Gobernadores oficialistas y opositores hicieron causa común en el tour por EE.UU.

Gobernadores oficialistas y opositores hicieron causa común en el tour por EE.UU.

Ante empresarios y académicos, cinco mandatarios hablaron de garantizar la gobernabilidad.

En una inusual muestra de armonía, gobernadores opositores resaltaron aquí en Washington la necesidad de apoyar al Gobierno en tiempos difíciles. “El desafío como peronistas es salir de ese estigma de que a una agrupación distinta al peronista no le puede ir bien. Queremos que al Gobierno le vaya bien. Salir de la lógica de poner trabas en la rueda”, dijo por ejemplo el salteño Juan Manuel Urtubey. Sus pares de Neuquén y Misiones estuvieron en sintonía y, pese a las diferencias, todos hablaron de “la foto real” de estar juntos, sentados en una misma mesa para hablar de las oportunidades de Argentina.

En una conferencia, organizada por la Elliot School of International Affairs de la Universidad George Washington, disertó el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, junto a una delegación pluripartidista integrada por los gobernadores Urtubey (PJ) de Salta, el misionero Hugo Passalacqua (Frente Renovador para la Concordia, ex aliado del FpV), el neuquino Omar Gutiérrez (MPN), además del mendocino Alfredo Cornejo y el correntino Ricardo Colombi (UCR).

Consultado por Clarín, Urtubey se explayó sobre las trabas de la oposición. “Todavía el peronismo no tiene aceptado íntegramente este concepto de no poner palos en la rueda. Mientras nosotros estamos aquí en Washington, un bloque de diputados pidió juicio político del presidente, con la firma del propio titular del Partido Justicialista. O sea, el peronismo se debe un debate interno muy fuerte”, afirmó. Y agregó que “la buena sintonía no significa que no haya discusión y peleas por recursos o derechos que nos corresponden. Pero se canaliza, inclusive en el disenso, de manera diferente”.

Passalacqua, gobernador de Misiones, contó que se había quebrado una tradición histórica: “Antes, cuando a un gobernador se lo citaba a Buenos Aires, era para quitarle cosas. Ahora no es así”, señaló. “Dos siglos de espera y que a nosotros nos toque este momento, es una bendición”. Y agregó que “ya no se cree más que una facción solita va a sacar al país adelante. No hablo de un club de amigos, hay que ir en conjunto y hacia adelante, aunque con diferencias.” Ante el auditorio colmado de académicos, consultores y empresarios interesados por nuestro país, Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino, dijo que “los gobernadores debemos ayudar a que este período sea de formación y no de transición. Queremos que este siglo sea el de la armonía y el diálogo. Se acabaron los tiempos de codo contra codo, son tiempos de codo con codo, son tiempos de armonía y trabajo. No hay posibilidad de que la Argentina se desarrolle si no es con trabajo, diálogo y respeto.” Frigerio se llevó también elogios de los gobernadores. El ministro había comenzado la disertación con el gran desafío que afronta el Gobierno: “Nos piden que mantengamos los empleos públicos y los planes sociales. Que bajemos el déficit sin bajar los gastos ni subir los impuestos”, explicó. Cornejo graficó la exigencia de forma más contundente como “el dilema del chancho gordo que pese poco”.

Ante una pregunta del auditorio, Frigerio señaló que “el populismo no es potestad de un partido: en Latinoamérica tiene que ver con nuestro ADN”. Y agregó que hubo “gobiernos militares populistas; radicales, cuando les tocaron momentos buenos, y peronistas, que en general le tocaron momentos buenos. Pero ese apego al populismo es muy complejo y requiere muchos cuidados en las políticas públicas”.

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