El Gobierno volvió a avisar que limitará la interna

En el congreso del PJ, Zannini repitió que Cristina Kirchner quiere una cantidad de precandidatos K “lo más acotada posible”. Los dirigentes asintieron, pero nadie se bajó.

El Congreso Nacional del Partido Justicialista se reunió ayer y oficializó su decisión de integrar el Frente para la Victoria en las próximas elecciones. Pero, como entre los más de 800 congresales que desfilaron por Parque Norte estuvo el grueso de los precandidatos, ese trámite burocrático también sirvió de vidriera para contemplar las secuelas que dejó el estruendo provocado por la Presidenta al reclamar "un baño de humildad" a los dirigentes K y poner un límite a la extensa cantidad de fórmulas. Lejos de contradecir a Cristina, todos se encolumnaron detrás de ese pedido, aunque ninguno quiso ser el primero en dar el paso atrás y bajar su candidatura. Al menos por ahora, siguen en carrera los mismos.

Tras dos encendidos discursos, el de apertura, a cargo del gobernador formoseño Gildo Insfrán; y otro del salteño Juan Manuel Urtubey, bendecido con ese privilegio por su contundente triunfo en las PASO que lo dejó al borde de la re-reelección; la Casa Rosada volvió a marcar posición respecto a la estrategia para las elecciones. Más allá de que, a esa altura, puertas adentro del predio ya se hablaba casi exclusivamente de los dichos de Cristina, el secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini hizo uso de la palabra para advertir sobre "el dilema" que tiene el peronismo dado "que la Presidenta no puede volver a ser candidata" y que por eso hay "que asumir que hay que elegir las fórmulas para las PASO lo más acotadas posible". Y aseguró que, luego,"será el voto de la sociedad el que decida quién es el compañero que tiene que seguir con el proyecto".

Zannini tendrá la lapicera para avalar las listas, ya que fue ratificado ayer como apoderado, al igual que el diputado Jorge Landau y el secretario general de Presidencia y referente camporista Eduardo "Wado" de Pedro, quien reemplaza en esa función al histórico operador del PJ Juan Carlos Mazzón.

Pero más allá de que en el encuentro peronista se habló de lo nacional, todos entendieron que el pedido del Gobierno también se extiende a la carrera bonaerense, donde hay trece anotados. Varios de ellos, como el titular de la ANSeS Diego Bossio y el secretario de Seguridad Sergio Berni, podrían confluir en una fórmula; mientras que el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, el último en lanzarse, lucha con el titular de Diputados Julián Domínguez para encabezar la lista más "ortodoxa" K. Otros dos, como Patricio Mussi y Gabriel Mariotto, podrían aceptar ir como vices. Aún es un enigma cómo se resolverá la situación del intendente de La Matanza Fernando Espinoza, quien hace valer el poder de su distrito en términos electorales para sostener su candidatura. Y ayer a la tarde recibió un guiño especial de Daniel Scioli, quien fue especialmente a su municipio a apoyarlo.

El mensaje de Zannini no constituyó la única señal que surgió desde el entorno de la Presidenta. Al arribar a la costanera, el titular de la ex SIDE, Oscar Parrilli, otro hombre cercano a Cristina, dijo que todos pueden "ser peón, alfil y torre" y que "lo importante es estar comprometido con el proyecto". "Fueron muy claras las palabras de la Presidenta", arrancó Parrilli. "(Cristina pidió) racionalidad, el gesto y el compromiso militante de todos. Somos en primer lugar militantes de una causa que conduce la Presidenta", completó, ante la consulta de Clarín. Que el propio mandamás de la Agencia Federal de Inteligencia frenara su paso exclusivamente para hablar con la prensa fue toda una señal para los dirigentes.

Por lo pronto, el único que dio indicios ayer de que, más temprano que tarde, bajará su candidatura, fue el ministro de Defensa Agustín Rossi, quien con buen humor expresó: "Como dicen los norteamericanos, ‘take it easy', tiempo al tiempo". En cambio, el gobernador entrerriano Sergio Urribarri, otro de los presidenciables, evitó el tema, aunque en el Gobierno descuentan que acatará la orden a la brevedad. Así, tanto Scioli como el ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo tendrían el camino allanado para disputarse la sucesión de Cristina. Aunque también, tal como se desprende de los dichos de Zannini (afirmó que "no sólo" del peronismo surgirían las candidaturas) se abriría la posibilidad a una tercera lista, liderada por el ex canciller Jorge Taiana, para -al igual que en provincia, con Martín Sabbatella, de Nuevo Encuentro- retener el voto K no peronista.

Con el panorama claro para todos, casi que sobró el refuerzo que hizo el jujeño Eduardo Fellner, titular del PJ, en el cierre del acto. "No tengamos aspiraciones de más", dijo. Sus compañeros asintieron. Y así, parece, será.

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