La gestión ante el gobierno de Trump se cerró sin señales claras sobre YPF

La gestión ante el gobierno de Trump se cerró sin señales claras sobre YPF

Los funcionarios fueron en busca de respaldo del gobierno de EE.UU. en la demanda ante la Corte norteamericana

 

Una delegación del gobierno de Mauricio Macri cerró las gestiones ante el gobierno de Donald Trump en busca de un respaldo, ante la demanda que la Argentina enfrenta por la estatización de la petrolera YPF . No hay, sin embargo, certezas respecto de si ese apoyo se concretará para una instancia crucial del juicio en la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos.

"Se hizo lo que había que hacer", indicaron fuentes oficiales, luego de dos días de intensas reuniones técnicas en el Departamento de Estado y en el de Justicia.

La delegación argentina que llegó a Washington estuvo liderada por el procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías, quien viajó junto al principal cerebro jurídico de Macri y directivo de YPF, Fabián "Pepín" Rodríguez Simón. Ayer tuvieron la última reunión: un encuentro de aproximadamente una hora y media con el procurador general, Noel Francisco.

Francisco deberá realizar una presentación ante los nueve jueces de la Corte Suprema de Justicia para brindar la opinión del gobierno de Trump respecto del litigio argentino. Los jueces luego deben decidir si aceptan un pedido del gobierno nacional para llevar la demanda iniciada por el fondo Burford Capital a la Argentina.

El argumento central del Gobierno es que la expropiación de YPF, decretada por Cristina Kirchner, fue un acto soberano y, por lo tanto, está protegida por la ley de inmunidad soberana extranjera (FSIA, según sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que reconoce la inmunidad de los Estados extranjeros. Burford alega que la disputa es contractual, y debe seguir su curso en Estados Unidos.

"Discutimos cuestiones puramente jurídicas", indicaron fuentes oficiales, al ofrecer un resumen de las reuniones. "El panorama está completo", graficaron.

Argumentos

El objetivo central de las reuniones fue presentar los argumentos oficiales y responder preguntas de los funcionarios de Trump, en busca de una presentación que sea lo más favorable posible para la Argentina.

Las reuniones fueron muy técnicas y con preguntas "muy incisivas", según el recuento que hicieron en la delegación argentina. Maura Barry Grinalds, socia de la firma Skadden, que representa a la Argentina, participó de los encuentros junto a los funcionarios argentinos.

En la delegación argentina se mostraron muy conformes al hacer un balance de las gestiones, pero evitaron realizar un pronóstico acerca de cuál será la postura que ofrezca el gobierno de Trump ante el máximo tribunal. No hubo un apoyo explícito. La discusión giró en torno de si la expropiación fue un acto soberano y cómo debe interpretarlo bajo el prisma de la ley norteamericana. Nadie anticipó si habría o no un respaldo al caso argentino.

"No había un indicio de nada. Está abierto", fue la lectura que se brindó.

Aun si el gobierno de Donald Trump respalda el caso argentino, nada indica que eso pueda llegar a torcer el veredicto que brinde la Corte Suprema a favor del país.

En 2014, durante el gobierno de Barack Obama, el entonces procurador general, Donald Verrilli, ofreció una encendida defensa a favor de la postura de la Argentina ante el máximo tribunal, en la larga batalla judicial con los fondos buitre liderados por NML, de Elliot Management, la empresa insignia del magnate de Wall Street, Paul Singer, por la deuda en default.

Pese a ese respaldo, al que se sumaron varios escritos amicus curiae a favor de la Argentina, la Corte decidió por una mayoría abrumadora a favor de los fondos: 7 a 1.

Francisco no tiene una fecha límite para presentar sus conclusiones a la Corte, aunque se estima que podría llegar a ocurrir antes de junio.

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