Tras la polémica desatada por un Decreto del intendente Francisco Durañona pretendiendo prohibir sin más trámites la fumigación aérea en todo el distrito de San Antonio de Areco- que obviamente no tuvo ningún efecto práctico-, por sobre leyes provinciales y nacionales que la autorizan con los recaudos pertinentes, en el Concejo Deliberante a través de algunas de sus comisiones se concretaron consultas técnicas y jurídicas para dar al asunto- importante si los hay-, una solución pensada t aplicable.

Aquella férrea y fundamentada oposición consumada por el concejal José Luis Pagani, hombre de campo y estudioso de todos sus temas-, se está arribando a un proyecto de ordenanza, consensuado y con fundamentos que podría aprobarse dentro de poco tiempo.

La norma contendrá obligaciones por parte del sector agrario- productores y aerofumigadores-, con informe del tipo de cultivo, productos a utilizar, fecha y horarios de aplicación y otros que serán objeto de control por parte de la Subsecretaría de Medio Ambiente y la secretaría de Producción e industrialización de la Ruralidad, cuyo titular Mariano Pinedo, hizo un aporte para que se consume una medida sustentable y de posible aplicación.

El concejal Pagani celebró que el Departamento Ejecutivo desistiera sobre el polémico Decreto y que mediante el proyecto en estudio se controle a través de los organismos mencionados la aplicación cerca de centros poblados y establecimientos educativos rurales estableciendo zona protegidas amplias, informes sobre los cultivos, forma y horarios, pastillas con las que se aplica, sistemas de antideriva considerando que de esta manera se ha dado un gran paso dejando abiertas las puertas para que se termine aprobando una ordenanza con criterio y equilibrio con restricciones lógicas y que de seguridades de protección a la comunidad, a los productores y al medio ambiente.

Aparece esto como un método que alienta a ser imitado en otros temas, terminando con medidas supuestamente drásticas, ampulosas, más efectistas que efectivas, y poco o nada de aplicables; no es más que confirmar aquello que partiendo del consenso y de la opinión de quienes saben, generalmente, se logran los mejores resultados.