El Gobierno ahora no quiere aprobar la ley de ART para no votar junto a Massa

El Gobierno ahora no quiere aprobar la ley de ART para no votar junto a Massa

Triaca acordó con la CGT y tiene el apoyo del tigrense. Pero Macri prefiere no sesionar hasta marzo.

El Gobierno está dispuesto a demorar la reforma da la ley de ART, un viejo reclamo de los empresarios que Cristina Kirchner quiso contemplar con una ley que no conformó a nadie y Jorge Triaca logró consensuar con la CGT.

Mauricio Macri incluyó la reforma en su convocatoria a extraordinarias pero tras el golpe que significó la victoria opositora en el debate por Ganancias, el Gobierno decidió cerrar la Cámara de Diputados y postergar una ley que le hubiera significado una caricia al empresariado.

 

No es la prioridad por estas horas. “Tenemos que dejar la foto de Massa con Kicillof como cierre de año”, coincidió Marcos Peña junto a Emilio Monzó y a Mario Negri, en una catártica reunión de este miércoles. 

 

Peña tenía motivos para estar golpeado: fue el promotor de no negociar con el tigrense (aliado del oficialismo en las leyes más relevantes) e intentó torcer la voluntad de los gobernadores en medio de la sesión, pero no esperaba que Graciela Camaño (Frente Renovador) y Teresa García (FpV-PJ) adelantaran la votación y lo dejaran con el teléfono en la mano.

 

Testarudo, prefiere seguir su línea y mostrarse enfrentado a todo el arco peronista durante el verano, aunque el precio sea sacrificar un amplio temario de extraordinarias oficializado este lunes con un decreto presidencial. Desde la medianoche del martes nada fue igual.

 

“La semana que viene votamos la ley de ART. Cuenten conmigo”, le chateó este miércoles Massa a Peña, quien no le respondió. "No votemos más nada", sugirieron Monzó y Negri.

El jefe de Gabinete no estaba para poner condiciones, pero su silencio congeló la reforma de la ley de ART, un anhelo de los empresarios, hartos de pagar la prima a las aseguradores y aun así soportar juicios de sus empleados accidentados.

 

Cristina Kirchner impuso una ley para impedir que un trabajador pida cobrar el seguro y vaya a tribunales, pero al momento de aplicarla chocó con límites constitucionales.

 

Triaca propuso una comisión previa para evaluar cada accidente laboral y tras un rechazo inicial de los senadores, convenció a la CGT y llevó a sus líderes a la Cámara alta para garantizar la sanción. Pero no llegará al menos hasta 2017.

 

Con la Cámara de Diputados cerrada se tratará este año la ley de mercado de capitales, otra arma de Macri para atraer inversiones que tenía consenso; ni el régimen de publicidad oficial, aprobado en el Senado con respaldo de todos los bloques.

 

La Cámara alta planea una sesión para el miércoles, donde tal vez se trate la reforma de la ART y el oficialismo no descarta habilitar el debate por Ganancias, que tendría dictamen un día antes.

 

Sólo puede llevarse al recinto con apoyo de dos tercios, pero una de las prioridades del Gobierno es que el tema pase rápido, aunque termine en derrota. 

 

La principal, claro, es lograr que los gobernadores ayuden a frustrar la reforma en el Senado, como no quisieron o no pudieron hacer en Diputados, aun cuando una parte del dinero que se resigna por Ganancias es coparticipable, o sea, lo pierden los fiscos provinciales.

 

Aun esperanzados en dar el batacazo, durante la sesión del martes los diputados de Cambiemos Luciano Laspina y Eduardo Amadeo circularon por el salón de pasos perdidos con una planilla que comparaba el dinero que perderían los gobernadores con cada proyecto.

 

“Peña les recuerda que el proyecto opositor los hace resignar más fondos, pero no entiende que los gobernadores preferían no perder nada. Ceder 5 o 7 es lo mismo, sobre todo si ceder 7 los asocia a ellos”, explicó a LPO un experimentado negociador del FpV-PJ, que el miércoles festejó después de mucho tiempo.

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