El Gobierno busca revertir su debilitada imagen entre los votantes de menor edad

El Gobierno busca revertir su debilitada imagen entre los votantes de menor edad

Macri tiene poco respaldo en la franja entre los 16 y los 35 años; se enviarán mensajes segmentados

No es un tabú para los expertos en campaña política de Pro reconocer que tienen una dificultad adicional para llegar a las franjas más jóvenes del electorado. Las mediciones y encuestas que desembarcan en el laboratorio electoral del macrismo son unánimes en señalar que el segmento que va entre los 16 y los 35 años es en el que Mauricio Macri tiene peor imagen. El Gobierno comenzó a sondear los intereses de esos votantes, antes de fijar los ejes de lo que será una campaña hipersegmentada en redes sociales y WhatsApp.

"Es donde peor estamos", reconoció días atrás uno de los asesores de Pro que trabajan en la campaña, al aludir a los votantes más jóvenes. "Quizás se debe a que no tenemos un discurso épico como el que elaboró el kirchnerismo, lo que nosotros siempre propusimos es ser un país normal", reflexionaba, con algo de preocupación.

A una oficina de la Casa Rosada llegó en los últimos días una cifra de un consultor que preocupó y que indica que más de la mitad de los votantes tiene menos de 35 años. No es una cifra oficial y surge de un trabajo privado, ya que la Cámara Nacional Electoral aún no procesó los datos del padrón definitivo. "¿Qué vamos a hacer con esto? ¡Lo bueno es que lo pusimos a [Miguel] Pichetto!", bromeaba un alto funcionario la semana pasada.

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El candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, aseguran en la Casa Rosada, no modificará su perfil para enamorar al electorado joven. Su activo, dicen en el Gobierno, pasa por el mensaje que dio la fórmula ante el establishment y por la apertura política, atada a su filiación peronista. "Lo convocamos por lo que es", señalan cerca de Macri.

En la primera reunión con Marcos Peña, con el asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba y con los equipos de comunicación del Gobierno, Pichetto le "entregó" a Pro las contraseñas de sus redes sociales. "Yo voy a necesitar ayuda en la comunicación digital", admitió el senador frente a la tribuna macrista, que respiró aliviada. Los colaboradores de Macri comenzaron a seguirlo en Instagram.

"Cuando él habla genera conversación, está claro. Pero tiene un esquema de comunicación tradicional que hay que complementar", señaló uno de los presentes en la reunión del miércoles.

Pedido de Lousteau

Quien pretende atraer al electorado joven es el candidato a senador por la ciudad, Martín Lousteau. El economista pidió a Pro que lo acompañe en la boleta una mujer de su mismo perfil para apuntar a ese nicho.

"Martín tiene buena imagen entre los jóvenes, que es, a su vez, un déficit de Pro. Entonces es ahí donde Juntos por el Cambio puede crecer", subrayaban esta semana en el radicalismo porteño, en medio de los tironeos internos para confirmar las listas.

Una encuesta de mayo de la consultora Opinaia, a la que accedió LA NACION, muestra que en el segmento que va entre los 16 y los 25 años Macri tiene una imagen negativa del 69%, mientras que entre los 26 y los 35 ese número asciende a 72%. La imagen positiva crece a medida que sube la franja etaria, hasta llegar a los votantes que tienen más de 66 años, entre los que el Presidente alcanza una imagen positiva de 65%.

"Cristina Kirchner es más fuerte en la franja que va de los 26 a los 35 años. Eso es porque son jóvenes que se metieron en la vida política durante el kirchnerismo y constituyeron una identidad. En cambio, la preocupación por lo institucional y por la corrupción está más presente entre los más grandes", explicó Juan Mayol, director de Opinaia.

Un funcionario que trabaja cerca de Macri reconoció la falencia. "Lo vemos y todavía no tenemos en claro qué vamos a hacer. Siempre fue así, nunca llegamos a ese electorado, no nos aflige", aseguró.

Una funcionaria reflexionaba: "Es una paradoja, ¿no? Nuestro partido nació como la renovación de la política y sin embargo todavía nos cuesta llegar al electorado más joven".

En Pro aseguran que todavía no definieron con qué ejes de campaña buscarán repuntar entre los votantes millennials y centennials. Solo saben que enviarán mensajes segmentados, por edad y por intereses. "Tenemos un segmento horizontal que es juventud, y dentro de ese segmento funcionan otros ejes verticales, por temáticas. Todavía no definimos cómo abordarlos", reconoció un consultor que trabaja en la comunicación de la campaña.

En el Gobierno, por lo pronto, hicieron intentos por comprender cómo llegar a los más jóvenes, los que tienen entre 16 y 25 años, el sector más esquivo a los partidos políticos. Un grupo de asesores de la Casa Rosada se reunió en los últimos días con adolescentes del centro de estudiantes del colegio ILSE para escuchar sus inquietudes e intereses. Concluyeron que los convocan mucho más las cuestiones de género que las posturas políticas.

El Instituto Nacional de Juventud, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, distribuyó, por su parte, un estudio cualitativo, a través de la consultora Quiddity. El sondeo indica que para los jóvenes de entre 15 y 25 años la política es "el espacio de los viejos, con sus discursos monolíticos y sus verdades".

"Nosotros sabemos que tenemos que trabajar por segmentos y que no les podemos hablar a todos por igual", subrayaba un asesor del Gobierno a LA NACION.

En Pro celebraban la semana pasada el meme que se mofaba de la fórmula presidencial con el chascarrillo "MacriChetto". "Queremos desmitificar que Macri es elitista, pero nos pareció una idea espectacular. Es muy creativo y al menos hace que te acuerdes del nombre", reflexionaban.

 

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