Fuego e inundaciones muestran falta de planes de contingencia y obras

Fuego e inundaciones muestran falta de planes de contingencia y obras

Los campos incendiados tardarán años en recuperarse. La producción láctea está amenazada por el agua y se frenó la siembra de soja y maíz en Santa Fe.

 

Las primeras estimaciones dan cuenta que más de 800.000 hectáreas fueron afectadas por los incendios rurales que todavía se están combatiendo en Río Negro, La Pampa y el sur de Buenos Aires. Al mismo tiempo en Santa Fe, Córdoba y parte de Buenos Aires cientos de hectáreas productivas y tambos están bajo el agua.

Evidentemente el clima es el protagonista, pero al mismo tiempo la situación deja al descubierto la falta de obras hídricas, caminos rurales, planes de contingencia efectivos, dotaciones de bomberos y hasta de aviones hidrantes.

Los productores reclaman que ante las inclemencias climáticas no encuentran una respuesta rápida por parte del Estado o de una infraestructura óptima para llevar adelante las tareas.

Ayer se extendió por 180 días la declaración de Emergencia agropecuaria en Santa Fe ya que en abril pasado la región había sufrido un fenómeno similar y ahora muchos productores se preguntan ¿qué se hizo de abril a la fecha ? y la respuesta queda en evidencia. Una vez más volvió a llover en exceso y la falta de caminos rurales complicó a los tamberos para sacar a sus vacas de los establecimientos y en otros lugares donde al agua bajó se encuentran sin luz porque la empresa provincial de energía no puede acceder.

Claro que la falta de obras hídricas tiene íntima relación con las inundaciones porque hay canales que no reciben mantenimiento hace años, compuertas que se abren a destiempo y así un sin fin de malas decisiones y mucho de postergación.

En este contexto el ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani reclamó una actualización de los fondos que el Gobierno nacional envía a las provincias que afrontan catástrofes climáticas. El monto total asciende a $500 millones para todo el país y ante esta situación desbordante suena a poco.

Por su parte las entidades agropecuarias como CRA y Coninagro expresaron su preocupación y continuo apoyo a los productores afectados, a la vez que reclamaron que los gobiernos provinciales y el nacional instrumenten medidas de ayuda, fondos y financiamiento para los damnificados.

Por lo pronto en Santa Fe el clima no está ayudando y se pronostican más precipitaciones en el corto plazo. En las zonas más complicadas se paralizó la siembra de soja y maíz mientras que muchas hectáreas implantadas, de no bajar el agua en el corto plazo, las pérdidas serían totales.

Aunque todavía es complicado cuantificar las pérdidas muchos productores ya advierten que la campaña "récord" que el Gobierno nacional estimaba para este año está más que complicada.

Lo cierto es que los campos que fueron afectados por el fuego tardarán años en recuperarse y la falta de pasturas y forrajes se hará sentir. Al mismo tiempo la producción láctea que ya viene muy golpeada se encuentra una vez más en su laberinto, la cuenca lechera de Santa Fe atraviesa una de las peores inundaciones de la historia y la productividad sigue bajando.

El escenario es preocupante y los productores marcan con fuerza que de una vez por todas llegó el momento de que los gobiernos se ocupen.

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