El Gobierno flexibiliza el ajuste que aplicará en el Correo

El Gobierno flexibiliza el ajuste que aplicará en el Correo

En el Correo Argentino el Gobierno también podría terminar aplicando el gradualismo. El plan de ajuste inicial que se había planteado desde el Ministerio de Modernización, con el aval de la Jefatura de Gabinete, no pudo llevarse a cabo bajo el paraguas de un procedimiento preventivo de crisis en el Ministerio de Trabajo y, ahora, las autoridades negocian con los gremios de la empresa una propuesta algo más edulcorada.

 

Según confirmaron a LA NACION fuentes del Correo Argentino, el procedimiento preventivo de crisis se dio por cerrado el 29 del mes pasado. Pero desde entonces las partes comenzaron a acercar posiciones en una negociación directa para poder reducir el déficit de la empresa, que en 2017 superó los $3500 millones.

"El Gobierno no pudo argumentar bien la apertura del procedimiento de crisis y tuvo que desistir de esa instancia. Pero seguimos negociando por afuera", confió un dirigente gremial, que pidió no ser identificado. "Estamos cerca de llegar a un acuerdo", aseguró.

En principio, una de las grandes concesiones que se habría puesto sobre la mesa sería la de firmar un compromiso de estabilidad laboral para los cerca de 16.000 empleados que tiene la empresa estatal. Aunque, en forma paralela, continuaría abierto el registro para retiros voluntarios. El año pasado, entre retiros y jubilaciones anticipadas, se fueron de la empresa unas 900 personas. La idea original del Ministerio de Modernización era elevar esa cifra este año a unas 1700 personas.

"No va haber despidos -afirmaron en los gremios-. Pero sí siguen los retiros voluntarios. Van a llegar a la cifra que creen que hay que ajustar porque los gremios facilitamos ese número", aseveraron. Las autoridades del Correo, sin embargo, le bajaron el tono al tema. "No hay nada cerrado todavía. De hecho, el acuerdo estuvo a punto de cerrarse dos veces y se cayó. Es cierto que no va haber despidos masivos, pero no significa que no va a haber alguna medida en pos de seguir reduciendo el déficit", aclararon.

Los gremios, por su parte, habrían accedido a que el Gobierno les pague en marzo el 5% de aumento que todavía restaba de la paritaria de 2017. En su momento, el compromiso era hacerlo en enero pasado, pero luego en su plan el Gobierno planteó postergarlo hasta mayo. Por otra parte, los sindicatos estarían dispuestos a que los empleados empiecen a trabajar los sábados en algunas localidades del país. "Lo tiene que definir la empresa -señalaron las fuentes-. Pero es algo que se va a formalizar en 30 o 60 días, en un breve plazo. Ya hay algunos lugares donde lo estamos haciendo, en La Plata, Córdoba y Santa Fe", explicaron.

Conflicto

Tal vez el punto más conflictivo sigue siendo el del aporte especial que cada mes debe realizar la empresa a los gremios y que representaría unos $700 millones al año. El aporte, que en el estatuto del Correo era del 2,5% de la masa salarial, en los últimos años fue creciendo hasta alcanzar el 7,5%.

La aspiración de Modernización era llevar ese aporte a cero, y al mismo tiempo eliminar las licencias pagas -los salarios de aquellos empleados que trabajan exclusivamente para el gremio y que corren por cuenta de la empresa-. Ahora los gremios estarían hablando de recortar el aporte al 3,5% de la masa salarial, pero podrían no incluir este punto en el documento final, sino solo llevarlo a cabo de palabra.

Las paritarias de 2018, en las cuales el Gobierno pensaba plantear no otorgar aumentos salariales, tal como acordó con los trabajadores metalúrgicos de Tierra del Fuego, también deberán esperar; al menos, así lo plantean los sindicatos. Usualmente, las paritarias se abrían y cerraban en abril de cada año. Los gremios planean dejar las negociaciones de este año fuera de este acuerdo marco que están cerca de firmar y su idea es postergarlas hasta por lo menos junio próximo.

"Quieren que cierren sus acuerdos otros gremios, ver qué pasa con la cláusula gatillo y la inflación, y recién ahí negociar", reconoció una fuente al tanto de las conversaciones.

Hasta ahora, las conversaciones con los representantes sindicales del Correo Argentino fueron llevadas adelante no tanto por el directorio de la empresa, sino directamente por funcionarios del Ministerio de Modernización, que conduce Andrés Ibarra. En particular, los interlocutores oficiales son dos hombres que supieron estar en el Correo en su momento: Carlos Lelio, hoy subsecretario de Relaciones Laborales, y el director nacional de Relaciones Laborales, Gonzalo Díaz.

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