RP.- ¿De qué se trató el acto? ¿Cómo ve al justicialismo de cara a las elecciones del año que viene?

Se trata de un centro cultural y político en el barrio más popular de la ciudad de La Plata, que es Los Hornos. Hoy la política, la sociedad, más que nada, nos lleva a comunicarnos de otra manera, por eso quisimos implementar este centro cultural para poder acercarnos a la comunidad. Más allá del termómetro que tenemos de la complejidad social que hoy está atravesando la Argentina, la provincia de Buenos Aires y la ciudad de La Plata.

A partir de la implementación de este centro cultural y político podemos recoger las necesidades, las demandas de los vecinos y a partir de ahí poder ir planificando la respuesta. No tenemos hoy el poder político del gobierno nacional, de la provincia, ni municipal pero sí alguna respuesta podemos ir dando a través de nuestros concejales, de algunos dirigentes, pero fundamentalmente preparándonos para lo que va ser el 2017 y el 2019.

En el 2017, si el peronismo está unido en la ciudad de La Plata, yo no tengo dudas que vamos a volver al triunfo, que vamos a inundar de diputados, de concejales, quienes van a tener una misión fundamental que es la defensa de los derechos de los que hoy más se están sintiendo perjudicados por las políticas de la centro derecha: los trabajadores, los sectores más humildes, aquellos a los que el sueldo se les erosiona permanentemente, a los que el aumento de precio les pega de una manera cruel. Son aquellos que están excluidos totalmente en el GPS de Mauricio Macri, de María Eugenia Vidal y de Julio Garro.

RP.- ¿No cree que en el peronismo de La Plata y la provincia de Buenos Aires algunos se están apurando y hablan de candidaturas cuando a la gente le interesa llegar a fin de mes y la economía?

Creo que no es momento de hablar de candidaturas pero sí de plantear y con dureza las cosas que creemos que no están funcionando. El gobierno de la ciudad de La Plata parece que nunca termina de arrancar y que siempre está en veremos.

RP.- ¿Le echa la culpa a la herencia recibida?

¡Pero qué herencia recibida! Es un gobierno que está atrás de los acontecimientos. La gobernabilidad es el arte de eliminar las tensiones, eso se tiene que hacer permanentemente. Este gobierno no las elimina, las acumula y después se le hace muy difícil poder ir desactivándolas. Estas se provocan por una degradación del tejido social producto de políticas que están dirigidas solamente a un grupo y el otro sector se siente absolutamente excluido sin recibir ningún beneficio por parte de la políticas ni del gobierno nacional, provincial y municipal. Es ese sector el que nos demanda, con el que hay que estar al lado codo a codo, trabajando.

Al gobierno municipal le explota el conflicto y va detrás de él para tratar de resolverlo. Creo que tiene que ver con falta de planificación, profesionalismo, con improvisación y, lo que más me duele, que creo que también hay una premeditación sobre hacia dónde se dirigen las políticas, exclusivamente a un sector de la ciudadanía y los 19 barrios de la ciudad de La Plata quedan absolutamente aislados, sin enlaces. Cuando uno camina, nos dicen que los delegados no dan bola, no dan respuesta, hay una premeditación en la dirección de las políticas que se aplican.

RP.- ¿El tema de ir atrás de los incendios, es exclusivo del municipio, o cree que eso se da también en provincia y en nación?

El ministro Juan José Aranguren tuvo que salir a poner un porcentaje tope de las facturas de gas en el sur y ahora se está evaluando la posibilidad de hacer lo mismo con los adultos mayores y los clubes de barrio. Es decir, se da la prueba y error, pero entre  la prueba y el error hay un daño que se genera en la sociedad que es muy fuerte.

Dijeron: “Cancelamos con el fondo y la deuda y automáticamente llueven las inversiones en dólares”, y  eso no ha aparecido. Entonces vemos que la soluciones tardan un montón en llegar y mientras tanto hay más excluidos, gente bajo la línea de la pobreza. Lo de las tarifas fue algo que se hizo de una manera muy improvisada, que está causando estragos en la sociedad.

Quiero verlo bien al gobierno, quiero que le vaya bien a Garro, Vidal y Macri pero la verdad es que no veo que le encuentren el agujero al mate. Veo que los días pasan, la ansiedad por el segundo semestre… Estamos a días y la cosa sigue igual.

RP.- Escuchando a la gente que se acerca a este sector, ¿la lectura de la derrota es otra hoy?

Soy muy autocrítico de la derrota, de lo que pasó y  a partir de ahí estamos repensando un montón de acciones políticas, la manera de comunicarnos y vincularnos con la sociedad. Pero acá no perdió una sola persona sino todo el movimiento nacional justicialista.

Estamos en una dura discusión interna, seguramente van a emerger nuevos líderes, figuras, pero eso se tendrá que ver en el tiempo, despacio. Hoy lo que tenemos que hacer es acompañar a aquellos que más necesitan y tienen necesidades. Creando y generando estas organizaciones intermedias que acercan la demanda para tener la respuesta, es el rol que tenemos que cumplir y la obligación que tenemos como dirigentes justicialistas.