Intendentes peronistas bonaerenses se reunieron ayer para ratificar el acuerdo de San Antonio de Padua, que responde a una propuesta del Papa Francisco. En el documento, firmado por una decena de jefes comunales, apuntaron a “la urgente necesidad de concebir, planificar y concretar, en conjunto y a partir del diálogo sincero, un modelo político y económico que no olvide ni deje en el camino al hombre concreto de nuestra Patria”. Convocaron a una nueva reunión para mañana frente a la Legislatura bonaerense con el fin de mostrar su rechazo a la reforma jubilatoria impulsada por el oficialismo nacional.

“Los grandes temas nos unen a todos. Es una muy buena manera de encontrarnos en luchas impostergables e ineludibles”, señaló a Página/12 el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, después de participar de la reunión en San Antonio de Areco. “Encontrar temas que nos unen y no los que dividen es uno de los objetivos”, aseguró otro de los intendentes y agregó que “el peronismo tiene que representar a la gente y no al peronismo. Tiene que representar a los trabajadores, a las Pymesy a los clubes de barrio”, luego de firmar el documento que reunió a distintos espacios del peronismo bajo el paraguas de las propuestas de Bergoglio.

El pacto de San Antonio de Padua fue firmado en febrero por más de doscientos intendentes de todo el país. El eje central de la propuesta está enmarcado por la encíclica Laudato Si en la que Jorge Bergoglio plantea la defensa de los sectores más vulnerables, el cuidado del medio ambiente y garantizar el acceso a las tres T: Tierra, Techo y Trabajo. Empezó con el impulso de una decena de intendentes encabezados por el de Merlo, Gustavo Menéndez, y luego sumaron al resto de sus pares sin distinción partidaria.

“Intercambiamos las diferentes experiencias dada las distintas realidades que viven los distritos más densamente poblados”, señaló el intendente anfitrión, Francisco Durañona, al finalizar la reunión y el acto en la Basílica de San Antonio de Padua en San Antonio de Areco. Los intendentes aprovecharon la celebración patronal para darle impulso al acuerdo firmado en febrero con el documento que ratifica el compromiso y pone el acento en la propuesta de Tierra, Techo y Trabajo. Acompañaron a Durañona, además de Menéndez, Gabriel Katopodis de San Martín, Verónica Magario de la Matanza, Juan Ignacio Ustarroz de Mercedes, el jefe comunal de Castelli, Francisco Echarren y el de Escobar, Ariel Sujarchuk. Además asistieron el intendente de 25 de Mayo, Hernán Ralinqueo y el de Guaminí, Néstor Álvarez, y se pudo ver a la diputada Juliana Di Tullio y al diputado del Parlasur y ex embajador en el Vaticano, Eduardo Valdés.

Durante el cónclave, Durañona planteó que era “vital que hoy más que nunca consolidemos nuestros horizontes en las tres T ¿Qué más podemos hacer los intendentes que trabajar para poner la política, el Estado, nuestra fuerza y creatividad en garantizar estos tres derechos fundamentales?”, destacando la propuesta papal y el consenso que generó entre los dirigentes territoriales. Luego fue Menéndez quien, tomando parte del documento, apuntó que “el hombre, la mujer, la familia están en el centro de nuestra acción y pensamiento. No podemos permitir que se los use como mercancía o medio de producción. Los números no pueden cerrar con la gente afuera”.

Los intendentes también trabajaron sobre la agenda y acordaron convocar para mañana a una nueva reunión, aunque esta vez será ante la Legislatura bonaerense para manifestarse en rechazo a la reforma jubilatoria impulsada por el macrismo a nivel nacional. También definieron preparar “en conjunto y con amplitud política”, acciones y actos en sus territorios para que el Papa visite el país el año que viene, después de su paso por Brasil, compromiso que ya tiene agendado y que mantiene a los dirigentes peronistas a la expectativa.