Garantías para gobernar y un tapado en la manga

Garantías para gobernar y un tapado en la manga

Macri enconmendó a la dirigencia el armado de equipos. Quiere derrotar al PJ, pero quiere asegurarse una buena gestión.

 

A menos de dos años de las elecciones provinciales, un fuerte dilema atraviesa el pensamiento de Mauricio Macri cuando fija su mirada en Córdoba, su “segundo hogar”. El Presidente está convencido de que, si se lo propone, la Provincia “está ganada”. Pero también les ha transmitido a sus íntimos que no rifará el respaldo que los cordobeses le vienen otorgando elección tras elección si no logra estructurar un proyecto sólido de gestión, que no trastabille ante los 20 años que cumplirá Unión por Córdoba en el poder.

“Macri le quiere ganar a Schiaretti, pero lo quiere hacer con certezas. Lo que no ve hoy es la garantía de que, más allá del candidato, haya un equipo que asegure una buena gestión. El Presidente sabe que si va a buscar la elección, la gana. Lo que no quiere es hacer todo ese esfuerzo y poner todo ese capital en juego sin la garantía de que aquello que se arme para gobernar vaya a tener éxito. Él está pensando más en el día después que en la campaña; por eso la insistencia en el armado de los equipos”. En cinco oraciones, un dirigente con volumen político en Cambiemos describió el pensamiento que el propio Macri le transmitió en las últimas semanas.

Otro interlocutor, en este caso un cordobés que no forma parte de la fauna política aunque siempre ha estado bien cerca de todos los oficialismos (municipales, provinciales y nacionales), escuchó algo muy parecido en un encuentro a solas que mantuvo con el jefe de Estado en la Casa Rosada.

 

En esa reunión, que se extendió por más de media hora, el hombre usó el tramo final de su audiencia para consultarle a Macri por los planes que imagina en Córdoba para 2019.

 

El escenario que trazó el líder de Cambiemos es bastante parecido a lo enunciado tres párrafos arriba.

En ese diálogo, además, el Presidente incluyó un plan B, por si el proyecto de la gobernación naufraga. Por primera vez habló de ir por el sillón que dejará vacante Ramón Mestre en el municipio capitalino dentro de dos años. Para ese puesto, el residente de Balcarce 50 tiene tres nombres anotados: un macrista y dos radicales, ambos ya convertidos al esquema de Cambiemos. Dentro de la coalición, vida. Afuera, la intemperie.

La sombra del “tapado”

Retomando el plano provincial, en el seno del poder de Cambiemos comenzó a prender la idea de explorar en los próximos meses un candidato por fuera del cuarteto que se repite desde las Paso. En orden alfabético, para evitar problemas de cartel: Héctor Baldassi, Luis Juez, Ramón Mestre y Mario Negri.

Esa entelequia, que todavía no tiene nombre propio, podría transformarse, de ser hallado, en el “tapado”, el candidato a gobernador con el que Macri podría romper el molde y patear el tablero. Claro que eso podría disparar una bomba de tiempo para la frágil consistencia del actual armado opositor.

En la experiencia de Cambiemos, la aparición de un aspirante inesperado se ha dado muchas veces. El propio Baldassi, Eduardo Romero o Felipe Lábaque son ejemplos de este perfil. Sin embargo, la apuesta pasaría ahora por sumar a algún empresario, dirigente o administrador público de bajo perfil, pero con un pedigrí potable para los cordobeses.

Nadie hubiera pensado que el primer candidato a diputado en Santa Fe sería, finalmente, Albor Cantard, funcionario del Ministerio de Educación con un bajo nivel de conocimiento. Y ganó la elección. O en Neuquén, donde un concejal de la capital le ganó al Movimiento Popular Neuquino.

“Es muy posible la idea de un tapado, porque está alineado con la idea de equipo y no de personas”, advierte un macrista con despacho amplio en uno de los tres poderes del Estado.

Y remata con un mensaje teledirigido a quienes aquí ya se calzaron el traje: “Ya no hay nadie imprescindible, nadie absolutamente necesario. Lo que hay son mejores o peores representantes de la idea de Cambiemos”.

Hoy, cuando todavía falta un largo año para las definiciones, Macri y sus principales estrategas no terminan de comprar a ninguno de los cordobeses ya postulados y se entusiasman con la idea de encontrar a un tapado.

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