Sus declaraciones hacen referencia a la obra que inauguró este lunes el gobierno provincial en los humedales de Guanacache.

En el lugar, se construyeron dos azudes con una extensión de 750 metros, aproximadamente cada uno, y que tienen como objeto la recomposición del ecosistema del río Desaguadero, regenerando las lagunas y bañados y, en consecuencia, produciendo la restauración de los humedales preexistentes en la zona comprendida entre el Arco del Desaguadero (hacia el norte) y El Ramblón.

"Lo que realmente importa es que al modificar el cauce del río modificamos la parte ambiental. Los resultados se verán con el paso del tiempo", comentó Peñalva y se lamentó que el gobierno no tuviera en cuenta el aporte que podrían haber hecho las organizaciones no gubernamentales que se dedican al cuidado del medioambiente.

"Es una lástima, pero nosotros vamos a visitar las lagunas por nuestra cuenta y hacer un análisis de campo más detallado. Creemos, no obstante, que todo lo que se haga en pos de mejorar el medioambiente es positivo", resaltó el ambientalista.

Los azudes son gaviones, revestidos con hormigón y con un cuerpo aguas arriba de baja permeabilidad. Tienen una altura de 6 metros y una longitud de más de 750 m que permitirán bajar las velocidades de las crecientes del río e impedir su erosión y las de sus márgenes, a fin de que se produzca el progresivo embancamiento del agua, se eleve y desborde la cota del río, hasta formar nuevamente los humedales.

El cierre sur, o azud sur, se encuentra a 2,70 km de la Ruta Nacional Nº7. El segmento de mayor altura se sitúa sobre el cauce del río y posee 95 m de ancho y 6 m de alto. El cierre norte se encuentra a 21,90 km de la Ruta Nº7 y tiene características similares al cierre sur. La obra significó una inversión de $40 millones, realizada íntegramente con aportes del Gobierno provincial.