El Gobierno y los sindicatos tironean el bloque massista por la ley antidespidos

El Gobierno y los sindicatos tironean el bloque massista por la ley antidespidos

El Frente Renovador quedó como árbitro en Diputados, pero está dividido. Las cuentas finas.

La postura del bloque de Diputados del Frente Renovador marcará la suerte del proyecto para suspender los despidos, que ayer comenzó a ser tratado en comisiones de esa Cámara y llegaría al recinto en dos semanas.

Como adelantó LPO, el Gobierno abandonó la inflexibilidad y optó por negociar cambios al proyecto aprobado por el Senado, pero siempre con la decisión de no avalar la suspensión de los despidos por 180 días, aun cuando se trata del corazón de la ley.  

 

 

 

Si es necesario, están dispuestos a aprobarlo en general y rechazar ese artículo en particular para que retorne al Senado y allí decidan si avalan esos cambios. Si insisten con el texto que enviaron, como suele repetir Miguel Pichetto, Macri podría hacer un veto parcial y no total, un aquelarre que tal vez le permita no mostrarse tan antipático con el tema como hasta ahora.  

 

 

 

Para llegar a una mayoría el oficialismo, una vez más, persigue a Sergio Massa, quien piensa que lo mejor es supender los despidos a las grandes empresas y aplicar medidas de promoción a las Pymes.

 

 

 

Pero el tigrense no tiene pleno consenso entre su bloque y aliados, donde un grupo de sindicalistas, liderados por Héctor Daher y Juan Facundo Moyano, quieren sancionar el proyecto del senado y aseguran arrastrar al menos 7 diputados. El Frente Renovador tiene 23  y supera los 30 con aliados. 

Marco Lavagna y José Ignacio de Mendiguren son los más interesados en incorporar beneficios para las Pymes, pero al igual que Massa, ni a ellos ni al resto del bloque les convence demorar la ley si los gremios rodean el recinto.  

 

 

 

La postura de votar el texto del Senado como está es compartida por el bloque Justicialista, el progresismo, la izquierda, el Frente para la Victoria y sólo una parte del Frente Renovador.

 

 

 

El problema es que ni aún con los 7 massistas no garantizan 129 votos necesarios para la mayoría y el margen para buscar más aliados es escaso, porque desde la Casa Rosada están a la caza de los bloques menores. 

 

 

 

Los más buscados son los seis diputados de Santiago del Estero, liderados por el senador Gerardo Zamora, quien votó a favor de la ley antidespidos pero el viernes fue recibido por Mauricio Macri y hoy por Rogelio Frigerio.

 

 

 

Los cordobeses son un caso similar: el senador Carlos Caserio no fue a la sesión que trató el tema y sus diputados coterráneos tendrían una actitud similar. En el Senado sí votó en contra Adolfo Rodríguez Saá, que tiene 3 diputados pero no nadie puede fiarse de ellos porque más de una vez los hizo votar diferente a él. Le gusta distraer a la prensa. 

 

 

 

En este escenario, la ley del Senado sólo puede garantizarla el grueso del Frente Renovador y es lo que Cambiemos busca evitar, aunque con límites claros para su negociación.

 

 

 

“Nunca avalaremos una prohibición de despidos. Sí protección a las Pymes y mayores medidas para proteger el empleo”, dijeron a LPO fuentes del oficialismo.

 

Pero lo cierto es que la marcha sindical del viernes golpeó duro al Gobierno y la reunión de anoche entre Jorge Triaca, Emilio Monzó y otros referentes del PRO, le dio inicio a una etapa de diálogo más abierto sobre un asunto que, como está planteado, logró alterar a Macri. 

 

 

 

“No estamos discutiendo una ley antidespidos, sino un plan de empleo”, intentó marcar la cancha hoy Nicolás Massot, jefe del bloque PRO.

 

 

 

Cambiemos tendió una trampita para el plenario de comisiones: no pudo ponerse en el temario el proyecto aprobado por el Senado porque Gabriela Michetti nunca lo envió.

 

 

 

De haber llegado, los kirchneristas podían haber firmado un dictamen y buscar tratarlo mañana, en la sesión especial que pidieron para las 10 horas. Sin el proyecto no podrán hacerla. 

 

 

 

Dispuesto a evitarlo, Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto, aclaró que el plenario de hoy era "informativo", no recibió dictámenes y anunció tres sesiones para debatir la situación del empleo.

 

 

 

Mañana a las 14 llegarán los líderes centrales sindicales, el martes representantes de Pymes, el miércoles Triaca y el jueves será el momento de firmar dictámenes. La sesión sería el 18.

 

 

 

Cambiemos no pudo evitar que lo que la reunión terminara siendo una catarsis de los diputados sobre el tema más sensible del momento. 

 

 

 

“Estamos en un momento complejo con realidades de despidos, inflación, caída de consumo, entre varios problemas que se han agravado. El Gobierno no está escuchando y esto genera angustia en las familias argentinas e incertidumbre en la economía que necesita confianza”, sostuvo Kosiner.

Siempre teatral, Eduardo Amadeo se ganó los aplausos con un mea culpa histórico: "Participé de los paros de Ubaldini a Alfonsín y me arrepiento. No siempre la calle tiene razón", desafió. 

 

 

 

“Algunas leyes las votamos e hicimos felices a mucha gente, como cuando nacionalizamos las AFJP”, replicó el kirchnerista Depetri, en respuesta a Mauricio Macri. Mañana sigue el debate. Y las cuentas.

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