Que el Congreso haya aprobado hace cinco días la Ley que prohíbe las carreras de galgos en el país sigue generando el rechazo de quienes se dedican a esta actividad en la provincia.

Desde la entidad que los nuclea, de hecho, prometen no parar hasta lograr que Mendoza establezca su no adhesión a la normativa. 

Mientras que a nivel nacional los defensores de las competencias de perros llevan adelante un recurso de amparo que busca cuestionar la nueva legislación, los criadores y propietarios de ejemplares de esta raza pedirán una audiencia con el gobernador Alfredo Cornejo -o bien algún funcionario allegado- con el fin de plantear su punto de vista.

“Lo que vamos a hacer es pelear para que la provincia no adhiera a la ley”, dijo Gustavo Terrera, un cuidador de galgos que cuenta con una pareja de ejemplares pedigrée y que durante varios años los llevó a participar de carreras. 

Según expresó, en Córdoba, Buenos Aires y Mendoza se han unificado las acciones para apelar la medida, en tanto los defensores de la actividad en las diferentes provincias continuarán su reclamo por la vía legal.

“Las carreras me gustan desde que tengo 2 años, que iba con mi viejo. No considero que a los animales se los trate mal, todo lo contrario”, dijo Terrera, que además cuestiona el hecho de que la medida apunte sólo a los perros y no a los caballos (en referencia al turf).

El proyecto que se convirtió en Ley la semana pasada fue impulsado por la senadora Magdalena Odarda. Entre otros aspectos, prohíbe en todo el territorio nacional la realización de carreras de perros, más allá de su raza.

Pero además plantea penas de prisión de 4 años y multas de 4 a 80 mil pesos para quienes promuevan, faciliten o realicen estas competencias. 

Andrea Astudillo, secretaria de la Asociación de Destreza Campestre, que representa a unos 600 socios dedicados a la cría de perros para carreras en el Gran Mendoza y el Este, detalló que para realizar sus reclamos sólo organizarán actividades formales, como enviar notas, solicitar reuniones con las autoridades y demás.

“No queremos salir a cortar una calle y generar problemas. Queremos hacer nuestro pedido de manera pacífica para que nos escuchen”, aseguró.

Astudillo expresó que lo que buscan es que la actividad se legalice, pero que además haya más controles en lugar de estar prohibida.

Según quiso aclarar en respuesta a las acusaciones que recaen sobre los criadores y dueños de animales destinados a las carreras, “nosotros no maltratamos ni abandonamos a los perros, todo lo contrario”.

Un ejemplo que plantearon desde la Asociación tiene que ver con un episodio que -según relató Astudillo- sucedió en setiembre pasado en Guaymallén.

“Vino la policía con una fiscal y se llevaron a dos perros galgos. Se los quitaron al dueño y aún no son devueltos. Lo único que sabemos es que están en un refugio”, dijo Astudillo y aclaró que con sus dueños los animales tienen los cuidados necesarios, entre otros los que implican controles veterinarios periódicos, alimentación balanceada y según sus necesidades.

“Los habían dejado atados, sin comida ni agua. Eso no es protegerlos, es dañarlos”, dijo y aclaró que los  perros de esta raza requieren de cuidados específicos según cada animal.