Un golpe de timón provocado por el cambio de contexto

Un golpe de timón provocado por el cambio de contexto

El Presidente resolvió que "era el momento" para medidas drásticas; se mostró con Kicillof y Larreta

 

 

"Alberto escucha a todos. Y como no podés cortar nada sin tener un plan, analizamos y evaluamos. El momento es ahora", razonaba un importante vocero del Gobierno luego de la conferencia de prensa en la que el presidente Alberto Fernández anunció la suspensión de las clases -medida que había descartado unas horas antes-, el cierre de las fronteras y una suerte de "cuarentena parcial" para una sociedad en vilo.

El vocero -y otros miembros del gabinete muy cercanos al Presidente- rechazaban que se tratase de un cambio de fondo en la dinámica de la gestión. "Se evalúa todo día a día. Desde la semana pasada pensábamos en todas estas medidas", contestaban cerca del Presidente.

Enfatizaban, en defensa de Fernández, que la misma decena de infectólogos y sanitaristas que el viernes desaconsejaban vaciar las escuelas dijeron lo contrario en la tarde de ayer. "Esto va mutando. Y ellos mismos le dijeron siempre a Alberto que sus posturas eran provisorias", afirmó un incondicional. Los sanitaristas le habían confirmado el cambio de postura al ministro de Salud, Ginés González García, en la mañana de ayer.

En el Gobierno destacaban otro hito de las últimas horas: que el Presidente "tomó el centro de la escena". No solo porque salió a hablar en la mañana del domingo y volvió a hacerlo al anochecer, sino por las conversaciones permanentes que mantuvo con miembros de su gabinete y referentes de la oposición. El ministro del Interior, Eduardo de Pedro; el propio Ginés González García (Salud), Nicolás Trotta (Educación) y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, fueron algunos de los que recibieron mensajes del Presidente "a cualquier hora".

Con el intendente de Vicente López, Jorge Macri, Fernández charló de madrugada sobre el caso de Miguel Paz, el preparador físico que violó la cuarentena y golpeó al encargado de su edificio. También dialogó con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con quien hoy buscará consensuar medidas para restringir el transporte urbano y evitar aglomeraciones.

"La foto de la conferencia de prensa con Larreta y (Axel) Kicillof es histórica, propia de una Argentina de locos", ironizaba ayer un albertista de la primera hora.

En la reunión, dónde se mantuvo una distancia prudencial entre cada uno de los asistentes, Fernández también manifestó su preocupación por las derivaciones económicas de la pandemia, un tema que había charlado en extenso con el ministro de Economía, Martín Guzmán, por la mañana.

"Tenemos que evitar que se caigan el consumo y el trabajo", afirmó un miembro del gabinete. Habrá medidas de alivio, agregó. En ese contexto, el propio presidente se mostró sorprendido ayer por el comentario del dueño de una cadena de supermercados, que le dijo que en los últimos días había "vendido igual" que en Navidad.

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