Glinski dejará de ser ministro pero seguirá en el gabinete provincial

Glinski dejará de ser ministro pero seguirá en el gabinete provincial

Su nuevo rol estaría ligado al trabajo social con sectores vulnerables o relegados, para implementar políticas de acción directas del mismo espíritu que pretendían consolidarse desde los centros de encuentro.

 

Tras varios meses con el rumor integrando la urdimbre política, José Glinski dejó el Ministerio de Seguridad aunque no el gabinete provincial. El referente del grupo Los Altares ya había manifestado su intención de postularse a la Intendencia local e integraría ahora el Gobierno desde un área sin convertirse en el eterno fusible.

El mismo ministro de Gobierno, Javier Touriñan, destacó ayer que confiaba que Glinski permanezca en el gabinete, que ha hecho cosas importantes y que se trata de un hombre valioso para mantener en el Gobierno, descartando además que el recambio en el Ministerio de Seguridad haya sido un reflejo a las presiones del Valle.

Con desarrollo profesional en seguridad aeroportuaria, Glinski llegó al Gobierno provincial a fuerza de insistencia propia y presentando varios proyectos en la materia. El primer peldaño en la estructura de seguridad de la provincia había fue en agosto de 2012 ocupando la subsecretaría en reemplazo del deslucido Diego Carmona, heredero dasnevista en el cargo, y desplazado a menos de un año en funciones en medio de una amenaza de paro de la policía, con amagos de sindicalización por reclamos salariales.

El comodorense asumió en ese contexto una subsecretaría que poco más de un año después ameritó una nueva reforma de la Ley de Ministerios para reestructurarla como cartera de máxima jerarquía , y en enero de este año, con el proyecto de las cuadrículas ya tomando forma, juró como ministro.

Con dos años al frente de la cartera que más desgaste político produce en una provincia que encabeza las tasas de homicidios del país -a caballo de las estadísticas de su propia ciudad- durante el fin de semana se confirmó su partida del Ministerio, aunque no del gabinete.

Mientras en Rawson se busca aún la figura exacta bajo la cual conservar al ahora ex ministro, según fuentes consultadas se apunta a una cartera desde la que pueda desarrollar volumen político, aunque no muy alejado del trabajo territorial en Comodoro, esta de hecho sería una de las condiciones de Glinski, que no descarta la participación en la carrera por la Intendencia local.

Así, su nuevo rol estaría ligado al trabajo social con sectores vulnerables o relegados, para implementar políticas de acción directas del mismo espíritu que pretendían consolidarse desde los centros de encuentro y para las que el mismo ex ministro sostenía que debían comenzar a implementarse en terreno y de modo anterior a la construcción de los edificios.

 

LLEGA MARTINEZ CONTI

Mientras esto se define en Fontana 50, ya aparecieron las “lealtades” por las que algunos decidieron dar un paso al costado, como el jefe de la Policía, Luis Buttazzi, o el titular de la Agencia de Seguridad Vial, Leonardo Das Neves, que también podría dar un paso al costado, mientras que habrá que aguardar la actitud del resto de los funcionarios que integran el Grupo Los Altares, de bajo perfil al momento de la discordia, pero alineados a La Cámpora y en el umbral de un año electoral.

Como contrapartida, el reemplazo de Glinski en Seguridad encarna una imagen diametralmente opuesta: asume el jueves Oscar Martínez Conti que por su condición de general retirado encarna la esperanza para los sectores que piden mano dura y disciplina, pero concilia también el imaginario más progresista teniendo en cuenta el perfil que el nuevo funcionario cosechó durante varios años en Comodoro como jefe de la Brigada Mecanizada.

Comentá la nota