El Gobierno dice que si no llega al ballottage ofrecerá "cooperación" en la transición

El Gobierno dice que si no llega al ballottage ofrecerá

Fernández y Lavagna expresaron inquietud para la etapa que se abre tras las elecciones; la Casa Rosada apuesta a la segunda vuelta

 

El Gobierno descartó ayer de plano que el país pueda repetir en los próximos meses una " transición como la de 2015", como lo planteó Roberto Lavagna y lo deslizó Alberto Fernández, en alusión al turbulento traspaso de mando entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri. En la Casa Rosada, donde ayer emergía un mensaje de optimismo con la apuesta enfocada en alcanzar el ballottage, aseguraron que en caso de perder la elección comenzará una etapa de " cooperación" con la actual oposición.

El enfrentamiento entre Mauricio Macri y su principal rival, el candidato del Frente de Todos, no afectará una eventual convivencia, según aseguraron en la sede del Gobierno. Pero habrá límites, el Presidente no hará la "tarea sucia" que pretende el kirchnerismo en materia económica, en caso de que resulte ganador en las elecciones.

En 2015, el recuerdo de la ausencia de la expresidenta Cristina Kirchner en el traspaso de mando fue el desenlace de una transición fallida. Una de las pocas excepciones fue la de Rogelio Frigerio en el Ministerio del Interior. Cerca de Macri anticipan que si el resultado de las PASO vuelve a favorecer a su competidor, ocurrirá todo lo contrario.

"Nada de lo que ellos hagan cambiará nuestra esencia y nuestros valores", dijo a LA NACION el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, uno de los colaboradores más estrechos del Presidente.

Fernández, en tanto, advirtió que la "transición debe ser tranquila" y le pidió al Presidente que "no se vuelva a enojar y que no vuelva a llamar al Banco Central para que liberen el dólar". Y sentenció: " Pierde Macri y asume otro".

Desde la Casa Rosada reaccionaron ante las palabras del postulante del kirchnerismo. "En caso de que ellos [por Alberto Fernández] ganen, la incertidumbre será muy grande", advirtió uno de los hombres de confianza del jefe del Estado.

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Según fuentes oficiales, el Gobierno está actuando como un freno ante los empresarios que quieren "aumentar los precios y echar gente" ante los interrogantes que despierta Alberto Fernández. "Hoy estamos administrando una economía kirchnerista", se lamentó un integrante del gabinete nacional.

Pero en los últimos días cambió el clima interno. La marcha del sábado en el Obelisco y la performance de Macri explican el renovado entusiasmo que tiene al Presidente y al jefe de Gabinete, Marcos Peña, como sus principales exponentes. "Vamos a llegar al ballottage y va a bajar el riesgo país", sostuvo, entusiasmado, un funcionario con acceso al despacho presidencial.

Lavagna fue quien puso en palabras un interrogante que se instaló con fuerza tras el malestar que mostraron Macri y Fernández. "Tengo la impresión de que vamos camino a una transición conflictiva como la de 2015. Siempre hay que buscar situaciones de concordia para que las cosas puedan funcionar", dijo el exministro de Economía en declaraciones radiales.

Cerca de Fernández, según fuentes del Frente de Todos, consideran que si el Gobierno es derrotado deberán asumir la "tarea sucia" después del domingo. En ese sentido, tienen en lista la eliminación del decreto del IVA y el aumento de las restricciones para la compra de dólares y las transferencias fuera del país, con el objetivo de poner un freno a la diáspora de divisas en los bancos.

En principio, si hiciera falta "endurecer" el control cambiario, el gobierno nacional se muestra dispuesto. "Se evaluará", dijeron fuentes del Palacio de Hacienda. También habrá buena disposición para tratar el presupuesto en el Congreso, pero no hay posibilidad de que Macri acepte liberar el tipo de cambio. "Una nueva devaluación sería una irracionalidad, el dólar está alto", advirtieron cerca del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza.

Otro de los que descartaron un conflicto con el oficialismo fue el diputado Daniel Arroyo, uno de los hombres de consulta de Alberto Fernández, que podría formar parte de su gabinete. "No hay espacio para una transición caótica en la Argentina", declaró a FM Futurock Arroyo.

Y agregó: "Tenemos que actuar con responsabilidad. La situación macroeconómica y la vida cotidiana están agarradas con alfileres. Nadie tiene que hacer macanas. Todos queremos ayudar. Imagino una transición ordenada, un trabajo serio. La vida diaria está durísima, no está la Argentina con tiempo y espacio de tirar más de la cuerda. Todos tenemos que actuar con responsabilidad".

 

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