¿Qué valor piensa que tiene la Semana Social?

“Es importante que la Iglesia, año tras año, convoque a actores políticos, sociales y sindicales para intercambiar ideas acerca de la actual problemática social que atraviesa el país. Tiene desafíos muy claros en materia de inclusión, de lucha contra el narcotráfico y pobreza extrema. Estos temas son parte de la agenda y se reafirman en la idea de, como dice la Iglesia y Monseñor Lozano, construir ámbitos de diálogo y encuentro”.

¿Ve reflejados en la Semana Social los diez puntos firmados en el Pacto de San Antonio de Padua?

“Sí. Son preocupaciones de la mayoría de los actores políticos y sociales. En realidad, los estamos propiciando los intendentes, que somos los que estamos todos los días en contacto con la gente y sus problemas. Lo que alentamos desde la dirigencia política es que haya un compromiso mucho más claro y categórico sobre estos puntos. Creo que tiene que ver con la necesidad de recuperar y construir confianza entre la sociedad y la dirigencia política que permitiría avanzar y transformar muchas de estas cuestiones: la pobreza, la violencia de género, narcotráfico, el empleo y el medio ambiente”.

¿Qué reflexión hace sobre los primeros meses de gestión de Macri?

“Con mucha preocupación. Creo que es un gobierno que funcionó y funciona con dos velocidades: para eliminar retenciones, para abrir importaciones y para aplicar un tarifazo necesitó quince días. En cambio, para generar políticas y programas de inclusión social, para eliminar el IVA de la canasta básica y para avanzar en la reforma del impuesto a las ganancias ya van seis meses y no hemos tenido respuestas. Entonces, me parece que es un gobierno que ha elegido mal las estrategias para resolver los problemas que tenía la Argentina”.

Entonces, ¿qué piensa que tendría que haber hecho?

“Para enfrentar esos problemas, nosotros creemos que tendría que haber encarado estrategias que cuiden más el empleo, el salario y el mercado interno”.