El miércoles 2 de febrero será un día clave para el futuro – al menos cercano - del peronismo. Por la mañana, se reunirá el bloque del Frente para la Victoria en Diputados, en medio de las versiones que alientan la división entre pejotistas y cristinistas. Por la tarde, el Consejo Nacional del partido definirá el llamado a elecciones para la renovación de autoridades.

En la Cámara baja, el presidente del bloque, Héctor Recalde, convocó a los diputados a la primera reunión del año para el miércoles a las 11. Los temas que pondrá sobre la mesa van desde el posicionamiento del espacio frente a temas de la agenda externa, planteada por el macrismo, como los decretos de necesidad y urgencia, los nombramientos de la Corte Suprema, la designación del macrista Pablo Tonelli en el Consejo de la Magistratura, la negociación con los fondos buitre y la postura frente a los despidos masivos, a la discusión interna sobre el reparto de los lugares que le corresponden al bloque.

Desde los últimos días de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, el bloque quedó sumergido en la tensión entre los diputados que responden a los gobernadores peronistas y el núcleo duro del kirchnerismo, encabezado por La Cámpora. El reparto de cargos y despachos y el posicionamiento del bloque frente a las primeras medidas del gobierno de Mauricio Macri, generaron tensiones que amenazan la unidad del espacio.

“Hoy todos los cargos que pertenecen al bloque, los auditores, los consejeros, las secretarías, los despachos del Palacio, están copados por La Cámpora. Quieren todo para ellos”, le dijo a Letra P un representante de la liga de los gobernadores. En diciembre, los caciques del interior vieron atacado su poder de fuego por la propia ex presidenta, que antes de dejar la Rosada impuso su voluntad en dos lugares clave: la jefatura del bloque y la Auditoría General de la Nación.

Mientras los gobernadores pretendían colocar al sanjuanino José Luis Giojacomo jefe del bloque y al titular del PJ, Eduardo Fellner, como presidente de la Auditoría General de la Nación, Cristina impuso en esos lugares a Recalde y al ex jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, respectivamente. Así comenzó la tensión, que al macrismo aprovechó de manera hábil para sembrar más discordia, disputa de despachos y contratos legislativos mediante.

“No puede ser que no haya reconocimiento para quienes ganaron en sus provincias y todo lo maneje un núcleo que pertenece a la provincia de Buenos Aires y a la Capital, donde se perdió la elección”, protesta un representante del interior. Ése será el eje de los reclamos que los diputados que responden a los gobernadores llevarán a la mesa de conducción, que encabeza Recalde.

Pese a las tensiones, representantes de ambos sectores admiten que “nadie quiere que el bloque se parta”. “Macri quiere un bloque dividido. Nosotros tenemos que lograr repartir mejor las cosas, pero mantenernos unidos. Los gobernadores están enojados pero saben que no conviene romper”, dice una diputada del sector más kirchnerista.  Del otro lado, el análisis es similar. “Nos tenemos que juntar, pero no puede manejar todo La Cámpora como se le canta”, analiza un referente. Mientras, el macrismo admite que se le va “la vida en dividir al PJ”.

Aunque impuesto por Cristina, Recalde es respetado por todos y espera llevar las disputas a buen puerto. “En el peronismo hay matices pero el bloque no va a romperse”, asegura, optimista, el jefe de la bancada, que ya se aseguró la concurrencia de unos 60 diputados.

Un nuevo presidente. Tras la reunión del bloque, las miradas del peronismo estarán puestas por la tarde en la sede del partido, en la calle Matheu. Allí se dará  cita el Consejo Nacional del PJ, integrado por 175 miembros, para definir el llamado a elecciones para la renovación de autoridades partidarias. Los mandatos de la actual conducción, que encabeza Fellner, vencen el 8 de mayo.

Según las autoridades del partido, se espera una gran concurrencia de dirigentes, que definirán cómo será el proceso por el cual se elegirán la nueva mesa directiva. Si bien el estatuto indica que la elección debe realizarse por el voto directo de los afiliados, una parte de los dirigentes se inclina por la posibilidad de reformar la carta orgánica para posibilitar que el proceso se realice de manera indirecta, mediante el voto de los congresales.

El otro tema es si habrá realmente elecciones internas, con la participación de diferentes candidatos, o si se optará por armar una “lista de unidad”, como ya pidieron algunos de los principales dirigentes del partido. Los gobernadores, encabezados por Juan Manuel Urtubey, ya postularon al sajuanino Gioja para encabezar esa alternativa, más orientada a aislar al kirchnerismo del partido. El cristinismo, con La Cámpora a la cabeza, promociona al chaqueño Jorge Capitanich, mientras que otro sector del kirchnerismo promueve a Daniel Scioli.

El miércoles, desde las 18, el PJ empezará a definir si seguirá conteniendo al kirchnerismo dentro de sus filas, si se embarca en una disputa interna, que puede dejarle las fisuras servidas al gobierno de Macri, o pone la unidad como prioridad, con la mirada puesta en 2019.