La Guardia Costera de los EEUU estaba cerrando el Puerto de Nueva Orleans y el río Mississippi a partir del viernes, deteniendo oficialmente todos los envíos comerciales antes de la llegada de la tormenta. Una portavoz de la Guardia Costera dijo que la actividad de envío ha sido mayormente restringida, pero mantenía el puerto abierto el mayor tiempo posible para que los embarcadores pudieran completar los preparativos para la tormenta.

Los vientos de Barry comenzaron a azotar la costa de Louisiana el viernes por la mañana. El Servicio Meteorológico Nacional advierte sobre la marejada ciclónica y las fuertes lluvias de la tormenta, que tienen el potencial de convertirse en el primer huracán de la temporada .

“Está empezando a hacerse más fuerte a medida que avanza hacia la costa, como esperábamos. Va a tocar tierra [el sábado] a lo largo de la costa central de Louisiana y puede muy bien alcanzar la fuerza de huracán de Categoría 1 cuando llegue a la costa ”, dijo el meteorólogo jefe de Bespoke Weather, Brian Lovern.

 

Si Barry se convierte en un huracán, lo más probable es que sea una tormenta de Categoría 1, con mucho menos daño por el viento que otras tormentas que han azotado el área. Pero se espera que Barry traiga una gran cantidad de lluvia, y las refinerías en su camino podrían ser vulnerables tanto a la marejada ciclónica como a otras inundaciones, lo que podría impedir que el personal se presente en el trabajo.

Solo una refinería Phillip 66, que tiene una capacidad de 253.600 barriles, se cerró completamente antes de la tormenta porque estaba ubicada en un área bajo evacuación obligatoria. Hay otras 10 en Nueva Orleans y Baton Rouge. Se esperaba que varias refinerías que no estaban cerrando recortaran las operaciones.

“La mayoría de las refinerías están calificadas para un categoría 3 y han superado las tormentas categoría 4 y 5 bastante bien”, dijo John Kilduff, socio de Again Capital. “Estoy más preocupado por la inundación del Mississippi por su boca debido a toda el agua que ya estaba bajando. “Estoy más preocupado por los intereses del envío, y lo que haría tanto a las importaciones como a las exportaciones y al movimiento de suministro”, explicó el analista.

La industria petrolera ha estado moviendo a los petroleros fuera del área y ha cerrado más de la mitad de la producción petrolera del Golfo de México. El gobierno estima que a partir de la mañana del viernes, el 59% de la producción actual, o 1.1 millones de barriles de petróleo por día, se había reducido, ya que la industria evacuaba a los trabajadores en el Golfo. Cerca del 49% de toda la producción de gas natural también se había cerrado.