“En mi gabinete no había nabos ni mediocres”

“En mi gabinete no había nabos ni mediocres”

Felipe Solá Diputado y precandidato a gobernador por el FR

Felipe Solá llega a la redacción acompañado por un colaborador, ya es hora de la merienda aunque dice que no almorzó, pide una gaseosa para ingerir "calorías" y no probará bocado en toda la charla. Cuestiona con dureza a Daniel Scioli, también lanza algún dardo al PRO, y en varios tramos pondera su paso por la gobernación como argumento de campaña. Viene apuntando fuerte contra Aníbal Fernández, aunque usa una frase futbolera para desestimar supuestas preferencias entre sus competidores: "Esto es como la Libertadores, para ser gobernador hay que ganarles a todos".

De entrada reconoce algunas dificultades, como el "poco tiempo" de campaña -se había bajado cuando se perfilaba Francisco de Narváez y volvió a la carrera a último momento-, aunque se muestra "contento con el resultado" y con su "excelente compañero" de fórmula, Daniel Arroyo. "Venía apretado en el codo y saqué el caballo afuera, perdí unos metros al abrirme, corrí más distancia, pero ahora vamos ... y todavía no saqué la fusta", apela a otra metáfora.

"Los números son implacables", sentencia sobre Scioli. "En siete años gastó $ 490 millones en infraestructura escolar. Eso es $ 28 por chico. ¡Nada! No hay palabras para definir eso", se exalta, y sigue con que "la mayoría de las rutas están destruidas", con que "la pobreza aumenta en el interior de la provincia", y se detiene en el área de salud: "Han creado el programa de Unidades de Pronta Atención y los promocionaron como si tuviera éxito. No lo tiene. Hay muy pocas abiertas. En Lomas de Zamora hay una sola, una en el cuarto distrito de la provincia, y no tiene pediatría. Vivimos un mundo de promoción de cosas que no existen".

¿Cómo explica entonces que, según las encuestas, Scioli es quien tiene más posibilidades de ser presidente? "Hay un mérito de unidad del peronismo oficialista. Una victoria de Scioli, que es la victoria de la disciplina estratégica", admite, e insiste en que la Presidenta "pasó en dos meses del dogmatismo más puro al pragmatismo más puro" y en que "tendrá muchos chicos de La Cámpora, pero no el poder".

Aníbal F. se mantiene como su blanco predilecto. "Tenemos dos problemas muy graves. El primero es la violencia general en la sociedad, generada por la inseguridad y también la pasional, contra la mujer, el embarazo adolescente no deseado ... Eso es en un 70% explicable por adicciones, a las drogas y al alcohol", indica, y cuestiona: "El sigue diciendo que somos un país de tránsito. Eso enmascara el verdadero problema, que es salvar a los pibes del paco en los barrios pobres". También le tira al macrismo: "Dividir los gobiernos en peronistas y antiperonistas para asomarse desde un balcón como si hubieran llegado de Polonia la noche anterior es el criterio del PRO, alimentado por Sanz y Carrió". Y agrega: "Suena un poco perdedor buscar fiscales por Facebook, es preparar la excusa porque te van a dar la paliza en el Conurbano".

Estima en 25% la pobreza en la Provincia, ubica también como problema el "crecimiento poblacional del tercer cordón del Conurbano" y propone "descentralizar con una ecuación que tenga en cuenta el número de pobres, y diferenciar la pobreza urbana de la rural". ¿Por qué se desinfló Massa? "Porque hay más vigencia de los partidos de lo que parece, él hizo un enorme esfuerzo por tener organización estructural en las provincias, con un resultado pobre". Igual sostiene que en la mayoría de las provincias "no hubo polarización" entre el kirchnerismo y el macrismo, y que en las elecciones "hay sorpresas".

Al rato, lanza una advertencia que incluye al líder de su espacio: "Si el próximo presidente sigue con el modelo del látigo y la chequera, ya sea Massa, Macri o Scioli, va a contribuir más a la violencia de la sociedad argentina". Dice que en sus años como gobernador aprendió "sufriendo", y da como ejemplo a la Bonaerense. "Hay muchísimos policías buenos que requieren de una ley de premios y castigos, si no da lo mismo uno que se juega la vida y un vago. No es más policías, es mejores policías y mucho más control". Vuelve a diferenciarse de Scioli: "Yo no gasté un peso en promoción. Soy un fanático de la gestión y del control. Puede ser que me haya faltado marketing, pero no me arrepiento". Elogia los primeros años de Néstor Kirchner aunque marca que "no inventó los Derechos Humanos, yo lo puse a Taiana en la secretaría de Derechos Humanos al día siguiente de asumir", y la charla deriva hacia otros que integraban su gobierno: León Arslanián, Martín Lousteau, Florencio Randazzo y Débora Giorgi, entre otros. "En mi gabinete no había nabos ni mediocres", dice, y sugiere un "título": "En cuatro años dejo la provincia distinta.

Voy a tener 69 y espero no tener el bichito de querer seguir hasta los 73".

Participaron del Café en Clarín: Marcelo Helfgot, Santiago Fioriti y Martín Bravo

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