de mercaderías. Tenemos la calidad en la prestación del servicio que es el manipuleo de la carga, es decir el tratamiento para cargar o descargar. Esta parte es el punto central porque es el cuidado que necesita el fabricante de su producto y lo que se fijan muchas empresas para contratar un operador. San Luis Logística tiene preparado un personal que era del Plan de Inclusión Social y que empezó a trabajar en los inicios de estos centros y ha dado muestra de un trabajo muy comprometido y responsable. Tal es así que no hay ninguna empresa que haya dejado de ser cliente por maltrato de su carga.

 

Las zonas primarias aduaneras quedan en el Parque Industrial Sur de la ciudad de San Luis, en la ZAL de Villa Mercedes, y en la Zona Franca de Justo Daract. Pero también el área se ocupa de llegar a las empresas y difundir los beneficios que consiguen para sacar o ingresar insumos por nuestras aduanas, ya que se tienen siempre tarifas más competitivas y no hay ningún otro tipo de costo, como el tiempo o como la mala manipulación de la carga, algo que sucede en otros aduanas limítrofes como las de Mendoza o Buenos Aires.

 

Tenemos el objetivo de que el ciento por ciento de las empresas de San Luis que exportan e importan lo hagan a través de nuestras aduanas. Es un trabajo de difusión y convencimiento que no es fácil porque muchos gerentes de logística de las empresas no están en San Luis y hay que invitarlos, convencerlos, pero es el trabajo que tenemos que hacer y de a poco vamos logrando que más empresas lo vayan haciendo.

 

—También disponen de una Zona Franca...

 

—Exactamente. Tenemos otra área que es la que se ocupa específicamente de trabajar con la Zona Franca, pero lamentablemente la recibimos de la gestión anterior prácticamente inhabilitada, con sus balanzas sin la certificación correspondiente, en materia de infraestructura también bastante abandonada. En estos cinco o seis meses de trabajo ya estamos cambiándole la cara porque estamos vendiendo servicios a empresas y la imagen importa mucho. 

 

Por otro lado, la Nación tiene una legislación muy acotada en esta materia y por eso nos hemos propuesto trabajar con otras zonas francas de Argentina, haciendo causa común y lograr una modificación de la ley para que todas estas zonas puedan convertirse en un motor de desarrollo para el interior de país. Estamos previendo para el 22 y el 23 de junio un encuentro con los directivos de las nueve zonas francas argentinas para hacer un diagnóstico escuchando la exposición de cada una de ellas, y hacer en el cierre un acompañamiento a una propuesta de legislación para poder trabajar a nivel Congreso de la Nación. Hay un proyecto muy concreto y muy beneficioso que es de los senadores Luenzo y Adolfo Rodríguez Saá que vamos a poner en consideración en ese evento y esperamos tener eco para poder potenciar las zonas francas.

 

Es tal el desinterés por las economías regionales, que desde el 2000 hasta la fecha los gobiernos nacionales no han asignado un funcionario a cargo del área de zona franca. Y eso que existe, pero está vacante.

 

—¿En qué situación se encuentra la Agrozal?

 

—La Agrozal es el área referida a la producción agropecuaria. Cuando terminó la anterior gestión del gobernador Alberto Rodríguez Saá, la dejamos en perfectas condiciones y lista para usar la planta de silos que se localiza en el mismo predio de la ZAL, porque es un lugar central para toda la producción agrícola de la provincia. Es una planta con capacidad para 15.000 toneladas, con 45.000 toneladas con su rotación y con una tecnología de primer nivel. En la gestión del gobernador Poggi, lamentablemente fue concesionada a una empresa de Córdoba que no la operó en términos físicos como corresponde. Mucho menos respetó el proyecto del gobierno provincial y el objetivo para el que fue creada, que era ser un centro concentrador para el transporte de los granos y dar la posibilidad de un mejor costo del flete para el productor que ya tiene su producto conectado con alguna operación de exportación. Pero también surgió con la idea de llamar a la inversión privada a instalarse en la ZAL para producir aceite, balanceados y todos los productos que le den valor agregado a los granos y cereales. Ninguno de estos dos objetivos fueron logrados. Por otro lado, nos dejaron una planta destruida porque lamentablemente tuvieron un accidente que hizo que quedara sin operar la zona de granos y sin la posibilidad de trabajar con el tren de cargas por obvias razones judiciales, y no se puede transitar por las vías que tuvieron que ver con ese hecho tan grave.

