El gobierno deberá lidiar con los límites que le puso el Congreso para tomar deuda

El gobierno deberá lidiar con los límites que le puso el Congreso para tomar deuda

Los legisladores pusieron un tope, pero el ministro sumó USD 500 millones. Se vienen más controles.DyN

 

Mauricio Macri consiguió cómodamente la ley para pagarle a los holdouts, pero quiso aprovechar la ocasión para tomar más deuda externa y sólo lo logró a medias.

Al final del debate, tras un mes de arduas discusiones con cifras siderales, de mínima, quedó claro que el Congreso le autorizó de manera explícita apenas 675 millones de dólares por encima del pago previsto a los holdouts, para usar a gusto. Pero tal vez sea mucho más.

 

Y no es ilegal: Diego Bossio fue el primero en recordar que el presupuesto de este año, sancionado con mayoría kirchnerista, habilita al presidente a endeudarse por 560 mil millones de pesos.

 

Pero los opositores que no querían bloquear el acuerdo con los buitres no querían responsabilizarse de una emisión de deuda externa para fines desconocidos.

 

Y claramente Macri tuvo ese objetivo todo el tiempo y algo consiguió: la ley lo habilita a emitir USD 12.500 millones, mientras que sus funcionarios nunca hablaron de un pago a los holdouts superior a los USD 11.825

 

La zaga fue larga. El presidente envió el proyecto a Diputados sin especificar el monto de deuda a emitir, pese a que se lo había prometido a Sergio Massa.

 

Bossio tomó la posta del reclamo y se lo exigió durante todo el debate en comisión, sobre todo cuando Prat Gay dijo al pasar que emitiría 15 mil millones de dólares:

 

"La sentencia de la justicia de los Estados Unidos por el reclamo de los fondos buitre es de 11.825 millones de dólares de una deuda original de 3.800 millones de esa moneda, mientras que el diferendo con los bonistas italianos es de 2.300 millones de euros y quedan bonistas alemanes, de Argentina y otros no identificados", lo justificó.

 

Los legisladores esperaban más precisiones, sobre todo porque se trata de una emisión de deuda desconocida, cuya tasa de interés está por verse.

 

La presión del ex jefe de Anses, clave para que Macri no sea rehén de Massa, obligó al Gobierno a poner un monto más bajo y aclarar, en el mismo proyecto, que los excedentes se tomarán a cuenta de la deuda aprobada para este año en el Presupuesto.

 

Beligerante, en la sesión Axel Kicillof recordó que si se suman los contratos anexados en el proyecto, la deuda a pagar da 7.500 millones de dólares. “No 15.000 o 12.000, que no sabemos ni para qué son”, gritó.

 

El tema siguió esa misma tarde. Bossio, Marco Lavagna y Luciano Laspina habían acordado fijar un tope de USD 12 mil millones, pero el diputado PRO anunció que lo llevaría a 12.500.

 

El bloque Justicialista de Bossio lo remarcó, pero ya no quiso pelear por más. “Solicitamos que el endeudamiento no exceda los 12.000 millones de dólares. Advertimos que el monto establecido en el artículo supera esa cifra en 500 millones; si bien apoyaremos su aprobación, he querido hacer esta salvedad”, dijo Guillermo Snopeck, tras 13 horas de sesión.

La historia del Senado

 

En la Cámara alta, donde no se esperaban cambios por el anunciado apoyo del peronismo, el debate siguió y quedó abierto. El guante lo recogió Fernando “Pino” Solanas.

 

“Nos ofrecen los 12.500 millones de dólares. ¿Pero cómo? Si el arreglo con sentencia firme del juez Griesa, que nos provoca náuseas, es de 4.600 millones de dólares y otros que se han plegado, pero que no tienen sentencia ni obligación de pago ya, hacen 7.000, y los otros 5.500 o 6.000 que hay restantes, ¿a dónde va eso?”, preguntó en el recinto.

 

El chaqueño Walter Aguilar, del FpV, hizo de Kicillof, pero más calmo y con más datos. “Cuando uno suma a todos ellos el resultado es 6.500.531.000 dólares. Todos los convenios que el gobierno nos remite suman ese monto. Y la Cámara de Diputados aprobó endeudamiento por 12.500 millones de dólares, es decir, 6.000 millones más de los necesarios”, reseñó.

 

Con la tranquilidad de la victoria, Federico Pinedo respondió a estas dudas pero terminó aportando muchas más. “Toda la plata que se emita acá va a ir para los holdouts o los fondos buitre, o va a ir al endeudamiento ya autorizado por el presupuesto vigente”, simplificó.

 

“No va a ir a ningún otro lugar. Así que eso les puede dar la absoluta tranquilidad de que no habrá 6.000 millones de dólares dando vueltas por el planeta”, garantizó el presidente provisional.

 

Olvidó que nadie había sugerido que la plata irá para cualquier lado, sino que sólo querían saber dónde iba. Ni más ni menos.

 

Además, la idea de que reemplazar deuda externa por emisión de pesos alivia la economía no es compartida por el grueso del peronismo y así lo hicieron saber en sus discursos.

 

Para agregar más polémica, Miguel Pichetto y Adolfo Rodríguez Saá presentaron un proyecto que obliga al Gobierno a pedir autorización al Congreso cada vez que quiera tomar deuda y deja sin efecto las ya autorizadas, o sea, aquellos 560 mil millones de pesos del presupuesto.

 

El peronismo finalmente no trató el proyecto, pero quedó latente para que cuando quiera lo envié a Diputados, donde Bossio y Massa dejaron claro que el tema les interesa y mucho. Macri se debe haber enterado. 

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