Fuhr reveló que tenía 70 clientes, los que ahora serán citados por la Justicia Federal

Fuhr reveló que tenía 70 clientes, los que ahora serán citados por la Justicia Federal
Habría señalado que entre sus inversores se contaban comerciantes, empresarios y profesionales. Le habrían provisto una cifra superior a los $ 30.000.000 para “inversiones especiales”.
Alrededor de 70 personas, entre empresarios, profesionales, comerciantes y ganaderos, fueron presentados ayer por el contador Jorge Enrique Fuhr al juez federal, Guillermo Molinari, al ser indagado en una causa en que se procura dilucidar el misterioso origen de al menos $ 30.000.000 por él administrados, entre los años 2010 y 2012.

Fuhr fue llevado al Juzgado Federal, una semana después de ser detenido por la Afip y Gendarmería Nacional, en una investigación originada en el 2012, luego de que el ganadero Raúl Fiori lo denunciara en Añatuya, acusándolo de incurrir en el delito de usura. Fiori señaló que Fuhr le otorgó un préstamo y después le inició un juicio -por cobro de pesos- “pidiéndome que le pague 5 veces el valor del préstamo real”.

“Evasión impositiva agravada, asociación ilícita, lavado de dinero; más intermediación financiera sin contar con autorización de la autoridad de supervisión competente”, son las figuras enrostradas al contador.

También fueron detenidos su hijo Alejandro Enrique Fuhr y la esposa del primero, Silvina Pinto Romero, quien fue excarcelada el sábado, tras pagar una fianza de $ 100.000.

Su historia

Ante Molinari, el contador Fuhr habría señalado que en la década del 80 era un empleado en uno de los organismos de la Provincia.

“Tenía algunos clientes. Soy contador y trabajé como tal hasta el 2009”, habría revelado. Habría indicado que uego empezó a incursionar en operaciones financieras como inmobiliarias y que manejaba dinero propio. Supuestamente sostuvo que creció y que con el tiempo empezó a pedir dinero a terceros; que veía un campo y, como no tenía dinero, pedía. Luego, pagaba intereses. Pedía y devolvía, habría aclarado.

El acusado habría sostenido asimismo que nunca fue intermediario. “Crecí quizá de un modo informal. No asumí que debía inscribirme en Afip, ni en Rentas, tal vez recibiré multas por ello”, habría señalado según su defensa.

Más adelante, habría relatado que los bancos no le pedían ninguna condición para otorgarle beneficios. Su abogado defensor dijo que el acusado precisó que le ofrecían créditos. “Si yo hubiese querido evadir, no abría cuentas a nombre mío ni de nadie de mi familia. Usaba a terceros”, habría expuesto ante el juez, según su abogado.

Al profundizar en las operaciones, Fuhr habría manifestado que la afip siempre supo de sus movimientos.

“Nadie me pagaba en blanco las operaciones. No debía emitir facturas. No pagaba impuestos porque el dinero no era mío”, habría subrayado.

Además, habría indicado que sabía que se lo investigaba desde julio del 2012 y que nunca se ausentó de la provincia, porque no tenía nada que ocultar.

Le habría manifestado que operó con 70 clientes: había empresarios, comerciantes, profesionales, hombres de campo. Que ellos le provenían dinero que él acomodaba en negocios; ambos obtenían réditos. Según fuentes judiciales, ahora Molinari se apresta a citar a los 70 clientes referidos por Fuhr en su indagatoria.

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