El Gobierno llamó al diálogo pero ya fijó sus pautas para cambiar Ganancias

El Gobierno llamó al diálogo pero ya fijó sus pautas para cambiar Ganancias

Convocó a gremios, a gobernadores y a la oposición para discutir un nuevo proyecto de ley consensuado, pero pide que la iniciativa se ajuste al presupuesto 2017 y que no amplíe el gasto público

 

Luego de haber logrado frenar en el Senado el proyecto de reforma al impuesto a las ganancias de la oposición peronista, el gobierno de Mauricio Macri convocó ayer a los diputados, senadores, la CGT y los gobernadores para discutir, con cada sector por separado, un nuevo proyecto de ley que se atenga a las pautas del presupuesto 2017 para no alterar la economía ni las futuras inversiones.

El presupuesto del año próximo prevé un gasto fiscal de 30.000 millones de pesos para la reforma de Ganancias. Si no se logra un acuerdo y se aplica el proyecto aprobado en Diputados, ello implicará un impacto fiscal mayor, se deberán definir nuevas fuentes de financiamiento (nuevos impuestos) o más recortes de partidas, advirtió la Casa Rosada.

Según informó anoche a LA NACION una alta fuente del Gobierno, mañana el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, se reunirá con la CGT. Ayer el propio Macri hizo un anticipo al encontrarse con Hugo Moyano. Además, el presidente de Diputados, Emilio Monzó, cenó anoche con la cúpula gremial para acercar posiciones posturas sobre el mínimo no imponible y la excepción de viáticos para el transporte.

El lunes próximo, las autoridades legislativas de Cambiemos lo harán con todos los bloques de diputados y senadores. Y el martes el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, recibirá a los gobernadores. "El objetivo de máxima es llegar a un acuerdo para presentar un proyecto consensuado entre todos esos sectores el miércoles en el Senado", dijo a LA NACION un allegado a Frigerio.

Pero existe un "Plan B": si no hay acuerdo, la Casa Rosada buscará acordar un proyecto sólo con los gobernadores más afines y someterlo a votación con el del peronismo en el Congreso: el que tenga más votos gana.

En tanto, hoy habrá una reunión por la mañana entre Macri y su mesa chica del Gobierno para definir la estrategia de negociación.

Se usará como referencia de la negociación un proyecto que surgió de los gobernadores sobre la base de una iniciativa original del senador Rodolfo Urtubey (PJ, Salta), que está a mitad de camino entre el proyecto del peronismo unificado, que sancionó Diputados, y el proyecto oficialista.

"La pauta que se seguirá es llegar a un proyecto con responsabilidad fiscal y que no perturbe el ánimo de los inversores y del financiamiento del Estado", dijo a LA NACION un alto funcionario. El dictamen consensuado por los líderes del Frente Renovador, Sergio Massa; del Frente para la Victoria, Axel Kicillof, y del Bloque Justicialista, Diego Bossio, por ahora congelado en el Senado, tiene un impacto fiscal de 132.000 millones de pesos, según la AFIP, de los cuales la mitad lo debían afrontar las provincias. Como fuente de financiamiento restablecía retenciones a la minería, creaba impuestos a la renta financiera y los plazos fijos, y a los bienes improductivos sin una pauta de recaudación clara.

Macri lo consideró una mala señal, de falta de reglas de juego, para inversores, la industria, el sistema financiero productivo, y boicoteaba el blanqueo de capitales, según el Gobierno. Por eso Macri amagó con hacerle pagar el costo fiscal a las provincias que lo respaldaban, suspendiendo obras públicas y transferencias comprometidas, y sólo vetar los nuevos impuestos creados para mantener las reglas de juego con los inversores.

La mayoría de los gobernadores presionaron entonces para frenar a los senadores del FPV. Las provincias mineras, como San Juan, La Rioja y Catamarca, alertaron que podían perder inversiones y empleo en sus distritos. En ese contexto, el jefe de ese bloque, Miguel Pichetto, pidió anteayer una "mesa multisectorial" al Gobierno. Sin embargo, la convocatoria anunciada ayer luego del mediodía por el jefe del Gabinete, Marcos Peña, y por Frigerio será a todos los sectores, pero por separado.

Esto último no cayó bien en el PJ y Pichetto pidió por la tarde "un límite de tiempo", hasta el miércoles próximo, para presentar el nuevo proyecto de Ganancias. De lo contrario se sancionaría el del peronismo rechazado por los gobernadores y la Casa Rosada.

En Balcarce 50 no le prestaron mayor atención y consideraron que Pichetto debía dar señales de firmeza hacia adentro de su bloque. De todos modos, Macri quiere el nuevo proyecto para el miércoles. Según dijeron fuentes oficiales, se pondrá como referencia un proyecto consensuado anteayer por los gobernadores en el hotel Savoy, que se articuló sobre la base de una iniciativa del senador Urtubey.

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