El Gobierno evalúa impulsar comicios internos gremiales

Propone la creación de un código para dar mayor transparencia; preocupación de las tres CGT por los fallos de la Corte sobre libertad gremial
El atomizado universo de gremios que anida bajo las siglas de las tres CGT estaría dispuesto a unirse si comenzara a ver amenazados por la Justicia los beneficios políticos y económicos que el vigente modelo sindical les facilitó para construir su poder.

Tan grande es la preocupación que Antonio Caló, jefe de la central oficialista, mantuvo una reunión con el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, a quien le objetó tres fallos que atentan contra el actual modelo sindical.

En tren de no soltarle la mano al sindicalismo peronista, el Gobierno ya evalúa un plan para que cualquier fallo judicial no atente contra uno de sus principales aliados. Intentaría, sobre todo, evitar modificaciones en lo relativo a la negociación del convenio colectivo y a la administración de las obras sociales. Es decir, ayudaría a blindar la caja y el monopolio de los sindicatos con personería. Pero en lo que sí el Gobierno aceptaría reformas es en lo que tiene que ver con las elecciones internas de autoridades: impulsaría un nuevo sistema, que se llamaría Código Electoral Sindical.

La incertidumbre entre los gremios cegetistas se acentuó a partir de tres fallos escalonados de la Corte Suprema sobre el modelo sindical. El último de ellos, divulgado el 18 de junio pasado, les reconoce a los gremios simplemente inscriptos, la mayoría de ellos agrupados en la CTA, la representación de los intereses individuales y colectivos de los trabajadores. Ergo, podrían negociar convenios y administrar recursos, dos conquistas en que la CGT no está dispuesta a ceder ni un milímetro. Para ejemplificarlo con un caso: los metrodelegados del subte alcanzarían casi los mismos derechos de la Unión Tranviario Automotor (UTA), que negocia hoy en soledad sus aumentos salariales.

No bien se conocieron las decisiones del máximo tribunal, Caló dejó en claro su disidencia. "Con este fallo, la Corte quiere atomizar al movimiento obrero. No puede ser que cualquier chichipío, juntando tres o cuatro compañeros, tenga un sindicato", dijo el referente metalúrgico. Y les tendió un puente a sus rivales Hugo Moyano y Luis Barrionuevo."Quieren modificar el sistema de Perón. Si por mí fuera, doy un paso al costado por la unidad. Pero para bailar hacen falta dos y dejar los personalismos de lado", propuso.

Caló instruyó al equipo de abogados de la UOM, la Uocra y de Comercio para que estudien los alcances de los fallos de la Corte. Los letrados, además, mantuvieron una serie de encuentros reservados con Noemí Rial, la número dos del Ministerio de Trabajo. Rial y los gremialistas elaboraron un bosquejo que obstaculizaría las intenciones de los gremios simplemente inscriptos que quieren competir con los gremios con personería.

Pero en la cúpula de Trabajo no todos coinciden con la iniciativa de Rial. Avanza, en simultáneo, una propuesta para transparentar las elecciones de autoridades. Se impulsarían medidas para monitorear y reglamentar la vida interna de los gremios, cruzados por fraudes y corrupción.

El proyecto original lo volcaron en un libro Álvaro Ruiz, actual subsecretario de Relaciones Laborales del ministerio, y Mario Gambacorta. La primera publicación fue independiente y estuvo a cargo de la Editorial Punto de Encuentro. Pero hace dos meses editaron una nueva versión que está avalada por Presidencia de la Nación y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Allí los autores plantean la necesidad de instrumentar "mayores y mejores prácticas democráticas" y "ampliar la participación" en los gremios.

Ya existe una batalla subterránea entre la CGT y la CTA por el encuadramiento y la representación de los trabajadores. "Hugo Yasky [de la CTA oficialista] está atado de pies y manos con el Gobierno así que no podrá quejarse demasiado", dijo un jerárquico de la CGT sobre el eventual acuerdo entre la central y el Gobierno para evitar bruscas modificaciones del modelo.

En las dos CTA, en tanto, avanzan con sus respectivos proyectos para modificar la ley de asociaciones sindicales, algo que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, no estaría dispuesto a reformar.

AMENAZAS DE PROTESTAS

El jefe de la CTA disidente, Pablo Micheli, anticipó nuevas medidas de fuerza conjunta con la CGT opositora que conduce Hugo Moyano al advertir que "más temprano que tarde vamos a estar en la calle otra vez". Evaluó que las protestas se resolverán "si no hay respuestas" del Gobierno, y podrían ser en enero o febrero.

EL DEBATE SINDICAL QUE SE VIENE

Propuestas analizadas entre el Gobierno y los gremios

Las tres vertientes de la CGT no están dispuestas a ceder el control de la negociación colectiva ni de las obras sociales, tal como surge de las sentencias del máximo tribunal. Hay negociaciones con la Casa Rosada para evitar la pérdida de poder frente a los nuevos sindicatos.

El Gobierno quiere evitar un avance sobre los gremios con personería, que su mayoría están en la CGT. El único cambio que avala es democratizar la elección de autoridades después de tres fallos de la Corte Suprema de Justicia que impulsan reformas profundas en el sindicalismo..

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