Al mal tiempo, cara de felicidad plena. Esa es la que vienen poniendo los comerciantes del Centro en los últimos días, ya que la llegada del frío coincidió, para ellos, con la aparición de muchos más compradores. El fenómeno impactó desde el sábado en los locales de indumentaria (ropa, calzado, accesorios) y atenúa el bajón de ventas de invierno que venía padeciendo a causa del persistente calor. 

Según explicó, hasta ese momento las ventas de invierno venían un 25 por ciento por debajo de los volúmenes de igual mes del 2014. “En estos últimos días se recuperaron al mismo nivel, es decir, subieron ese 25 por ciento”, estimó. 

La falta de clientes se debía principalmente a la persistencia del calor: nadie quiere comprar abrigos y pullovers con 28 grados, marca registrada hace menos de una semana. 

“Este problema se viene dando en gran parte del país. En La Rioja hizo 32 grados días atrás”, lamentó Bertoldi.

En algunos comercios muy puntuales de microcentro cordobés hasta llegaron a verse amagues de liquidaciones de invierno, casi antes de la temporada empiece. 

Si bien se manifestó optimista, el empresario confesó que los comerciantes siguen pendientes del pronóstico, que anticipa cierto regreso del calorcito. En los últimos años, la estrategia generalizada para defenderse del cambio de clima viene siendo reducir al mínimo los niveles de stock de cada local. 

Ahora, la próxima fecha que se mira con fe en el sector comercial es el Día del Padre, el tercer domingo de junio.