La arenga, con ribetes de advertencia, se escuchó en boca de cuatro ministros. Pero fue Eduardo "Wado" De Pedro quien lo manifestó con mayor claridad y autoridad frente a sus pares. "Dale, hay que recuperar la agenda para adelante, no nos olvidemos de que volvimos para dar soluciones y transformar al país", dijo el ministro del Interior en la noche del miércoles en el Centro Cultural Kirchner, según reconstruyen distintas personas que lo escucharon.

Los ministros estaban reunidos en pleno, una imagen que se vio poco. El mensaje de Wado, compartido en la Casa Rosada, apuntó a empujar a un megagabinete de veinte carteras que, cumplidos los primeros seis meses de gestión, tuvo un protagonismo dispar y aún no pudo arrancar con buena parte de su agenda. 

En el Gobierno hay una intención de cambiar el repertorio, de pasar de "fase". Alberto Fernández quiere salir del modo defensivo de la emergencia sanitaria y encarar el segundo semestre con un acento puesto en la reactivación. El éxito de la primera etapa de la cuarentena ya quedó viejo. Por eso, el Presidente hará más visitas a la "Argentina blanca" (el territorio que no tiene coronavirus), retomará el diálogo con gremios y empresarios, y hará más énfasis en el futuro, en lugar de destacar los parches de auxilio económico que aplicó hasta ahora.

 

 

"No podemos quedar atrapados en dos temas: pandemia y deuda", opinó un ministro. Otro alto funcionario dijo a LA NACION : "Lo que estamos diciendo hacia adentro es que la pandemia va a pasar y cuando ocurra ya tenemos que tener preparado el día después".

Un buen momento para "resetear" la gestión, opinan importantes asesores de la Casa Rosada, aparecerá si se resuelve favorablemente la negociación de la deuda, que la semana próxima tendrá un capítulo determinante, cuando el Gobierno enmiende su oferta para la pulseada final con los bonistas. La otra pata será la conformación del presupuesto 2021, que incluirá una reforma tributaria, luego de trabajar sin ley de presupuesto durante el período en curso.

"Si se resuelve el problema de la deuda, el despegue de la economía va a ser magnífico", dijo Fernández en las últimas horas. No son pocos los funcionarios que creen que el Presidente se sobregiró en optimismo, con todos los índices económicos desplomados a valores históricos.

Dinámica de grupo

En la Casa Rosada tomaron nota de que existen ritmos dispares entre los ministros, si bien contemplan que muchas carteras recibieron de lleno el impacto de la pandemia, ya sea porque tuvieron que readaptar todos sus programas, o porque quedaron con una agenda en suspenso. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, viene teniendo con cada uno reuniones de trabajo de activación de programas.

Hay ministerios, por ejemplo, que, a seis meses de gestión, ejecutaron menos del 30% de su presupuesto, según datos públicos que verificó LA NACION . Es el caso de los ministerios de Vivienda y Hábitat (14%), Turismo y Deportes (14%), Mujeres, Géneros y Diversidad (26%) y Ambiente y Desarrollo Sostenible (27%).

En el caso de Vivienda y Hábitat, la ministra María Eugenia Bielsa quiso revisar todos los contratos que heredó de la gestión anterior antes de hacer pagos. La cartera todavía arrastra dificultades burocráticas vinculadas a la conformación de las estructuras para un ministerio nuevo. Lo mismo sucede con Mujeres, Géneros y Diversidad, donde la ministra, Elizabeth Gómez Alcorta, tuvo estructura administrativa recién el 2 de marzo y edificio para trabajar hace apenas algunas semanas. Ambas funcionarias avanzaron con la conformación de planes y programas y esperan cumplir con los objetivos de sus carteras este año.

 

 

En Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié debió readaptar su planificación para trabajar, por caso, la logística de los residuos patológicos del Covid. En el caso de Turismo y Deportes, a cargo de Matías Lammens, se espera que el ministerio tenga un rol clave para sostener al sector paralizado por la pandemia. En los últimos días le giraron una nueva partida de $1400 millones.

Del lado de los ministerios que más ejecutaron su presupuesto, por encima del 50%, están, con lógica, Desarrollo Productivo (Matías Kulfas), Desarrollo Social (Daniel Arroyo), Salud (Ginés González García), Interior (De Pedro) y Trabajo (Claudio Moroni).

Cafiero creció como portavoz y se consolidó como articulador de un gabinete que es muy amplio y que Fernández maneja de forma radial, punto a punto; De Pedro se erigió como fundamental articulador político, entre Fernández y Cristina, entre los socios de la coalición de gobierno y también con los gobernadores del oficialismo y la oposición.

 

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La primera línea del Presidente se completa con la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, arquitecta jurídica de las medidas; el secretario General de la Presidencia Julio Vitobello, que moldea la agenda a medida de Fernández y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, el funcionario que, con ciertas pinceladas de idealismo, está dedicado a poner la vista en el largo plazo.

Beliz quien, junto a la asesora presidencial Cecilia Nicolini, está elaborando el bautizado "plan de la pospandemia", que tendría cuatro fases. El viernes hubo una extensa reunión en la Casa Rosada para avanzar con la redacción del programa, que Alberto Fernández dijo que presentará. Hasta ahora, solo es una promesa.