Funcionaria de Julio Garro vende habilitaciones truchas a carreros y desparasita caballos con agua

Funcionaria de Julio Garro vende habilitaciones truchas a carreros y desparasita caballos con agua

La presidenta de la ONG Caballos en Libertad, Lucila Laberne, visitó la redacción del GRUPO REALPOLITIK para hablar sobre el funcionamiento de la organización y verter duras críticas hacia la figura de la directora de Bienestar Animal de la municipalidad de La Plata, Dolores Oliva de Losa.

Por su parte, uno de los veterinarios de esta ONG aportó un dato no menor, la iniciativa de Oliva por proteger a los animales habría comenzado allá por el año 2004-2005, asociada a Ivana Pages, ex deMartín Redrado, fundadora y titular de la Fundación Argentina de Bienestar Animal (FABA).

RP.- ¿En qué consiste su actividad?

Nosotros estamos funcionando hace cuatro años. Lo que hacemos es rescatar y recuperar caballos en estado de maltrato, mayormente apuntando a los que andan en carro. También hay un montón de caballos que dejan abandonados a la buena de Dios, tirados, ya moribundos y ante la denuncia de cualquier vecino nos ocupamos. Generalmente las casos se dan en la zonas periféricas, asentamiento. Como el 80 por ciento de los caballos son robados, al animal lo usan mientras dura, no lo mantienen, cuando hay pasto come y en invierno cuando no hay pasto no come, se debilita, queda tirado y se roba otro, ese es el mecanismo. Entonces en invierno está el tendal de caballos caídos. También recibimos donaciones de caballos, por ejemplo de haras que usan los caballos para salto y dejan de servir.

Funcionamos en la ciudad, abarcamos todo lo que podemos. Lamentablemente mucho más no podemos abarcar porque no nos da el espacio físico, ni la plata, ni los tiempos, ni la cantidad de gente que somos. Es demasiada la demanda que estamos teniendo.

RP.- ¿Legislativamente se había avanzado en estos últimos años?

Está la ordenanza municipal que prohíbe la tracción a sangre. En 12 y 60 hay un cartel, en diagonal 80 otro y jamás se hizo cumplir. Empecé con esta actividad hace cuatro años cuando me convocó la gestión anterior, en ese momento en paralelo formé la ONG. En aquel entonces empezamos a hacer secuestros en la calle con Control Urbano. Al carro que veíamos con el caballo en mal estado, lo parábamos y lo secuestrábamos. Eso duró dos años más o menos, hasta la fecha de la inundación, a partir de ahí se bajó la persiana y nunca más se hizo nada. O sea, fue en el único momento que medianamente se hacía cumplir la ordenanza municipal.

De todos modos tampoco tuvimos ayuda económica, ni absolutamente nada. Los caballos se secuestraban en 20 y 50, allí habíamos improvisado una especie de box, yo iba a atenderlos todos los días, los limpiaba, les daba de comer y la comida la pagaba yo. Así funcionaba. Después del 2 de abril, cuando la municipalidad cerró la puerta, seguí haciendo la tarea sola. En ese momento los secuestros eran por ordenanza municipal, yo ahora los hago por ley nacional de Maltrato Animal, obviamente el procedimiento lo realizo con la policía. Ahí fue cuando creció la ONG, anteriormente con los favores políticos nos decían: “No, con estos no que son los que vende el diputado fulanito”. Conclusión, teníamos que devolver la mayor parte de los caballos. A partir de que lo empiezo a hacer con la ley nacional es cuando se empieza a efectivizar y nunca más devolví un caballo.

RP.- ¿Tenían pensado reunirse con el intendente?

Sí, pedí una entrevista y me atendió Fernando Ponce, me dijo que el intendente tenía 350 entrevista pautadas y que iba a ser imposible, que estaba en la agenda el tema de los caballos. Le planteo que en la nueva secretaría de Bienestar Animal, a cargo de Dolores Oliva, estaría buenísimo que estuviera a cargo una persona idónea o que defendiera los derechos de los animales pero que iba a pasar todo lo contrario. Lo pongo en tema porque por ahí ellos desconocían quién era esta persona y las cosas que había hecho ella. Me dijo que había que darle tiempo a ver cómo funcionaba. Después arreglamos una entrevista con Roberto Di Grazia, que está a cargo de Control Urbano y es quien pone a esta mujer en la secretaría de Bienestar Animal, fuimos y nos dejó plantados. Así que no tengo mucha expectativa con la nueva gestión.

RP.- ¿Pero ustedes van a poder continuar con la actividad?

Vamos a tratar de seguirla porque ese mismo día que teníamos la entrevista con Di Grazia me llamó uno de los chicos del CPC -trabajamos mayormente con ellos- diciéndome que les habían bajado la orden de que no nos podían llamar más a nosotros por el tema de los caballos. Lo que pasa es que esta mujer que ponen en la dirección de Bienestar Animal, hace unos pocos años empezó a hacer una especie de asistencia en las villas y concientización. Iba con un grupo de veterinarios con el que supuestamente vacunaba, desparasitaba y enseñaba algunos cuidados básicos a la gente. Terminó siendo todo una pantomima: desparasitaba con agua, cobraba el servicio que supuestamente estaba brindando y vendía -eso es hasta la actualidad- un papel que dice el nombre de ella y la fecha de desparasitaciones, a 200 pesos.

Les decía a las personas que con ese papel podían circular tranquilamente y que no les podían secuestrar el caballo. Cuando yo empiezo con los secuestros parábamos los carros y nos decían: “No, pero yo tengo los papeles del caballo”, y sacaban ese papel. El caballo se secuestraba igual, primero que ese papel no tenía ninguna validez y segundo que no lo hacíamos por si tiene o no sanidad el caballo sino por maltrato.

Ahí empezaron los enfrentamientos. Yo secuestraba el caballo, entonces el carrero la llamaba a ella diciéndole: “¿Cómo si vos me dijiste…? Y me sacaron el caballo igual”. Entonces, con cada caballo que nosotros secuestrábamos ella iba a fiscalía a declarar a favor del carrero diciendo que el animal estaba en perfectas condiciones para que se los devolvieran, cosa que no pasaba. Yo caballo que secuestro no lo devuelvo.

RP.- ¿Está preocupada por el funcionamiento de la ONG y por la elección de ella a cargo de la dirección o por las dos cosas?

Las dos cosas van de la mano porque esa orden viene de la municipalidad, o sea que nosotros no vamos a participar absolutamente en nada, lo cual estaría bueno porque yo no tendría por qué cumplir con una función municipal que estoy cumpliendo hace cuatro años, le corresponde a  ellos. Ahora, ¿quién va a atender los caballos?, ¿ella, con lo que estoy contando?. ¿En dónde los van a internar si no tiene los medios?. Ahí van a empezar los negociados, a mí me quieren sacar del medio. No sabemos cuál va a ser el destino del animal, lo que sí sabemos es que no eligieron gente que tenga la experiencia de hacer el laburo.

RP.- ¿Y a ustedes como ONG les interesa seguir?

Sí, obviamente, mientras no se ocupen y no hagan un trabajo bien hecho o esté esta clase de gente a cargo de direcciones, que por lo menos nos dejen seguir haciendo lo que venimos haciendo en la medida en que podemos. Ya que no van a colaborar, por lo menos que nos dejen seguir. 

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