La semana anterior, en el Salón de Actos del Palacio Municipal, la Sociedad Rural del Partido de General Villegas, INTA, CREA y Desat presentaron un informe detallando las pérdidas generadas en el sector agropecuario por la inundación.

“Si nos juntamos todos y trabajamos de manera muy firme, como grupo, nación, provincia, municipio y vecinos de la comunidad vamos a salir de esta situación”, aseguró en el inicio el Intendente Eduardo Campana. Y destacó que “todos los actores formen parte de este trabajo es lo que realmente necesitamos, por eso el agradecimiento especial a quienes realizan esta presentación”.

Por su parte, Piere Courreges, comentó que “lo que vamos a evaluar son pérdidas a nivel productivo” y consideró que “en esta crisis lo importante es salir adelante juntos y aportando lo que cada uno puede, desde las cuestiones técnicas de INTA, CREA; Desat y Sociedad Rural, lo que se necesite porque la idea es congeniar”.

Courreges detalló que de las 723.000 hectáreas que tiene el Partido 430.955 están afectadas por la inundación. 261.473 están bajo el agua y otras 169.482 encharcadas.

Según el informe las pérdidas de superficie agrícola representan $ 2.244,13 millones; pérdidas en soja se estiman en $ 1.472 millones y el daño en la actividad de cría representa $ 83,46 millones. En pérdidas de encierres se calculan $ 14.33 millones, en invernada a campo $ 78,54 millones; en lechería $928,8 millones; en praderas de pasturas $ 35,93 millones.

Asimismo 152.580 hectáreas no se sembraron o perdieron cultivos por estar bajo el agua, lo que supone un 33 % de pérdidas de superficie agrícola.

El Jefe comunal se refirió a las obras de infraestructura necesarias para que la región no sufra el constante flagelo de las inundaciones y del mismo modo evitar las millonarias pérdidas económicas.

“Hay pérdidas en lo humano, infraestructura y producción”, aseguró y comentó que “cuando uno está en otro país dicen; ustedes viven en un paraíso y también nos dicen estúpidos porque no pueden entender que no podamos hacer que este país sea diferente”.

Del mismo modo señaló que “transmitieron a las autoridades provinciales y nacionales que las obras se hagan de la mejor forma”,  y añadió que “va a llevar mucho tiempo porque son obras que requieren mucho dinero y esfuerzo”.

“Teniendo en cuenta 30 días de atraso en la siembra de soja supone una merma en la producción de 1.500 kg de soja menos con pérdidas de rendimiento de 50 kilos por hectárea, por día, si se siembra después de la fecha óptima (entre el 20 de octubre y el 10 de noviembre)”, concluyó Courreges.