El Gobierno frenó la ofensiva contra los sindicatos opositores

Luego de las denuncias de funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner contra dirigentes sindicales, a quienes acusan de ser instigadores de saqueos a supermercados en diversos puntos del país, en la Casa Rosada aseguraban ayer que la situación de inestabilidad por los saqueos tendía a normalizarse y que "todo está superado".
Sin embargo, en el Gobierno se registró un profundo silencio que contrastó con la sucesión de declaraciones del día anterior. De todos modos, los funcionarios no descartan que en los próximos días la Presidenta ordene a sus ministros formular una denuncia en la Justicia contra los jefes de la CGT y la CTA antikirchneristas, Hugo Moyano y Pablo Micheli, y de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo.

También consideraban que el gobernador Daniel Scioli podría profundizar las investigaciones sobre los saqueos en su provincia y transformar esa información en una denuncia penal. En especial, la mira de la Casa Rosada estaba puesta en la procuradora bonaerense, María del Carmen Falbo.

Pese al silencio notorio de los encargados de la seguridad nacional, en el Gobierno se sobresaltaron con los saqueos y el vandalismo que se registró ayer en San Miguel del Tucumán, donde por la noche la policía provincial pudo controlar la situación.

Sin embargo, no hubo información oficial al respecto. Los ministros y funcionarios guardaron un profundo mutismo.

El jefe del Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el secretario de Seguridad, Sergio Berni, habían denunciado anteayer a Moyano, Micheli y Barrionuevo de todas las formas posibles. Se tejieron todo tipo de hipótesis para vincular a los dirigentes sindicales opositores con los desmanes en distintos puntos del país.

No ocurrió eso durante el día de ayer. Pese a ello, no se descarta que Abal Medina anuncie en los próximos días una investigación de las fuerzas de seguridad e inteligencia de la Nación en la cual denunciaría algunos nombres y vinculaciones con dirigentes sindicales para sostener la acusación del viernes último.

En otro orden, más allá de la calma que reinó en gran parte del páís -con excepción de Tucumán-, fuentes oficiales de la Casa Rosada confirmaron ayer que los operativos conjuntos entre las fuerzas federales de seguridad, de la Nación, y las policías provinciales continuarán por lo menos hasta mañana, día en que se celebrará la Nochebuena y en Navidad.

"Sigue la alerta total y los operativos continúan. Todas las fuerzas están movilizadas", confió a LA NACION un funcionario.

La tesis oficial sobre los instigadores de los saqueos consiste en adjudicarlos a "grupos organizados" aunque hasta ahora, más allá de las acusaciones a Moyano, Micheli y Barrionuevo, nadie en Balcarce 50 pudo establecer quién los organiza y cómo. Todas las fuerzas policiales nacionales y provinciales continuaban investigando ayer a los detenidos, pero no hubo precisiones.

Sólo Berni, y luego Abal Medina, había asegurado que se encontró a un dirigente camionero durante un saqueo en la localidad bonaerense de Campana, mientras que en la provincia de Neuquén, el gobernador Jorge Sapag culpó a un dirigente supuestamente vinculado a ATE, el sindicato que conduce Micheli, de provocar un corte de luz.

Pareció muy poco para establecer una acusación tan directa sobre los dirigentes sindicales más enfrentados con la Casa Rosada y con la presidenta Cristina Kirchner..

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