Gracias a un video, identifican a sospechosos del ataque en Boston

Por Armando Pérez

Es de una cámara de seguridad de una tienda. Uno de ellos vestía “gorra blanca y buzo”.

Después de 48 largas horas de desconcierto, la investigación del atentado terrorista en Boston parece haber dado con una pista sólida. Las autoridades tienen una “clara identificación” de dos potenciales sospechosos, según confirmó a la CNN una fuente cercana a la búsqueda.

Tras una revisión minuciosa secuencia a secuencia de cientos de fotos y grabaciones de cámaras de seguridad de una tienda cercana y de un canal de televisión, los investigadores han fijado su atención en un individuo con “gorra blanca y buzo con capucha de color claro” y en otro hombre que también estaba cerca de la línea de llegada.

En las imágenes, uno de los sospechosos aparece “cargando y posiblemente colocando una bolsa negra” en el lugar donde explotó la segunda bomba, agregaron las fuentes. Pero aparte de eso, esta persona no parece haber sido identificada por nombre y los agentes lo buscan para ser interrogado con relación a los atentados.

Durante el día, varios medios de prensa habían informado sobre el arresto de un sospechoso, pero luego desmintieron sus reportes. Una conferencia del FBI programada para la tarde fue suspendida.

Por la mañana, el FBI había mostrado fragmentos de lo que describieron como una tapa de olla a presión, encontrada en un techo de un edificio cercano a las detonaciones, y que presumiblemente fue parte de una de las dos bombas que mataron a tres personas y dejaron a 176 heridas, 17 de ellas graves.

Los agentes explicaron que al menos uno de los artefactos consistía en la mezcla de explosivo, clavos, bolas de rodamiento y otras pequeñas piezas dentro de una olla a presión. Trozos de cables y baterías encontradas sugieren que los explosivos pudieron haber tenido un temporizador.

Estos aparatos, diseñados para hacer el mayor daño, son fabricados por muchos grupos terroristas internacionales y también por agrupaciones domésticas. Una vez que explotan, las esquirlas golpean a la altura de las extremidades. Como consecuencia, los servicios médicos han tenido que hacer numerosas amputaciones.

“Parecía una herida de guerra”, dijo entre lágrimas a la TV Alan Hern, padre de Aaron, un niño de 11 años que perdió una pierna por la explosión que lo sorprendió mientras esperaba el paso de su madre por la meta.

Las detonaciones golpearon precisamente el día en que Boston celebraba el Patriot´s Day con su tradicional maratón. Más de 20 mil corredores de 90 países estaban inscriptos. Además, se calcula que otro medio millón de almas abarrotaban las calles de la ciudad.

Alrededor de las 2.45 de la tarde (hora local) se produjo la primera explosión y unos doce segundos después reventó el segundo aparato. Ambas bombas estaban muy cerca de la línea de meta, colocadas literalmente entre los pies de un grupo de entusiastas espectadores que animaban a los atletas que se dirigían a la línea final.

Inmediatamente, este hecho desató el miedo latente de una sociedad que se siente permanente amenazada por múltiples formas de violencia, ya sea jihadista o de la casa. Todas las grandes ciudades del país activaron sus medidas de seguridad.

Sin nadie adjudicándose el atentado, la Casa Blanca anunció que el presidente viaja hoy a Boston para asistir a un servicio religioso en honor a las víctimas.

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