La política del 2016 no se tomó descanso un sólo minuto. Y si bien era previsible ante semejante importancia con el cambio de autoridades a nivel local, provincial y nacional, hay aspectos que pasados casi 10 meses del inicio de las gestiones no se detuvieron a analizar. No obstante, mientras el mundo gira y los días corren, algunos números alarmantes tienen su correlato con hechos que, de a poco, comenzaron a reflejarse en los medios: despidos en el empleo privado en nuestra ciudad. Las coincidencias son cada vez mayores, y lo que parece un rumor pequeño se transforma en algo concreto. ¿Datos? Por ahora son un misterio. 

En primera instancia, un aspecto que ha caracterizado a la gestión de Ezequiel Galli son los constantes viajes a La Plata y Buenos Aires para tener encuentros con funcionarios, reuniones con dirigentes, e incluso charlas con la gobernadora María Eugenia Vidal. La dinámica de estas reuniones, cabe resaltar, distan de lo que sucedía con José Eseverri, al menos en el aspecto comunicacional: para muchos las comparaciones son odiosas, pero los dos dirigentes, en esta temática, tienen perfiles distintos.

Mientras que a Eseverri se le criticaban sus viajes para establecer charlas con dirigentes sobre cuestiones políticas partidarias -los hechos más llamativos son, quizás, las fotos que se tomó con Wado de Pedro, Daniel Scioli y Julio De Vido al momento de regresar al Frente para la Victoria desde el Frente Renovador; y ni hablar de los famosos "viajes a Tigre"-, Galli parece que está enfocado en volver, tras cada viaje, "con fondos o con una obra en concreto para Olavarría". 

Obviamente el enfoque está apuntado hacia lo comunicacional, porque Eseverri haría lo propio, más allá de alguna "escapadita" estrictamente para dialogar sobre política y elecciones. Pero Galli ha evitado mostrar ese costado "rosquero" y se enfoca en el "viento de cola" que tienen los gobiernos de la Provincia y Nación a la hora de entregar fondos para distintas obras. Pero acá hay un punto en el que inevitablemente se debe hacer una salvedad.

Esta entrega importante de fondos, que buscan una inyección en la obra pública para impulsar empleo y "movimiento" en el sector de la construcción, ¿qué costo real tiene? Recordemos que se hizo una toma de deuda importante para generar este tipo de reactivación tras el parate pos asunción de Macri y "reacomodamiento" de las fuerzas dentro del Estado. Pero la deuda debe pagarse, y el repunte parece ser un oasis de algún que otro mes. ¿Qué costo real tendrá la toma de deuda? La llegada del Fondo Monetario Internacional a nuestro país parece ser un síntoma de los "nuevos aires" dentro del gobierno. El arribo del famoso "segundo semestre" se acerca cada vez más al primer -o segundo- semestre de 2016, y parece que la verdadera llave de mantener la situación está en los municipios. ¿Un ejemplo? El destino de estos importantes fondos sumado a la reunión del Presidente, en Tecnópolis, con más de 2000 jefes comunales de todo el país -entre ellos el propio Galli-. 

Y otro dato a tener en cuenta es la recuperación de los fondos: una muestra es el, por ahora, no tratamiento del pedido de aumento de tasas de Galli, que está más cerca de no ver la luz de la sesión que de finalmente aprobarse. ¿Habrá alguna sorpresa en el Presupuesto 2017? Todavía hay un mes de especulación mientras algunos le rezan a la buena voluntad de los ediles para que las tasas lleguen a sesión preparatoria.