El Gobierno bonaerense determinó revocar la conciliación obligatoria que había dictado el sábado para poner fin a la toma de la planta de Gestamp en Escobar que afectaba la producción de las automotrices. La decisión se adoptó por entender que el conflicto pasó a ser "pluripersonal" y no por Convenio Colectivo de Trabajo.

"La mayoría de los trabajadores afectados no son sindicalizados", indicaron fuentes de la Gobernación, por lo que los problemas a considerar no son generales sino particulares.

La medida tuvo lugar horas después de que Daniel Scioli destacara que su gestión, como hace "siempre" a su "manera", con su "estilo" logró "descomprimir el conflicto" en la planta autopartista "generando las condiciones de negociación".

Sin embargo, la resolución de la cartera laboral de la Provincia fue duramente cuestionada por la izquierda. Los diputados del FIT Christian Castillo y Nicolás del Caño calificaron el hecho de "insólito" y los atribuyeron a "la presión de la patota del Smata al servicio de la patronal extranjera".

"Es la primera vez que vemos que un Gobierno revoca una conciliación obligatoria a tres días de haberla dictado. Es ilegal porque así el Ministerio va en contra del sentido de la medida, que obliga a las partes a negociar con los despedidos adentro, dándole la razón de esta manera a la parte más fuerte, la empresa, que encima venía incumpliendo la conciliación en forma unilateral, haciendo lock out y no presentándose a la audiencia el lunes, y hoy no dejando entrar a los trabajadores injustamente despedidos", dispararon.