La ganadería chaqueña entre la inercia, los intermediarios y el desafío por crecer

La ganadería chaqueña entre la inercia, los intermediarios y el desafío por crecer

Las provincias de Corrientes, Chaco y Formosa aportan 8.169.000 cabezas de ganado vacuno a las más de 40 millones que a nivel país se vacunaron contra la fiebre aftosa. Corrientes cuenta con 4.165.000 de cabezas, seguido por Chaco con 2.250.000 y Formosa con 1.749.000 cabezas.

Este stock representa todo un desafío para las tres provincias toda vez que se habían propuesto metas mucho más ambiciosas. NORTE RURAL dialogó con varios actores de la producción ganadera chaqueña, para conocer su opinión respecto de la situación del sector, las trabas, pero también las fortalezas existentes. En esta edición, fueron entrevistados el empresario ganadero Eduardo Fredy Vargas y los dirigentes ruralistas y productores Carlos Robledo (Fechasoru) y Carlos Vera, de la Sociedad Rural Argentina. 

El Chaco viene impulsando la idea de alcanzar los cinco millones de cabezas, pero solo llegó a la mitad de la meta propuesta.

Datos de las tres provincias

Formosa que pretendía llegar a las tres millones de cabezas, aunque las inundaciones se llevaron más de 600.000 animales.

Formosa tiene una superficie de 7,5 millones de hectáreas y la ganadería es una de las principales actividades productivas. Ha tenido un incremento en estos doce años muy importante pasando de tener un millón de cabezas a 1.749.000 cabezas de vacunos, en las diferentes categorías, con un potencial para llegar a los 3 millones destacando la producción de pasturas con más de 500.000 implantadas.

Corrientes, por su parte, pretendía superar los seis millones, pero no fue posible. Un dato a tener en cuenta es que en el año 2009, según datos de la Fundación Correntina de Sanidad Animal (Fucosa), la provincia había alcanzado un total de 5.214.000 cabezas de existencias, distribuidas en 6,8 millones de hectáreas. Esta cantidad de cabezas representó un 10,5% del total del stock nacional, pero el número actual es de 4,1 millones de animales.

Chaco, en tanto, viene impulsando la idea de alcanzar las cinco millones de cabezas, pero solo llegó a la mitad a la meta propuesta, aduciéndose diferentes situaciones, la mayoría relacionadas con lo que fue el cierre de las exportaciones.

No obstante, existe un desafío y un gran optimismo para la ganadera en el NEA y prueba de ello son las avances significativos en cuanto a incorporación de genética y nuevas tecnologías, como también grandes logros obtenidos por cabañas que han logrado muy bien posicionar la calidad de los rodeos de los productores de esta parte del país.

 

Políticas de Estado “claras y sostenidas”

El decano de la Facultad de Veterinarias de la UBA, Marcelo Miguez, dijo que la producción ganadera “muestra signos de recupero” y reclamó “no perder más tiempo en cuestiones políticas” que atentan contra su crecimiento. En un comunicado, agregó que pese a la mejora “la productividad es baja a nivel nacional” ya que el sector agropecuario “decidió incrementar la superficie de cosecha en gran parte a expensas de la superficie ganadera”.

“‘A pesar de esto, hubo un conjunto de factores que provocaron un crecimiento fenomenal de la productividad del sector ganadero que pudo seguir engordando esta hacienda y aumentando el stock, en una superficie mucho menor”, explicó Miguez. Consideró que el cambio “relacionado al nuevo escenario político generó expectativas favorables en relación a escenarios futuros y así lo muestran distintos indicadores”.

Así, pidió políticas de Estado “claras y sostenidas” que estimulen a los productores “a realizar inversiones en la cadena forrajera, reproducción y sanidad con un horizonte proactivo, como realizaron otros países de la región”. Señaló que Argentina “tiene escenarios cortoplacistas que dificultan la inversión y estimulan la especulación, en el caso de la ganadería”.

 Recordó que la cadena agroalimentaria es generadora de trabajo “con arraigo regional y federalismo nacional, que debemos aprovechar y no perder más tiempo en cuestiones coyunturales o políticas que atentan contra el crecimiento de la ganadería argentina”.

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