 

—¿Se va a concesionar a otra empresa o la administrará el Estado?

 

—La va a operar el mismo Estado a través de la empresa Agrozal SA, con participación estatal mayoritaria. Ya tiene su legislación aprobada y se están iniciando las gestiones para la habilitación para ser operador de granos.

 

—¿Y el ferrocarril?

 

—En lo que hace al transporte ferroviario, tenemos un área muy específica que es la Ferrozal, en la que estamos en contacto con quien hoy es el operador de este tramo de Buenos Aires al Pacífico que es Belgrano Cargas y Logística. No es fácil esta relación, pero sabemos que estamos trabajando para un proyecto superior que es que San Luis Logística se convierta en un operador ferroviario. Estamos trabajando para reunir todos los requisitos que nos va a pedir el Estado nacional porque existe una legislación que quedó sin reglamentar, que abre a otros operadores ferroviarios a incorporarse y no acotarse a los tres o cuatro que Nación había asignado en su momento.

 

—¿Existe la intención de recuperar vías?

 

—Sí, estamos pidiendo varias rehabilitaciones de tramos viales. El objetivo es hacer que los 588 kilómetros de vías férreas que hay en la provincia, de los cuales se encuentran operativos sólo 209, se reactiven y poder unir con nuevos tramos los polos productivos que tiene San Luis. Es el caso de Quines con la estación de Santa Rosa del Conlara, que serían aproximadamente 60 kilómetros de una nueva traza. Pretendemos que toda la producción de la provincia esté integrada en términos logísticos. En este caso, debido a que la mayor parte de la producción del noreste de la provincia son áridos, minerales y cultivos agrícolas, el transporte ideal es el tren. Lo mismo sucede para el sur con la ganadería.

 

Nuestras prioridades son poder reactivar los 170 kilómetros que hay de Villa Mercedes a Santa Rosa del Conlara, la rehabilitación de Villa Mercedes hasta Donovan, porque tenemos avanzado un proyecto de la localización de una plataforma multimodal de carga de todo lo que es la producción de los parques industriales de la ciudad de San Luis y la producción agrícola que hay en la zona y veríamos con muchísimo gusto hacer una conexión entre Buena Esperanza y Huinca Renancó, en La Pampa, por este troncal que va por el sur de la provincia.

 

Estas serían nuestras intenciones para este año y no más allá. Hemos hecho las solicitudes a las áreas de Nación y las esperanzas nunca las perdemos, aunque a veces sentimos el mismo trato de discriminación que con las presidencias anteriores.

 

—¿Qué importancia tuvo La Puntana en todo esto?

 

—La adquisición de la locomotora La Puntana fue una decisión de Alberto Rodríguez Saá, no sólo en términos de competitividad por el costo, sino también por la mirada ambiental, que es la gran clave a la que apunta el Gobernador para poder hacer convivir el progreso con el medio ambiente.

 

Nos encontramos con un país que está quieto, que está antiguo, que no puede todavía transportar con la fluidez que la producción necesita, porque no están las vías y no están las locomotoras ni los vagones. Por lo que poder contar con una locomotora propia fue una decisión muy acertada y muy adelantada. Pero en la gestión del gobernador Poggi se hizo un convenio totalmente dañino para la provincia. Se dio en uso a una empresa privada que hizo a su vez un convenio con Belgrano Cargas. El Gobierno buscaba la carga y el cliente, se le regalaba el cliente al privado, que cobraba por la carga, mientras que la locomotora estaba en manos de este privado en su lugar de trabajo. La situación era por demás desventajosa para la provincia y no se recuperó ni siquiera lo que correspondería por amortización de un vehículo de esa naturaleza. Era un trabajo a pérdida, con un desgaste de algo nuestro tan preciado.

