Fuego Cruzado

Fuego Cruzado

Agresiones verbales cruzadas, denuncias, imputaciones y encuestas han signado el ritmo político de los últimos 7 días, cuando aún faltan 6 meses para las primarias.

A principios de la semana pasada, afirmábamos que la temporada de verano había llegado a su fin, y que los vientos del otoño nos ponían en clima de campaña electoral. Más allá de que los sucesos demostraron que estábamos en lo cierto, el alcance de la pirotécnica política / judicial de la última semana estaba fuera de las previsiones de cualquiera.

Una sucesión de hechos, algunos ridículos y otros muy graves, ponen nuevamente a la sociedad marplatense frente a una pelea entre sordos, entendiendo como tales a personas que no solo no escuchan lo que expone el otro en un mismo ámbito y cara a cara, sino que tampoco escuchan el pulso social, encerrados en un microclima y obnubilados por realidades parcializadas, en la ciudad que ostenta el extraño mérito de ser el conglomerado poblacional con mayor desocupación del país.

A continuación una breve reseña de lo ocurrido en los últimos 7 días “políticos” (seguramente meses para el ciudadano común) en nuestra ciudad, que nos permitirán entender un proceso de crispación que parece no tener fin, pese a que aún restan 6 largos meses para las primarias:

El 4 de marzo Luis Bremer, periodista capitalino, informó por medio de una publicación en la red social Twitter, que el Fiscal Fernández Garello estaría investigando a Pulti, aportando solo el número de IPP: 2061/15, sin brindar mayores detalles.

El 5 de marzo se publicó una encuesta en la que Gustavo Pulti encabezaba, con algo de comodidad, las preferencias de los electores marplatenses. La gestión tendría una aprobación cercana al 60%.

El 6 de marzo, el Presidente de la U.C.R de General Pueyrredon, Daniel Nuñez, confirmó vía Facebook, que la publicación de Luis Bremer en relación a la investigación de la que sería objeto Pulti, “se trata de una denuncia por ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO. Aparentemente no podría dar explicaciones sobre una propiedad muy valiosa que habría adquirido en zona Los Troncos”.

También el viernes 6 de marzo, se informó que la UFI de Delitos Económicos consideró que hay elementos suficientes para que la causa por abuso de autoridad y falsificación de instrumento público en la que se encuentra imputado el Secretario de Seguridad y Control, Adrian Alveolite, sea elevada a juicio oral.

Ese mismo día, la Fiscalía General Departamental, en el marco de la IPP N°4865-11, caratulada  “BELMONTE, Juan Carlos y otros s/ asociación ilícita, etc.”, formula el requerimiento de elevación a juicio respecto del citado Belmonte, de los demás imputados funcionarios municipales (16 funcionarios), y de los denominados “punteros” (8 personas), a los que se atribuye participación en 159 hechos delictivo

El lunes 9 de marzo, algunos miembros del bloque de concejales del radicalismo, con mayor o menor “vehemencia”, salieron a exigir que Alveolite sea apartado del cargo por el Intendente, o bien que presente su renuncia, en obvia referencia al pedido de la UFI de elevación a juicio.

Ese mismo lunes, la encuestadora “SocialGov” dio a conocer otra encuesta, esta vez Baragiola encabezaba la intención de voto, y la gestión de Pulti era calificada como regular por el 51% de los encuestados.

El 10 de marzo el oficialismo sale a sostener al Secretario de Seguridad y Control, lo califican como un hombre “honesto y trabajador”, castigando al radicalismo por querer “aprovechar políticamente la situación para sacar una pobre tajada”. Estas declaraciones generan la reacción del bloque radical, quienes responden que “nadie se puede hacer el distraído y menos el Intendente” ante situación judicial de Alveolite.

En horas de la mañana del miércoles 11 de marzo se realiza un sorpresivo allanamiento en el Distrito Descentralizado el Gaucho, buscando nuevas pruebas en relación a la investigación de las “licencias truchas”.

El bloque radical llama a conferencia de prensa y presenta las declaraciones de dos “arrepentidos” que vincularían en forma directa a Gustavo Pulti, Adrián Alveolite y Guillermo Iglesias en la entrega de “licencias truchas”, insisten en que se separe del cargo al titular de Seguridad y Control, y hasta deslizan la posibilidad de una interpelación al intendente.

Solo pasaron unas horas para que el bloque de Acción Marplatense denuncie públicamente a la concejal Vilma Baragiola, afirmando que ella es una de las personas que obtuvo su licencia en forma irregular, brindando detalles de la operatoria y afirmando que supuestamente rindió el examen práctico con un auto cuya patente corresponde a otro vehículo.

Todo esto pasó en tan solo una semana. El mundo “político” se enfrascó nuevamente en una disputa que parecía aletargada luego de la remoción de Baragiola de la presidencia del Concejo. Algunos se preguntarán ¿Por qué la relación de ese hecho y este clima político? Porque en ambos enfrentamientos reina la falta de criterio y el escaso sentido de la oportunidad.

Frente a cada uno de los hechos descriptos, los actores involucrados festejan como si estuvieran escribiendo la “historia dorada de la política local”, creen que están dando el “golpe de gracia” a su contrincante / enemigo, y muestran orgullosos sus logros.

En realidad, cada acción de este tipo no hace más que separarlos aún más (si es que es posible) de la sociedad.

Para ser claros, el movimiento judicial en torno a la figura del intendente y algunos de sus funcionarios, no deja de ser llamativo y grave.  Las denuncias deben ser investigadas, y también analizadas política y periodísticamente, pero no deben ser tomadas de rehén por algún sector, ya sea para acallarlas o para “embarrar la cancha”.

Se escucha mucho en estos días que hay que dejar actuar a la justicia. No por mucho repetirse la frase deja de tener valor. La política judicializada es un tema delicado, en donde empiezan a primar las cartas documento por sobre los proyectos legislativos.

En relación al manejo de los “políticos”, solo queda decir que siguen pecando de una particular e intermitente admiración por lo mediático. Mucha denuncia pero poca aclaración frente a un auditorio aturdido y confundido.

Repasemos: Alveolite no brindó declaraciones (aclaraciones) públicas; la supuesta denuncia contra Pulti tampoco fue aclarada; los “arrepentidos” de la causa de las licencias involucran a funcionarios, los que responden “indirectamente” con una nueva denuncia (el famoso responder con una pregunta); la denuncia contra Baragiola tampoco fue aclarada por la denunciada, más allá de que un fiscal el año pasado diga que la concejal no estaba siendo investigada.

En este momento entre el radicalismo y Acción Marplatense solo hay fuego cruzado. En definitiva, pirotecnia que amenaza con convertirse en algo más serio. Mientras tanto, gran parte de la sociedad sigue esperando propuestas y no ser víctima de alguna esquirla.

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