La Gendarmería viene a Tucumán para colaborar en la investigación por la muerte del cura Viroche

La Gendarmería viene a Tucumán para colaborar en la investigación por la muerte del cura Viroche

Los agentes revisarán la autopsia que se le practicó al sacerdote. También intentarán determinar quién enterró los celulares encontrados la casa parroquial y la Iglesia.

La muerte del cura Juan Viroche suma una pata federal a la investigación. Agentes de la Gendarmería nacional vendrán a Tucumán para ayudar a revisar la autopsia del sacerdote que permita determinar si se suicidó o lo mataron. La Fuerza traerá un geo-radar para comprobar quién podría haber dejado los celulares que encontraron enterrados en la Iglesia de La Florida. Allí también apareció un chip voluntariamente destruido.

Según el expediente al que accedió TN.com.ar, entre la casa parroquial y la Iglesia donde estaba Viroche,además de dos teléfonos había un chip roto. El peritaje oficial de la Policía Judicial de Tucumán determinó que el cura recibió amenazas los últimos 20 días antes de morir con mensajes como "Dejate de joder", "Mudate a otro lugar" y "Andate de acá".

Celeste y Belén, las dos mujeres que habitualmente limpian la Iglesia y las primeras que vieron a Viroche muerto contaron que el sacerdote estaba colgado de una soga a la altura del coro de la capilla, cuando lo encontraron. También, dijeron que la puerta estaba trabada con un banco y que la estatua de Jesús y la cabina de vidrio que la contenía ya estaban rotas. Es decir, afirmaron que ellas no rompieron la imagen.

La investigación por la muerte de Viroche se federalizó porque hay dudas con respecto a las pruebas que llevaron a presumir, en un primer momento, que se trataba de un suicidio. El sacerdote denunció en numerosas ocasiones a bandas de narcotraficantes y a sectores de poder que los encubrían. Apenas unos meses antes de aparecer ahorcado, el cura había apuntado contra el poder político por persecución y connivencia con la droga y la prostitución.

Legisladores de la UCR Tucumán presentaron un proyecto al gobernador Juan Manzur para intervenir la localidad de La Florida. Esto sucede después de que surgiera la sospecha de un posible vínculo entre Arturo "Chicho" Soria, exdelegado de la comuna entre el 2007 y el 2015 y su esposa, Inés Gramajo, con una banda de narcotraficantes que serían los que tenían amenazado al cura.

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