 

—¿Cuándo estiman ponerla sobre rieles nuevamente?

 

—Nosotros dimos de baja este contrato. Trajimos a La Puntana a su lugar en la ZAL y estamos trabajando en la recuperación de la playa ferroviaria, a la que en cuatro años no se le hizo ningún mantenimiento. Las lluvias han roto las bases, los rieles están flameando sobre los durmientes, hay rieles que se salieron de su lugar provocando los descarrilamientos que eran constantes en esa época. Estamos invirtiendo en poner todo en condiciones óptimas y al mismo tiempo estamos esperando que la Justicia determine la habilitación de la vía. Estimamos que en agosto vamos a estar circulando desde la ZAL con La Puntana nuevamente.

 

—Otra fuerte apuesta fueron los bitrenes

 

—San Luis ha sido la pionera en la introducción de este tipo de transportes, que es un camión que transporta mayor carga que el tradicional y que aporta un menor costo en término de fletes. Pero también brinda mayor seguridad en la carga por las vías de San Luis, que es en la única provincia en la que está autorizada la circulación de los bitrenes.

 

Es un tipo de vehículo que transita en la mayoría de los países desarrollados del mundo. Nuestro ejemplo fue Australia, pero Estados Unidos, Brasil y otros países lo usan porque cuida el medio ambiente y los pavimentos. Ya son quince los bitrenes que tenemos y que están transitando desde principios de 2011 por distintos corredores productivos. La mayoría está destinada a la carga de granos y el resto, a la carga de áridos con resultados excelentes.

 

La experiencia que tenemos en bitrenes hoy en día es un polo de atracción, dado que a nivel nacional se dejó un decreto por el cual se autoriza a la circulación de estos vehículos por las rutas nacionales, pero quedó la restricción de que la Nación iba a autorizar los corredores por los que iban a transitar. El gobierno actual tomó la legislación pero viene realmente muy lento con la aprobación de los corredores y hoy todavía no hay ninguna vía autorizada. Esto es una cuestión burocrática o temerosa, no sé de qué otra forma uno lo puede catalogar. La producción de la Argentina está demandando estos vehículos. En Misiones armaron un evento para concientizar sobre la necesidad de que su provincia y la Nación agilicen la autorización de los corredores. Las mismas cámaras de los empresarios de transportes de cargas están absolutamente convencidos de que es un transporte seguro, competitivo y que cumple con las condiciones ambientales.

 

—¿Qué significa la ZAL en toda esta política logística?

 

—La ZAL es nuestra estrella. Nos sentimos muy acompañados por los mercedinos, aunque debemos reconocer que falta todavía un poco más de reinserción de la plataforma en la sociedad. Villa Mercedes es una ciudad logística por excelencia. Esta plataforma hoy está trabajando con empresas como Andreani, Ribeiro, Cementos Avellaneda, Andrew, TCA, Glucovil y otros grupos que son de mucha importancia. Lo que estamos tratando actualmente es de ponerla otra vez en valor, dado que ha tenido prácticamente un parate de cuatro años en lo que hace a inversión y mantenimiento de infraestructura. Tuvimos que ampliar redes de luz, de agua potable, de agua cruda, de servicios de internet, servicios que prestamos a los que se radican aquí.

 

Estamos buscando una gestión de atracción de nuevas radicaciones de empresas logísticas o con alto contenido logístico. En el transcurso del año vamos a tener la inversión de Mercedes Benz, que va a colocar un lugar para hacer la presentación de sus vehículos de carga y del primer tractor diseñado exclusivamente para bitrenes, que va a estar para la muestra y la compra. El espacio va a tener también el service del transporte de carga de su marca en San Luis. Volvo es la otra concesionaria que se va a instalar y de a poco vamos avanzando y sumando más empresas al predio.

 

—Contar con esta infraestructura y ofrecer un buen servicio, imagino que requiere mucha capacitación...

 

—Claro. Estamos trabajando en poder armar nuestra escuela de conductores de bitrenes. Esperamos poder contar con los simuladores, que son fundamentales para la puesta en marcha de la escuela. Pero también tenemos un área que profesionaliza al personal interno y de otras empresas que nos piden el servicio porque existen tareas de manipuleo de carga que necesitan que las personas que la vayan a hacerlo, conozcan los tipos. Si son cargas peligrosas, los modelos de envases y el manejo de autoelevadores, y eso requiere de un carnet específico.

