El Gobierno busca acelerar el conflicto en Santa Cruz para que Peralta renuncie

El Gobierno busca acelerar el conflicto en Santa Cruz para que Peralta renuncie
El kirchnerismo especuló con hacerle un juicio político por espionaje o intervenir la provincia. Cristina ordenó no victimizarlo, mostrarlo como un mal administrador y forzarlo a irse solo.

Por Mariano Confalonieri

Ayer, mientras Daniel Peralta enviaba a la Legislatura un proyecto para endeudarse, el ministro Julio de Vido lo atacaba sin nombrarlo: “No tomamos endeudamiento para pagar sueldos o gastos corrientes. Hay que tener más previsión en lugar de ajustar el cinturón”.

El gobernador de Santa Cruz está solo. Le responden dos de 22 diputados y su vicegobernador, Fernando Cotillo, es su principal enemigo. Tiene una pelea abierta con La Cámpora, la agrupación de Máximo Kirchner, que digita todo en la Patagonia. Y lo peor de todo es que el rojo financiero de la provincia asciende a 2600 millones de pesos. Cuando se aprobó el presupuesto, en abril, Peralta calculó para todo el año un déficit de 1500 millones de pesos. Se duplicó esa cifra en ocho meses.

Con más deuda y sin recursos, Peralta busca un respiro con la emisión de títulos por 200 millones de dólares. Pero desde los legisladores a los intendentes rechazaron de antemano la iniciativa. La lectura que hacen los funcionarios nacionales es que le están allanando el camino para que renuncie, estigmatizado como un mal administrador.

Hace un mes, los intendentes y los legisladores estaban de acuerdo con el endeudamiento. Pero todo cambió bruscamente después de una reunión que mantuvieron con el ministro De Vido en Buenos Aires. “Los intendentes volvieron de esa reunión y dijeron que no lo iban a respaldar”, contó un legislador en diálogo con este diario.

Aunque en los últimos días estalló un escándalo por supuestas tareas de inteligencia, ordenadas por el gobernador para espiar a Cristina Kirchner (ver página 6), la relación entre el Gobierno nacional y el provincial es crítica desde hace meses. En diciembre, cuando Peralta propuso un ajuste, le renunciaron dos ministros y los legisladores de La Cámpora se le rebelaron. Hace un mes enfrentó una huelga policial de más de dos semanas y ahora dice que están en riesgo los salarios del mes que viene.

Rojo. Hoy, Santa Cruz es insolvente. “No tiene de dónde sacar dinero”, reconoció una fuente allegada a Peralta. Enfrentará, de ser así, un conflicto con los gremios que, históricamente, son muy duros a la hora de librar batallas por las condiciones laborales.

El plan B de la Casa Rosada es girarle dinero a cambio de minarle el gabinete de hombres K puros. “Va a ser como un títere”, explicaron fuentes oficialistas. Fueron descartadas de plano las alternativas del jury (aunque varias versiones en Santa Cruz alimentan esa teoría) y una intervención. “Hay que evitar que la Presidenta pague un costo político en su provincia”, agregó otro funcionario nacional.

Fuentes de la gobernación dijeron a PERFIL que Peralta ni piensa en renunciar. Y que pasará el fin de semana trabajando en la residencia. Pero el gobernador, después de criticar a La Cámpora el jueves en una conferencia de prensa, se llamó a silencio y ordenó a su gabinete hacer lo mismo.

En la provincia, sus enemigos suponen que la denuncia del Gobierno nacional contra Peralta por espionaje es la excusa que preparan para iniciarle un juicio político. Ayer, fuentes de la Casa Rosada decían que hacerlo podría victimizarlo y dejar mal parada a la jefa de Estado.

En Santa Cruz no sólo no hay fondos para pagar los sueldos, tampoco hay para gestionar. “No tienen para pagarle ni a los proveedores”, explicó una fuente con despacho en la Casa Rosada. Peralta llegó a la gobernación por Néstor Kirchner, quien lo puso en la línea sucesoria en la Legislatura para reemplazar a Carlos Sancho. Sancho renunció en mayo de 2007 por la crisis económica de la provincia. No era la primera vez que pasaba algo similar. En 2006, Sergio Acevedo abandonó el cargo alegando “motivos personales” aunque fue vox pópuli que el motivo de su dimisión era la crítica relación que tenía con los Kirchner.

De lo que no se habla en esta crisis es de los fondos por regalías que los Kirchner habían depositado en el exterior y luego repatriado. Peralta fue electo en 2007 y reelecto en 2011. Cristina no lo quería para esta segunda vuelta, pero no tenía otra figura que midiera (ver página 4).

En su primer mandato, los 500 millones de dólares de esos fondos desaparecieron. El gobernador dijo que los usó para pagar sueldos. En un acto público, Cristina le recriminó haber “despilfarrado” el dinero. “Hoy que tienen maravillosos sueldos en los recibos y no hay dinero para pagarlos. Lo digo con mucho dolor, ya que pusimos 12 años de nuestra vida”, dijo en mayo. Jaqueado por los problemas, la pregunta es si Peralta seguirá el camino de Acevedo y Sancho.

Falsas granadas en el aeropuerto

En el aeropuerto de Río Gallegos trascendió ayer al mediodía el supuesto hallazgo de ocho granadas en un paquete que llegó a la provincia de Santa Cruz en plena crisis político-institucional. Con el gobernador en la mira por un supuesto caso de espionaje contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la versión llegó a los medios nacionales.

La alarma saltó cuando el paquete, que había llegado por correo vía terrestre, fue revisado por el único scanner de la provincia, que se encuentra en el aeropuerto.

Según informó el sitio de noticias Opi Santa Cruz, las ocho granadas terminaron siendo ocho molinillos de marihuana. La confusión, argumentaron las fuerzas de seguridad, se debió a que en el scanner los molinillos “parecían granadas de mano”, contaron en el sitio de Río Gallegos.

Comentá la nota