El Gobierno aceptó que este año el FMI revise las cuentas del país

Tras el pacto con los holdouts, permitirá la revisión del artículo IV, que no se hace desde 2006; buscan más créditos

Luego de cerrar el acuerdo con los holdouts, el Gobierno prepara el camino para la normalización de sus relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al planear el intercambio informativo del artículo IV para este año, lo que le permitirá acceder a más fondos de los organismos multilaterales.

Calificadas fuentes oficiales indicaron a LA NACION que la intención es cumplir con la revisión de las cuentas públicas que no se realiza desde 2006, que llevan adelante todos los miembros del FMI menos Venezuela, Siria, Somalia y Eritrea."La decisión es hacerlo este año", indicó la fuente.

En Washington, el vocero del Fondo, Gerry Rice, ya había declarado que le "daban la bienvenida al intento de reactivar la consulta del artículo IV; estamos preparados para avanzar en los tiempos que elijan las autoridades argentinas".

La escala previa será contar con un índice de precios al consumidor (IPC) creíble en el segundo trimestre del año por parte del Indec, ya que la manipulación de las estadísticas públicas provocó una moción de censura inédita por parte del Fondo a partir de 2013. A priori, el directorio del organismo debe evaluar los avances de la normalización de los datos del Indec en el tercer trimestre del año. Desde Washington explicaron que el regreso de las consultas del articulo IV no está condicionado al tema de las estadísticas.

Como explicó el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, el FMI siguió realizando su propia evaluación sobre la economía argentina, aun sin que se conocieran los informes anuales del artículo IV sobre el estado de situación del país. El economista que está a cargo de la misión argentina es Roberto Caldarelli.

La normalización de este intercambio -que no tiene ningún efecto vinculante- le permitirá al país remover otro de los obstáculos para acceder a fondos de los organismos multilaterales de crédito y a mejorar la calificación por parte de las agencias evaluadoras de los países acreedores reunidos en el Club de París.

De este modo, se podría terminar con la paradoja por la cual, aunque el kirchnerismo haya arreglado con el Club, todavía no se destrabaron las líneas de financiamiento al país a tasas baratas por parte de estos acreedores soberanos.

La intención es que, con los bancos multilaterales, se pase de un flujo negativo -al restar pagos de los créditos recibidos-, que fue de US$ 400 millones en 2015, a uno neutro este año y a uno positivo por US$ 2000 millones entre 2017 y 2018.

Con estos recursos adicionales, el Gobierno financiará un fuerte plan de infraestructura y, al mismo tiempo, le quitará presión a las reservas internacionales del Banco Central.

En cambio, no está previsto al menos este año analizar siquiera la posibilidad de contar con financiamiento del FMI, dada la fuerte sensibilidad política que generaría cualquier tipo de acuerdo en este sentido, por los antecedentes negativos de la relación histórica entre ambas partes.

De todos modos, en el equipo económico creen que el Fondo ha cambiado mucho conceptualmente en relación a su tradición de recetar solo políticas de ajuste.

El ex viceministro de Economía Daniel Marx dijo que "la normalización del artículo IV traerá la ventaja de mejorar las condiciones de financiamiento, del sector público y privado, para comercio e inversiones. Igualmente está bastante descontado que lo va a hacer. La sorpresa sería que no se hiciera".

En cuanto a la posibilidad de que se pida asistencia financiera en el mediano plazo, Marx señaló que "hay varias cosas previas y una muy importante que es la cuestión del diseño de la política. Ninguna de las dos partes quiere quedarse pegado a la otra. Además, el Fondo se ve a sí mismo como último recurso si no hay otras fuentes de financiamiento".

En tanto, Marina Dal Poggetto, directora del estudio Bein, dijo que la consulta del artículo IV, "es una condición necesaria, porque igualmente no es una auditoría, sino algo que hacen todos los países" afiliados al Fondo.

Mientras tanto, el Gobierno se concentra en terminar el trámite parlamentario para lograr un acuerdo con los holdouts.

En el equipo económico creen que la votación en la cámara alta será más ajustada que en Diputados, pero confían en que sea aprobada y minimizan el efecto de los cambios introducidos por los bloques de la oposición que acompañaron el proyecto.

Buscan inversores para los bonos

Los bancos que colocarán los bonos para pagarles a los holdouts ya buscan inversores para la emisión de unos 10.000 millones de dólares. Así lo indicaron a LA NACION fuentes que participan de esa operación.

Lideran la operación el HSBC y el JP Morgan, que ya comenzaron sus road shows para convencer a los inversores sobre las bondades de la emisión. La misma se concretará apenas el Congreso apruebe la oferta a los holdouts y la Corte de Apelaciones de Nueva York confirme el levantamiento de la medida cautelar que afecta al país y a los bonistas de los canjes 2005 y 2010.

La tasa de interés estimada para el bono de 10 años, que se cree será el más líquido de la colocación, rondará entre el 8 y el 8,5 por ciento anual.

Comentá la nota