Por Valeria Musse |

LA PLATA.- Los problemas financieros que atraviesa la provincia de Buenos Aires siguen afectando al servicio de salud. Ayer, los médicos reclamaron en la Legislatura para que sean tratados los proyectos de pedidos de informes realizados al Ejecutivo al respecto, principalmente por la escasez de insumos en los hospitales. Y los sanatorios privados alertaron que suspenderán las prestaciones a los afiliados de la obra social bonaerense si el gobierno no abona la deuda que data de mayo.

Desde temprano, un grupo de médicos y profesionales reunidos en la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop) realizó una vigilia en las afueras del Palacio Legislativo, en La Plata, para exigir que los diputados traten sobre tablas al menos cinco proyectos presentados por la oposición.

En los pedidos de informe se solicita al Ejecutivo y al Ministerio de Salud local que detallen cuál es el problema por el que escasean insumos básicos (jeringas, gasas, guantes de látex, sueros, medios de contraste, entre otros) en los 77 hospitales públicos; cómo se les abonará a los proveedores; cuál es el avance de las obras públicas, y cómo se resolverán estos puntos que podrían poner en riesgo la atención de los pacientes.

La Cicop enfatizó que la actual es "una de las peores crisis sanitarias que ha vivido la provincia de Buenos Aires, sólo comparable con lo sucedido en los años 2001-2002".

Con una irónica campaña, denominada "Fundación Missing Insumos", los médicos hicieron "un llamado a la solidaridad": "Quienes hayan visto a los insumos desaparecidos informen a Guillermo Moreno [secretario de Comercio Interior], a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al gobernador Daniel Scioli".

Pese a la movilización, no hubo avances en el recinto para la aprobación de los pedidos de informes. En diálogo con LA NACION, el diputado Walter Martello (CC-ARI) culpó a los legisladores oficialistas por no tratar los proyectos: "Lo más gravoso es que minimizan el problema". El vicepresidente de la Cicop, Fernando Corsiglia, fue tajante: "Los legisladores oficialistas, que son mayoría, no están dispuestos a debatir sobre la problemática de la salud".

Las dificultades sanitarias acarrean ya tres meses, según denunciaron los profesionales afectados y lo reconoció el Ministerio de Salud bonaerense. En los centros de salud más importantes del conurbano y del interior escasean elementos indispensables para la atención.

En algunos casos, los directivos de los hospitales optan por intercambiar con otros colegas según lo que necesiten; en otros, la compra directa y del día parece ser la única salida para no complicar la atención de los pacientes.

Desde la cartera bonaerense se indicó a LA NACION que sólo se trataba de casos puntuales. Desde la Cicop enfatizaron que la falta de insumos empieza a sentirse en la mayoría de los centros de salud.

"Las cosas de origen importado siguen faltando y lo que debe proveer las provincia por licitación no llega o lo hace en menores cantidades", enumeró a LA NACION el vicepresidente de la Cicop. Esta situación prioriza la atención de urgencia y deja de lado, o posterga varios días, cirugías programadas y estudios de laboratorio.

Corsiglia alertó sobre una problemática que se avecina a partir de septiembre: "Sabemos que hay indicaciones precisas para adecuar las dietas de los pacientes a presupuestos mucho menores".

No parece ser la única dificultad que arribará con el nuevo mes. La federación que agrupa a 350 sanatorios y clínicas privadas bonaerenses (Fecliba) alertó que los centros asistenciales no podrán continuar prestando los servicios a los afiliados al Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) porque el gobierno provincial les adeuda unos $ 200 millones correspondientes a los meses de mayo y junio (sin contar todavía lo que deberían percibir por julio y agosto).

El titular de la entidad, Héctor Vazzano, indicó a LA NACION que si bien la provincia entregó bonos por el 50% de la deuda de mayo, no sólo podrán cobrarse recién dentro de quince días sino que "son difíciles de canjear". "El problema principal es el pago de salarios de unos 40.000 empleados. El 65% de los ingresos de los sanatorios está destinado a la mano de obra", detalló el funcionario, y agregó que algunos directivos debieron pagar sueldos en cuotas.

Con esta situación, algunos centros asistenciales de distintos puntos del distrito informaron a la federación que a partir del primer día de septiembre, mañana, no prestarán servicio a afiliados de IOMA..