Gestiones urgentes de Insfrán y Gioja para reducir las fugas del bloque kirchnerista

Cuentan 68 propios. Espinoza será vice del bloque y Álvarez Rodríguez contará los votos. Las presiones.

Proclamado jefe del bloque Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi, pasó la semana encerrado junto a sus pares José Luis Gioja y el formoseño Luis Basterra concentrado en un objetivo: evitar fugas a otros bloques de peronistas incómodos con las mañas de La Cámpora.

Como había anticipado LPO, el plan es buscar la unidad peronista en la diversidad y que en tal caso los más fastidiosos armen bloques propios, pero interactúen con Rossi y no con "los dialoguistas", como definen a la bancada referenciada en Diego Bossio.

Sufrieron un golpe con la partida de la santafesina Alejandra Rodenas y no descartan más esta semana, pero confían en ratificar al menos 68 diputados, suficiente para garantizar la segunda minoría de la Cámara, sólo detrás de Cambiemos. Un escenario mucho mejor al que avizoraban hace unos meses. 

Se acordó que no haya nadie de La Cámpora en la conducción del bloque para no espantar eventuales aliados.

 

En esas reuniones confirmaron la mesa directiva del bloque: Rossi, presidente, Fernando Espinoza vice, la sciolista Cristina Álvarez Rodríguez secretaria parlamentaria, un cargo siempre destacado porque es quien se encarga de sentar a a los diputados. La ayudará Basterra, que será prosecretario y no habrá nadie de La Cámpora en la conducción, para no espantar. 

 

Gioja se conforma con repetir la vicepresidencia de la Cámara, aunque Emilio Monzó quiere darle la segunda para cederle la vice primera a un radical, pero no consigue que los gobernadores Alfredo Cornejo y Gerardo Morales lo elijan. Se entretienen peleando por la presidencia del comité nacional, que elige autoridades el 15 de diciembre.

Leopoldo Moreau, flamante diputado kirchnerista, habría pedido un lugar en esa mesa del bloque pero Cristina Kirchner no se conmovió, consciente que el radical espanta más de lo que suma.

 

De hecho, la ex presidenta ninguneó a Axel Kicillof, con pretensiones de ser presidente de bloque. Desplazado, se conformaría con explotar su perfil académico en un think tank kirchnerista.

 

El trío Rossi-Gioja-Basterra cree que la partida de Rodenas fue un trabajo fino de Monzó y los gobernadores dialoguistas para fracturarlos, similar al que en febrero del año pasado permitió el nacimiento del bloque justicialista, liderados por Diego Bossio. 

 

Los conducidos por el ex Anses y el salteño Pablo Kosiner confían ahora en atraer a chaqueños, entrerrianos y tucumanos, pero el trío K se conforma con al menos retener uno  de esas provincias, para dejar registro. 

 

"Muchos no tienen ganas de obedecer a los gobernadores tan fácilmente, pero claro, hay buenas ofertas para irse", explicaban. De todos modos está claro que si los mandatarios acuerdan una ley, se votará: la reforma previsional tuvo el aval de senadores formoseños, tras un llamado de Rogelio Frigerio a Insfrán. 

 

Cambiemos no puede quedarse fuera de esta pelea porque debe definir el miércoles su marco de alianzas para repartir cargos de comisiones y el plan de Monzó es acordar con el bloque justicialistas y aliados. Y aunque para tener mayoría le alcanza con la veintenta que ya reúne esa fuerza, los prefiere robustecidos.

 

"El que se vaya puede ser presidente de comisión", bromeaban entre los operadores del FpV. Y recordaban que aún no se entiende como Cambiemos se niega a cumplir el deseo a Jorge Triaca de garantizar un PRO puro para presidente de la comisión de Trabajo.

 

Gioja también sondea posibles aliados en el Frente Renovador, un bloque de 18 diputados que presidirá Graciela Camaño y tendrá entre sus referentes a Felipe Solá.

 

Ninguno de ellos tiene responsabilidad de Gobierno, o sea, será una incógnita que harán en cada votación y por eso Monzó ni los tiene en cuenta. El presidente del PJ sí. Quiere a todos los peronistas cerca suyo. 

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