Más allá de los intereses sectoriales, que en alguna bisectriz confrontan, los máximos representantes de la banca, la industria, el agro, el comercio y la bolsa acordaron ponerse a disposición del nuevo presidente para reconstruir el diálogo entre el sector privado y el público. El primer paso será gestionar, precisamente, una reunión con el presidente Macri, si es posible antes de fin de año, algo que no se da desde 2007. Muchos añoran los canales de diálogo que existían entre el Poder Ejecutivo y el sector privado, representado por el G-8 y el G-6, durante los 80 y 90. La idea ahora es reflotar dichos puentes con el fin de consolidar las instituciones y darle profundidad a la democracia, según explicaron ayer a este diario algunos de los miembros del G-6 tras el almuerzo en la sede de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA).

El anfitrión fue el titular de ADEBA, Jorge Brito, y asistieron Adrián Kaufmann Brea (Unión Industrial Argentina); Carlos de la Vega, (Cámara Argentina de Comercio); Juan Chediack (Cámara Argentina de la Construcción); Luis Etchevehere (Sociedad Rural Argentina) y Norberto Peruzzotti, director ejecutivo de ADEBA. El único ausente fue Adelmo Gabbi, titular de la Bolsa de Comercio, que se encontraba de viaje.

Tras el encuentro el G-6 emitió un comunicado destacando la importancia de "que exista una nueva transición presidencial porque significa una continuidad institucional y el fortalecimiento de la democracia". A Macri le hicieron llegar "los mejores augurios en su gestión, comprometiendo todo su esfuerzo y responsabilidad para colaborar en la etapa que se inicia". Al respecto aún no habían recibido las invitaciones para la asunción, pero si para la velada de gala del Teatro Colón.

Destacaron que "el diálogo entre los sectores sociales, trabajadores y empresarios, en conjunto con el Gobierno, es el mejor medio para encontrar consensos y definir políticas de Estado". Y ratificaron su enorme confianza en el país, por la capacidad y el espíritu emprendedor de su gente. Finalmente pidieron "que las políticas se ocupen no tanto de lo ideológico sino de los problemas concretos y las necesidades y aspiraciones de la gente, para así producir los resultados que retomen el sendero que la sociedad reclama, que es el del crecimiento económico con inclusión social y el de la consolidación institucional".