Gimnasia venció a All Boys y es puntero del torneo

Gimnasia venció a All Boys y es puntero del torneo
El equipo de Troglio, en un partido para el infarto, venció 2-1 al Albo, y está en la punta junto con River. Generó gran cantidad de situaciones claras. Licht abrió la cuenta con un golazo y Bou aumentó. Descontó Calleri.
Gimnasia le ganó a All Boys 2-1 con tantos de Lucas Licht y Gustavo Bou (descontó Jonathan Calleri) en un partido para el infarto. El Lobo, ampliamente superior, generó incontable cantidad de chances de gol y por su ineficacia terminó luchando para que no le empaten. Llegó a lo más alto del torneo Final a 4 fechas del cierre, junto a River, y se anima a ir por todo luego de la quinta victoria consecutiva. Ahora visitará a Argentinos Juniors, el sábado.

El partido. Gimnasia, como de costumbre, se postuló como un equipo compacto que presionó hacia delante duplicando y hasta triplicando las marcas en el mediocampo. Con salida rápida, dio al sensación de que podría complicar a los volantes visitantes cuando se lo propusieran por el pausado andar de Battión y el poco retroceso de Torassa.

Mientras la visita se posicionó más para salir de contra que para atacar, a pesar de los nombres del medio hacia arriba, Gimnasia generó su primera llegada producto de su predisposición: robó Oreja presionando a Torassa, cedió Álvaro Fernández para Pereyra y éste, luego de sacarse de encima al marcador, pateó desde afuera con fuerza pero esquiva dirección.

El Lobo extrañamente se soltaba por la derecha, algo que repitió partido a partido por la izquierda, y en la excepción a esa nimia regla llegó la apertura del marcador a los 10 minutos: en la primera combinación por la fructífera banda izquierda Licht cedió para Mendoza, éste recorrió unos 20 metros para amagar con zurda, enganchar y tirar el centro de derecha para que el propio Bochi, como un fantasma, clavara una espectacular media chilena para estampar el 1-0. Fenomenal gol producción de la mejor dupla tripera.

El aceitado andar de Gimnasia en todas sus líneas confluyó con un errabundo funcionamiento del Albo que no tenía la pelota, no presionaba ni era seguro replegándose. En ese sentido el equipo local encontró dos chances clarísimas: la primera de Meza, luego de un pase largo de Blengio que lo encontró bajo el arco y terminó rematando desviado, mientras unos minutos después, a los 18, Mendoza recorrió 30 metros con la pelota y con ventaja numérica ante la defensa visitante, remató desviado.

En un contexto tranquilo, All Boys por lo menos encontró una réplica que de milagro no terminó en gol a los 20 minutos: Oreja se apuró en querer cortar arriba y dejó a la defensa mano a mano. Blengio, que había quedado como último, se fue con la jugada a pesar del buen cierre que lograban Barsottini y Pouso para que Calleri quedara en inmejorable posición dentro del área y éste, apurado, remató por sobre el travesaño de Monetti. Inmejorable chance por predisposición del equipo de Ricardo Rodríguez y error en el retroceso del Lobo.

Poco a poco, y en contraposición a lo que la lógica le indicaba, Gimnasia se fue tornando más presuroso en el manejo del balón principalmente por la necesidad de liquidar el partido ante la pasmosa pasividad de su rival, que jugó todo el primer tiempo al trote aún sabiendo que con la caída quedaba con un pie en la B Nacional. El único que se tornó siempre pausado y meditabundo, que manejó con criterio la pelota e hizo casi siempre lo que la jugada indicaba fue el uruguayo Fernández, el más destacado de un gran primer tiempo de los volantes.

A pesar de haber desaprovechado varias réplicas ante el lento trajinar del medio albo, llegó una chance clarísima de Álvaro Fernández que, luego de romper la endeble línea defensiva de All Boys, encaró a Cambiasso y en el afán de esquivarlo terminó tirando la pelota afuera en un tropiezo a los 38 y dos minutos después, Meza se escapó también en soledad contra el Uno pero el línea, erróneamente, invalidó la jugada por fuera de lugar.

El Lobo, como contra Arsenal, se fue al descanso con una certeza: apareció en escena como muy superior al rival de turno por capacidad propia y debilidad de éste, mientras sufrió la falta de precisión a la hora de definir.

Complemento. En el inicio del segundo tiempo se vio a All Boys más concentrado e intentando proponer juego más lejos del arco de Cambiasso, pero con poca precisión y pelotazos sin destino. Aún así en pocos segundos el trámite volvió a manos del Lobo que cada vez que recuperaba la pelota en el medio había sensación de gol por el flojo retroceso de la defensa visitante.

Mientras la primera clara fue a los 4 minutos por un cabezazo de Pouso al palo en la salida de un corner, a los 6 minutos Pereyra se cortó mano a mano contra Cambiasso luego de un pase de Álvaro Fernández y tapó el arquero, mientras en otra réplica desde la zona de volantes Pereyra tiró un centro atrás luego de dejar en el camino a Bustamante y el uruguayo no pudo definir en el borde del área chica. La ineficacia de Gimnasia en el arco visitante, otra vez en escena durante los primeros 10 minutos.

Dejar en partido cualquier equipo es una picardía en el fútbol de siempre, no sólo en el de hoy, por eso la visita generó dos claras chances para empatar a pesar de no merecerlo, en los pies de su hombre más desequilibrante: Torassa. Mientras a los 12 minutos remató de media distancia a centímetros del palo derecho de Monetti, luego de una falsa salida de la defensa picó habilitado y al enfrentar al arquero, 120 segundos después, fue derribado por el Uno y Maglio, lejos y a destiempo, amonestó al delantero por una supuesta simulación que no existió. Fue penal.

La falta de contundencia del Lobo no sólo le mermó la confianza y crispó sus nervios, sino que acrecentó la imagen de su pálido rival y en el afán de cortar esa escalada Pedro Troglio mandó a la cancha a Gustavo Bou por Mendoza para poner a los delanteros a definir un partido extrañamente abierto. Pero la dupla de ataque continuó fallando de manera increíble cuando a los 20 minutos Pereyra corrió 20 metros en soledad y cuando debió acercarle el gol a Bou, tocó demasiado despacio al medio y rechazó Casteglione. Un lastre más en un partido que debía haber definido media hora atrás.

Y como el fútbol no tiene lógicas, o sí en este caso, a los 24 minutos fue el recientemente ingresado Bou quien, luego de pase de Pereyra, sentenció el 2-0: pelotazo de Oreja que agarró por enésima vez mal parada a la defensa del Albo, el zurdo cedió el delantero y el ex River, cara a cara ante Cambiasso, no falló.

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