 

También estamos trabajando en materia estadística, porque prácticamente no hay nada oficial en la Argentina. De hecho el Indec no tiene un área específica de indicadores de desempeño logístico, que son los que marcan los niveles de avance de la producción. Vamos a firmar seguramente un convenio con la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), que es el único ente que lleva estadísticas logísticas a nivel macro de cada país. También hemos contactado a un observador estadístico de la Universidad Tecnológica Nacional, que es la única institución a nivel nacional que tiene datos sobre transportes de carga, costos de fletes y circuitos. Y vamos a realizar un acuerdo porque un sistema estadístico es el alimento para nuevas políticas.

 

—¿Están trabajando en la determinación del 'Precio San Luis' para granos y carnes?

 

—Sí, por supuesto. Se trata de la definición y efectiva implementación de un precio que sea el que corresponde a los costos de producción y comercialización en San Luis. Vamos trabajando con las cámaras industriales, las de comercio, el Ministerio de Producción, la Dirección de Estadística y Censos, la vicegobernacion. El "Precio San Luis" se aplicará a todos los productos que se fabriquen en el territorio provincial, por eso emprendimos un trabajo rubro por rubro. La cláusula cuarta del acuerdo económico social que impulsa el Ejecutivo provincial expresa que, con la premisa de lograr el “Precio San Luis”, se trabajará con industriales y comerciantes  de nuestra provincia, para obtener un mercado de precios diferenciados para aquellos productos cuya producción, o agregado de valor en la cadena de producción, ocurre en el ámbito de la provincia de San Luis.

 

—¿Cómo ha posicionado la logística a San Luis en el mundo?

 

—En 2009 hicimos muchos convenios que nos permitieron posicionar a San Luis en el mundo. Uno es el que firmamos con Plaza Zaragoza, que es la plataforma logística mediterránea más importante de Europa. Ellos nos visitaron en su momento. Eso lo tenemos que reflotar, porque estos vínculos hacen que las inversiones extranjeras puedan mirar a San Luis como un lugar para atraer productos de Europa. A medida que uno va conociendo, los puntos de conexión posibles que hay en el mundo, las empresas miran cómo quedan sus productos en este punto. San Luis es una provincia mediterránea, pero en la cadena de exportaciones e importaciones, y por la falencia inmensa que hay en todo lo que es transporte de carga aérea, la producción tiene que salir sí o sí por los puertos. Tenemos que tener una conexión directa por los puestos claves por los que se mueve la mercadería. Por eso estamos reactivando un convenio con el Puerto de San Antonio y Valparaíso, y el Puerto Seco de Los Andes, ambos en Chile, con la firma Molca, que tiene puerto cerealero en Bahía Blanca. Y estamos viendo posibilidades de convenio para posicionar a San Luis en Rosario.

 

—¿El transporte aéreo de carga es una posibilidad también?

 

—Sí. De hecho queremos que el aeropuerto del Valle del Conlara sea considerado como un hub (concentrador) de carga aérea. Sugerimos a la Nación que en pos de recuperar el superávit de Aerolíneas Argentinas, un nuevo negocio es el transporte aéreo de carga y ofrecemos nuestro aeropuerto para que sea el primer hub de carga de Aerolíneas en el interior del país, dada la infraestructura y la tecnología que tiene y fundamentalmente la ubicación en rutas aéreas que tiene en relación al Mercosur y a Europa. Igualmente, la Provincia está tratando de rearmar el proyecto de transformar a este aeropuerto en una plataforma multimodal de cargas con la modalidad tren/camión/avión porque está muy cerca de la Autopista de los Comechingones y de las vías que van hasta Santa Rosa del Conlara y Villa Dolores. Es un proyecto muy ambicioso, pero que es sumamente útil y que va completando nuestro principal objetivo, que es  convertir a todo San Luis en una gran plataforma de carga para el resto del país.