Luego de uno de los debates más publicitados de un Congreso Nacional que, de otro modo, no tuvo una actuación destacable durante el 2018, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que conduce Horacio Rodríguez Larreta decidió plantarse bandera en uno de los dos bandos e invertir varios millones en la compra de Misoprostol, la droga utilizada para los abortos médicos.

La compra se llevará a cabo a través de una licitación por exclusividad, dado que el único laboratorio argentino que produce esta droga es el Laboratorio Dominguez, del empresario Mario Domínguez.

Domínguez es un viejo aliado del gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet. De hecho, en una publicación local reciente, el empresario admitió que fue gracias a “las acciones y gestiones” de Bordet que el laboratorio logró inversiones considerables en su moderno centro de investigación y biofarmacia, al tiempo que previó nuevos desembolsos, muchos de ellos multimillonarios como los destinados a un nuevo parque tecnológico y emprendimientos de otros tipos. Otros dos laboratorios, el Industrial Farmacéutico de Santa Fe y el Profarse de Río Negro, solicitaron permisos para producir la droga, por hasta el momento no obtuvieron el visto bueno del gobierno nacional.

A través del proceso de compra 401-0108-CDI19, el ministerio de Salud porteño gastará un total de 15.528.000 millones de pesos en unidades de 200 mcg de Misoprostol comprimidos vaginales.