No estarán para recibirlo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, ni el jefe de Gabinete, Marcos Peña, de viaje junto con el presidente Mauricio Macri. Pero el Gobierno espera para hoy en el edificio del ex Banade al ministro de Hacienda de Santa Cruz, Juan Donnini, con quien comenzará a negociar una salida de la grave crisis económica y social que vive esa provincia, derivada de la mora en el pago de sueldos a estatales y jubilados.

"Vamos a ver qué propuesta trae", afirman cerca de Frigerio. El subsecretario de Provincias, Alejandro Caldarelli, espera que el enviado de Alicia Kirchner llegue con el "plan de readecuación fiscal", prometido hace diez días, y que a ojos de la Casa Rosada serviría para "demostrar disposición" a encontrar una salida de la crisis de una provincia sobredimensionada en planta de empleados públicos y con una caja de jubilaciones deficitaria.

Otro de los objetivos de Donnini será agilizar el préstamo del Banco Nación, que en un principio era de $ 900 millones y podría bajar a $ 750 millones por el "riesgo crediticio" que para la entidad supone la situación económica de la provincia. En Balcarce 50 no hablan de "imposiciones" y aseguran que "a nadie le conviene una provincia incendiada". Pero reclaman, en la misma línea, que Alicia Kirchner presente un plan para "racionalizar" las cuentas de la provincia y se muestre dispuesta a realizar "reformas políticas e institucionales" que consideran prioritarias.

En la lista está, por supuesto, la ley de lemas provincial, que le permitió a la cuñada de la ex presidenta Cristina Kirchner sumar sus votos con los del ex gobernador Daniel Peralta y, así, derrotar al radical Eduardo Costa. "Y también terminar con la reelección indefinida", agrega una fuente cercana al Presidente.

En ninguna carpeta figura el término intervención, aun si la provincia no trajera una propuesta "creíble" para reducir su déficit. "Alicia sabe muy bien lo que hay que hacer, lo conversó con Frigerio muchas veces y el diálogo por supuesto se mantiene", afirmó a LA NACION uno de los pocos funcionarios que mantuvieron el ritmo de sus reuniones en la Casa Rosada a pesar de la ausencia del Presidente. Sergio Uñac, gobernador (peronista) de San Juan, se alineó con la posición del Gobierno al pedirle ayer a la gobernadora que haga "esfuerzos para ir equilibrando y controlando las cuentas".

Nadie quiere cargar demasiado las tintas, pero en la Casa Rosada recuerdan que, antes de irse del poder, Cristina Kirchner giró a Santa Cruz $ 1350 millones como anticipo de coparticipación. "Era claramente para que lo usara Alicia", recuerdan. Esperan hoy "algún tipo de respuesta" por los $ 7500 millones que la provincia aún le debe al Estado.